Artículos, canciones, videos, imágenes y otros recursos para vivir el mes de María Auxiliadora
¿Ella me llevará de la mano?
Ella lo ha hecho todo. Yo tengo esa certeza.
Ella hizo posible que pudiéramos comprar la casita en la que vivimos. Creo que es por eso que hace unos meses, luego de la remodelación y de poner orden absoluto en toda la mudanza, tomé la decisión de dejar un cuadrito de Ella en cada rincón de la casa. Tenía miles de estampitas de mi paso por la animación salesiana, varios portarretratos que pedían ser renovados y la seguridad de que si Ella estaba ahí, en ese lugar todo andaría mejor.
Así que ahí anda María Auxiliadora en cada mesita de luz y en cada estante de mi casita blanca. Tengo la certeza así, de que Ella nos cuida, de día y de noche. Así como también tengo la certeza, desde siempre, de que su manto es lo suficientemente grande como para que entremos todos; alguien me lo dijo en la escuela y jamás lo olvidé. Y la otra gran certeza… que cada persona que entra a una casa salesiana queda protegida por Ella, para siempre.
Si le pido con el corazón, Ella me lo concede. Como la casita. Como el otro día que entré a la capilla y me senté frente a Ella y le supliqué: “Dame tu ternura, pero no cualquier ternura, la tuya”. Claro que Ella y yo sabíamos que el día anterior yo no había sido precisamente una mamá tierna, sino más bien un ogro… pero creo que desde ahí todo empezó a estar mejor.
Cuando era chica y no me podía dormir, rezaba un Ave María y le pedía que me abrazara. Y Ella lo hacía, realmente me abrazaba. Ahora de grande, si bien la mayoría de las noches caigo rendida al sueño, a veces también le pido el abrazo, y aún lo siento.
Todas han sido certezas con Ella. Por eso, cuando el Juani hizo su brillante pregunta, si bien quedé conmovida, ya sabía la respuesta.
— “Mami, cuando yo llegue el cielo, ¿María me da la mano o yo voy caminando solito?”
— “Ella te va a llevar de la mano hasta Jesús” —contesté con el alma llena de fe, pero con el tono de voz de quien enuncia un dato empírico. Es que con su pregunta, él me acababa de regalar una nueva y honda certeza: darle la mano a María Auxiliadora, no solo es llegar sin dudas a Jesús, sino que también es ir disfrutando en la tierra, algo de lo maravilloso que será ese cielo.
Adriana Zeitune
No importa que estemos en lugares distintos o que no pensemos lo mismo.
Aunque nos hayamos peleado, o no podamos encontrarnos.
Si estamos lejos, María nos acerca.
Nos acerca entre nosotros. Y nos acerca a Jesús.
¡Muchas gracias a todos los que ayudaron a darle vida a este video!
Hernán Galardi, Lucía Otero (Rosario, Santa Fe) Juan Pablo Vallejos, Muñeca Caamaño (Corrientes) Santiago Luayza, Daniel Martínez (Ushuaia, Tierra del Fuego) Maximiliano Gianotti (Rawson, Chubut) Fabián Massoni, Gustavo Marcos (Ciudad de Buenos Aires) Juan José Miras, Juan Pablo Tobanelli, Cindy Giaccone (San Ambrosio, Córdoba) Lucas Carrizo (Tucumán) Lucas Vilte, Victoria Zucarelli (Rodeo del Medio, Mendoza) Ezequiel Herrero, Belén Asnaghi (La Plata, Buenos Aires)
Comienza el mes de María Auxiliadora, uno de los regalos más grandes que nos dejó Don Bosco. Y una vez más nos acercamos a Ella en busca de su auxilio y protección.
En un tiempo que nos atraviesa con muchas preguntas, María nos trae la respuesta de su amor inmenso de Madre hacia todos sus hijos y sus hijas. Ella viene a nuestro encuentro para llevarnos un poco más cerca de Jesús. Y nosotros vamos con confianza, porque nos espera y porque siempre podemos estar cerca de Ella.
¡Muchas gracias a todos los que colaboraron con este video!
– Comunidad de la Casa Salesiana San Miguel (La Plata, Buenos Aires)
– Mariel Amaya (Mendoza), Sofía Romea (Formosa), Lucio Martínez y Cielo Francia (Junín de los Andes, Neuquén), Agustín Loyola (Córdoba), Agustín Viskatis (CABA), Marcos Mendoza (Salta), Juan Gómez Costantini (Esquel, Chubut), María José Zinoni (Paraná, Entre Ríos), Brenda Montenegro (Corrientes).
¿Por qué es importante María Auxiliadora?
Algunos educadores nos ayudan a responder
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“No hace falta nada más”

“Algo muy grande sucede cuando después de dos mil años seguimos sintiendo que Ella es nuestra Madre también hoy”.
¿María Auxiliadora llegó tarde?

«En las Memorias del Oratorio Don Bosco no mencionó a María Auxiliadora, porque lo narrado en ellas no iba más allá del año 1854. Cuando veinte años después las puso por escrito, había ya terminado de construir el santuario de María Auxiliadora en Turín (1868), creado la Asociación de los Devotos de María Auxiliadora (1869), fundado el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora (1872)…
Pero no cabe duda que entre las convicciones irrenunciables de Don Bosco se debe enumerar la insustituible presencia de María en su vida y en su misión educativa…»
Antes, durante y después de Don Bosco

«Uno de los legados más importantes que Don Bosco deja a la Familia Salesiana es la devoción por María Auxiliadora. Un sinnúmero de escuelas, capillas, plazas y barrios en todo el mundo llevan su nombre. Millones de niños, jóvenes y adultos se encuentran en torno a la Virgen y reciben el cobijo de su manto.
Aunque la devoción ya existía previamente, fue Don Bosco quien le dio popularidad mundial, y quien la dejó como ejemplo, amparo y estímulo…»
Acompañar a los jóvenes al estilo de María

Ir, encontrarse, anunciar, cuidar y partir: cinco claves de la pastoral juvenil que podemos aprender de la visita de María a su prima Isabel.
Canciones y videos
Acuérdate siempre
¿Quién eres Tú? Yo soy tu madre.
¿Quién eres Tú? Siempre tu auxilio.
Acuérdate siempre de mí,
María, aquí tienes a tu hijo;
María, aquí tienes a tu hijo.
Ayer junté las manos inocentes
y me dormí en tus ojos.
Ayer crucé cien noches, solitario
y me aferré a tus manos.
¿Qué sería de mí, sin Ti,
mi Señora, sin Ti?
Hoy atravieso el lago con tu Hijo,
Tú rezas en la barca.
Hoy parto con latido misionero
el rumbo Tú lo marcas.
¿Qué sería de mí, sin Ti,
mi Señora, sin Ti?
Mañana guardarás, Dulzura nuestra,
mi viaje en tu manto.
Serás el puerto de nuestra esperanza,
a Jesús alcánzanos.
¿Qué sería de mí, sin Ti,
mi Señora, sin Ti?
A la Virgen de la ternura
Iré viajando por tu Ternura,
mamá de mi Señor.
Viviente Mapa hacia Aquél
que busca mi corazón.
Espejo y brújula tus Ojos son,
que orientan dónde iré.
El rumbo hacia mis hermanos
al besar tus Pies sabré.
Rocío santo, tierra en gracia…
aspiro ahí en tu Piel.
Los tiempos largos del Dios fiel,
en tu Pulso aprenderé.
Es tu Regazo el manantial
de mi fecundidad.
Barquito muy perdido soy,
que en tu Seno se hallará.
Y al abrazarme de tu Cuello,
al fin vuelvo al hogar.
Y ahí tu Hijo, en la frente,
me da un beso de paz.
BOLETIN SALESIANO – MAYO 2021