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La Escuela Salesiana en América: desafíos y oportunidades.

Por Ezequiel Herrero y Valentina Costantino //

redaccion@boletinsalesiano.com.ar

Uno de los pilares de toda propuesta salesiana –además de ser casa, patio y parroquia– es ser escuela que prepara para la vida. Don Bosco desde un comienzo entendió la importancia de la educación formal como herramienta para la promoción social de sus muchachos.

Seguramente en materia educativa en estos casi doscientos años muchas cosas han cambiado y otras no tanto –aunque sería necesario que lo hicieran–, pero el estilo, la centralidad y las potencialidades que tiene la escuela salesiana seguramente no han pasado de moda. Incluso en la diversidad de contextos, culturas y ámbitos en los que la obra de Don Bosco está presente actualmente.

Con esta premisa, más de doscientos educadores salesianos provenientes de diferentes países de América se encontraron en el V Encuentro Continental de la Escuela Salesiana América –ESA–. El lema elegido en esta ocasión fue “Juntos por el presente y por el futuro de la educación salesiana” y se realizó en el Colegio Anáhuac Chapalita de Guadalajara, en el estado de Jalisco, México

Durante los días del Encuentro se realizaron distintas ponencias, conferencias, mesas redondas, conversatorios y salas temáticas donde se profundizaron diversos temas, entre los que se destaca la cultura juvenil y la educación; la identidad salesiana y el Pacto Educativo Global; la educomunicación: la alfabetización mediática e informacional; el liderazgo pedagógico en las escuelas salesianas de América; entre otros que fueron parte de los contenidos para  la reflexión de cada uno de los participantes.

La hermana Lorena Pelusa, coordinadora del Equipo Inspectorial de Escuelas de las Hijas de María Auxiliadora en Argentina, tuvo la posibilidad de participar del encuentro y entre los ejes propuestos rescata “la intervención acerca de la ‘Pedagogía de la confianza’, la Educomunicación, el Pacto Educativo Global. Considero sumamente valioso el aporte para ‘cuidar a los que cuidan’ y colaborar en el entramado de los Equipos que animan la vida escolar tan atravesada por múltiples atenciones y complejidades hoy en día. En esa línea, también recordar el cuidado de la Casa Común y la urgente tarea que tiene la escuela salesiana de educar en este compromiso para el presente y el futuro como insiste el Pacto Educativo Global”. 

Una escuela con múltiples realidades

Claro que pensar algunos aspectos comunes frente a realidades tan diferentes y desiguales como las que existen en el continente no resulta sencillo. Alejandro Garzón, Delegado de la Pastoral Juvenil de Argentina Norte, también estuvo presente en el encuentro y expresa que “el desafío es pensarnos como escuelas salesianas en diversas culturas, sociedades, geografías; respetando esa diversidad siendo fieles a la propuesta y la misión del carisma”. Y agrega que en Argentina “la realidad social y económica está repercutiendo también en la realidad de nuestras escuelas, lo que afecta significativamente la posibilidad de pensarnos con indicadores generales y aislados que no consideren el entorno”.

A partir de ello, Alejandro considera que “es necesario seguir creciendo en la formación de los educadores, principalmente en lo referido a la coherencia entre la formación y desempeño profesional y la propuesta carismática” y reflexiona en que “la diversidad de nuestros estudiantes requiere una actualización permanente que permita acompañar a los jóvenes de manera integral.

Con esta idea coincidió la hermana Chiara Cazzuola, Madre General de las FMA, quien durante el acto inaugural animó a todos a “dialogar con las diversas realidades y prepararnos como educadores a enfrentar el nuevo panorama existencial.

“Esta claridad en relación al contexto actual es la que nos permite trazar objetivos y metas comunes para pensar los procesos de educación y evangelización de manera adecuada y significativa para los niños, adolescentes y jóvenes de hoy”, compartió la hermana Marcia Kofermann, de las Hijas de María Auxiliadora de Brasil, al tiempo que expresó que “los temas tratados en las conferencias permitieron ampliar nuestro horizontes respecto de la realidad juvenil, carismática y sociocultural del actual momento histórico«.

Empezar por los últimos

El hermano Ariel Fresia quien participó como expositor de una ponencia titulada “Cultura juvenil y educación. Contexto contemporáneo de la realidad juvenil en América”, asegura que frente a realidades tan desiguales la significatividad de la escuela salesiana debe contemplar sobre todo a los más pobres y necesitados. “En la escuela salesiana una propuesta de calidad consistirá en atender a los intereses y necesidades de los menos favorecidos, en la participación real en los procesos de escolarización y en promover la ciudadanía y el compromiso social responsable a partir de la experiencia de vida democrática en la escuela”, explica. 

Para él uno de los desafíos más acuciantes es superar las concepciones neoliberales y conservadoras de la educación que centran sus discursos y prácticas en la calidad educativa o en cuestiones de liderazgo y cultura organizacional “como si se trata de conducir procesos al modo de CEOs de organizaciones transnacionales”. Por el contrario, afirma Ariel, el desafío y la oportunidad es pensar el liderazgo escolar “desde un sujeto comunitario, un ‘nosotros’ que implique una actuación diferenciada en diversos órdenes de la vida institucional y desde cualquier lugar del organigrama”.

La escuela, un lugar para ser feliz

“La escuela constituye un lugar privilegiado para garantizar los derechos de los niños y adolescentes”, asegura el padre Alejandro y subraya que por ello, desde el carisma salesiano, “trabajamos para construir espacios de acompañamiento y dar respuestas a muchas realidades que deberían ser atendidas por otras instituciones como el estado, las familia, minoridad, salud…”.

Más allá de las dificultades y desafíos que puede suponer pensar la escuela salesiana en contextos tan diversos, la hermana Lorena confirma una certeza: en la escuela se aprende a convivir, a educarse para la paz, a la tolerancia de los otros, en el descubrir y creer en las propias posibilidades para desplegar lo mejor de cada uno en su proyecto de vida, es un lugar para ser feliz. “Sigue siendo muy valiosa la apuesta por una educación integral, una educación que es cosa del corazón”, afirma. 

Conocé más sobre la Escuela Salesiana América ingresando en el siguiente enlace: https://www.escuelasalesianaamerica.org/esav/

Con la colaboración de Susana Billordo, FMA.

BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – JUNIO 2024

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