Septiembre: mes del migrante.
Por: Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes
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En la realidad del migrante y del refugiado, el salir de la propia tierra tiene diferentes motivaciones. Tanto la situación económica, política y hasta ambiental, además de otras muchas causas, llevan a las personas y familias a salir de la propia patria.
El papa Francisco nos dice que “entre las causas más visibles de las migraciones forzadas contemporáneas se encuentran las persecuciones, las guerras, los fenómenos climáticos y la miseria. Los migrantes escapan debido a la pobreza, al miedo, a la desesperación”.
Cuando migrar y pedir refugio es algo forzado, los migrantes sienten la falta de libertad. Emigrar aparece como una opción de salida, no deseada, pero necesaria para la vida y la de sus seres queridos, sea por el peligro que se corre o por mejorar la calidad de vida.
Es que la libertad de decidir emigrar o quedarse en el propio país es esencial al ser humano, es el principio y motor de construcción del ser humano en su personalidad, en su vida de familia y en el entorno social. Saberse dueño de sus actos y opciones es sentirse partícipe de una sociedad en la cual se desenvuelve con derechos y responsabilidades.
Esta libertad de elegir es creadora, hace mirar más allá de uno mismo y descubrir un mundo de posibilidades, de un modo en el cual puede interactuar, influir y transformar en la medida de sus capacidades y empeño. Esta libertad lleva a descubrir un lugar que puede ser propio, donde poder vivir, expresarse y ser partícipe.
Esa libertad es algo a construir entre todos. El Papa nos recuerda que “para eliminar estas causas y acabar finalmente con las migraciones forzadas es necesario el trabajo común de todos, cada uno de acuerdo a sus propias responsabilidades. Es un esfuerzo que comienza por preguntarnos qué podemos hacer, pero también qué debemos dejar de hacer. Debemos esforzarnos por detener la carrera de armamentos, el colonialismo económico, la usurpación de los recursos ajenos, la devastación de nuestra casa común”.
La Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes se suma a estos deseos y desafíos que nos propone el papa Francisco y anima a vivir intensamente este mes del migrante en cada una de las actividades que tenemos en nuestras manos.
Para más información ingresá a la página web de la Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes: www.cemi.org.ar
BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – SEPTIEMBRE 2023