«¿Cuándo nos vemos?»

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La amistad es sinónimo de alegrías, tristezas, tensiones y encuentros que atraviesan la vida cotidiana de los adolescentes y jóvenes. Esta vez, un grupo de estudiantes del último año de la escuela secundaria nocturna San Juan Bosco, perteneciente a la obra salesiana San Juan Evangelista del barrio porteño de La Boca, aprovecharon una hora de Psicología para conversar junto al docente acerca de esta temática.

¿De qué hablan con sus amigos y amigas?

La primera en tomar la palabra es Anabel, quien expresa que con sus amigos ella habla “de la vida”.  Matías amplía esa respuesta: “Con tus amigos charlás de lo que te pasó en el día, de lo que te preocupa, de cómo te ves en el futuro”. Aldana, a continuación, afirma: “Con los amigos hablás de todo”.

Agustín interviene con una opinión distinta: Hay cosas muy profundas que te pasan que a veces no le contás ni a tus amigos. Hay cosas que no le confío a nadie”. Ante esta afirmación, una gran parte del grupo coincide: muchos tienen “guardadas” algunas situaciones de su historia personal que aún no han compartido con sus amigos.

Por otro lado, la sexualidad, el deporte, ciertos consumos que se dan en la adolescencia y la escuela parecen estar presentes en la mayoría de las conversaciones que estos jóvenes mantienen con sus amigos.

 “Es lindo salir a tomar algo, compartir, aunque no haya un motivo concreto para hacerlo”.

¿Las redes sociales pueden reemplazar el encuentro personal?

La respuesta es casi una sola: “¡No!”. Hay muchas situaciones que es indispensable que se generen en el encuentro personal. “Tomar un mate”, “darle un abrazo”, “disfrutar de la compañía de otro”, “tomarte una birra”, “corregirlo o decirle algo que no está tan bueno”, “poder encontrarnos y reírnos juntos”. Más allá de las facilidades que las redes sociales y la tecnología trajeron a la comunicación, hay momentos únicos que no se podrán reemplazar.

Por su parte, Giuliano considera que “es posible tener amigos por medio de las redes sociales”. Ante esta afirmación Tati coincide, pero aclara que para ello “es necesario haber construido un vínculo fuerte y poder mantenerlo”. Más allá de la comunicación virtual y sus beneficios, los chicos y chicas consideran que el verse, encontrarse y charlar, aunque sea muy esporádicamente, es algo indispensable. “Por ejemplo —ejemplifica uno de los chicos—, Daniel volvió a vivir a Paraguay y sigue siendo nuestro amigo, pero yo creo que, al menos una vez al año, estaría bueno poder verlo”.

¿Qué es lo que más valoras en un amigo o amiga? ¿Cuándo recurrís a ellos o a ellas?

Son muchas las cualidades que este grupo considera indispensables para que la amistad sea valiosa: “que haya lealtad y confianza”, “que no falte el respeto”, “que no sean caretas”. Aldana dice sobre esto: “Para mí no puede faltar el respeto. Una cosa es joder y otra cosa es faltar el respeto. En una verdadera amistad hay temas con los que no se jode”.

Tati, que desde hace algunos meses atraviesa la experiencia de ser mamá, manifiesta que: “además de estar en las buenas y en las malas, los amigos te ayudan en situaciones concretas de la vida. Por ejemplo: mis amigas me ayudan a cuidar a la bebé cuando tengo alguna dificultad”.  Muchos también sostienen la opinión de Tati: amigos y amigas son quiénes pueden ayudarte a enfrentar y solucionar problemas cotidianos de la vida.

De acuerdo a lo que piensan Fede y Diego, lo “gratuito” de los encuentros también es un componente esencial para la amistad: “Es lindo salir a tomar algo, compartir, aunque no haya un motivo concreto para hacerlo”.

“Los amigos son quiénes pueden ayudarte a enfrentar y solucionar problemas cotidianos de la vida”.

Una persona que deja de ser tu amigo o amiga: ¿lo fue alguna vez?

Agustín toma la palabra inmediatamente: “Cuando se pierden los valores, cuando vos tuviste que bancarte una traición muy fuerte, ahí no había amistad”. Tati: “Depende la situación por la que se haya terminado la amistad: hay situaciones más o menos graves. Para mí, cuando hablan mal de vos o no les importó la relación, nunca hubo amistad”. Para Giuliano, por otro lado, hay amistades que simplemente terminan porque el vínculo se dejó de sostener sin muchos motivos.

¿La amistad se elige o nace espontáneamente?

Un consenso parece asomarse entre las respuestas: “Un poco de las dos”. Es muy difícil distinguir cómo se va conformando una amistad: “La amistad se va dando, por lo general cuando comienza uno no lo piensa mucho, pero a medida que pasa el tiempo vas construyendo el vínculo y sos vos el que decidís forjar y elegir esa amistad”, cierran los chicos

 

Por Mauro Moreno Role • mmoreno@donbosco.org.ar

BOLETÍN SALESIANO 2019

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