Entre los muros
Francia, 2008
Dirección: Laurent Cantet
¿Cuántas veces realmente nos detenemos a pensar qué pasa puertas adentro y puertas afuera de la escuela? La película francesa Entre los muros nos lleva a sumergirnos en una escuela secundaria de un barrio popular de París. La misma se encuentra atravesada por una fuerte segmentación social y cultural, racismo y enormes complicaciones para adecuar sus objetivos a las demandas e intereses de los estudiantes. Salvando algunas distancias, en la película se reflejan quizás muchas de las problemáticas de cualquier institución educativa de nuestro país.
El director Laurent Cantet nos propone vivir desde adentro la experiencia de las clases de Lengua Francesa donde el profesor Francois Marin convive con un grupo multifacético de estudiantes, los cuales plantean en cada clase las inquietudes y dificultades que traen desde más allá del muro: es decir, desde el mundo en el que viven cotidianamente.
Por otra parte, desde el otro lado del muro, el film nos ofrece una mirada particular sobre los docentes y directivos de esta escuela. Ellos también se encuentran atravesados por una serie de imaginarios sobre la educación, su tarea, la necesidad de enseñar contenidos disciplinares y la exigencia de cumplir con los deberes institucionales. Todo esto nos ayuda a cuestionarnos sobre la distancia que a veces existe entre los objetivos de la escuela y la vida cotidiana.
Inspirada en una historia real, la película nos propone situarnos alternadamente a ambos lados de los muros. Nos lleva a preguntarnos qué pasa cuando los jóvenes no encuentran ni en la familia, ni en la escuela, ni en sus amigos un espacio de contención o alguien que los oriente. Qué pasa con los docentes que se ven inmersos en una serie tensiones entre su tarea como educadores, acompañantes y funcionarios de la educación.
El film francés nos invita a abrir los ojos para contemplar y valorar la escena completa —la que se produce dentro y fuera de la escuela—. Al mismo tiempo, es una invitación a seguir comprometidos con la misión que nos dejó Don Bosco, que cotidianamente llevan adelante de manera valiente miles de docentes y educadores en las escuelas de nuestro país. (punto final)
Para seguir pensando:
• La escuela pareciera estar transformándose, porque los chicos a su vez están cambiando. ¿Somos conscientes de ello? ¿Qué postura asumimos ante esos cambios?
• ¿Conocemos realmente a nuestros jóvenes más allá de los muros de nuestras casas? ¿Y a los educadores?
• ¿Qué características del carisma salesiano deberíamos privilegiar para acompañar más y mejor a nuestros jóvenes y educadores?
Por Renzo Aguirres • renzoaguirres@hotmail.com
Boletín Salesiano – Octubre 2016