Desde hace cinco años y junto a los vecinos, los salesianos contribuyen a construir comunidades que favorezcan la inclusión social y el desarrollo local.
La casa salesiana Monseñor Angelelli camina junto al pueblo riojano desde hace cinco años. Poco a poco, fue construyendo su propia identidad, asumiendo los valores y estilos propios de la gente, con una fuerte impronta de animación sociocomunitaria.
La llegada se realizó coordinada con la apertura de la comunidad pastoral Monseñor Enrique Angelelli, un territorio que el obispado cedió a la obra de Don Bosco para acompañar. Los salesianos se insertaron a las comunidades eclesiales que ya venían trabajando hace años en los barrios, con el deseo de dar continuidad a sus procesos, estilos y formas. La gente los recibió con predisposición y apertura, y tomó protagonismo en la construcción de la nueva propuesta pastoral.
Se agudizó entonces el oído para percibir las necesidades del lugar, especialmente de las juventudes. Así fueron tomando forma nuevos espacios y actividades. Hoy se acompañan tres grandes áreas, que se sostienen gracias al trabajo en red con instituciones gubernamentales y no gubernamentales:
• Las comunidades eclesiales de base: grupos en los cuales los vecinos se conocen, comparten su vida, celebran su fe y se ayudan mutuamente a vivir su compromiso en la construcción del Reino, a través de experiencias de servicio, talleres productivos y actividades socioculturales.
• Oratorios: espacios específicos destinados al acompañamiento, contención, recreación, prevención y formación socioeducativa de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Existen tres oratorios que funcionan cuatro veces por semana y son animados por jóvenes del barrio. También se acompaña a personas que atraviesan consumos problemáticos de sustancias.
• La formación laboral: ofrece instancias de capacitación para que las personas ingresen al mundo del trabajo desde los oficios y se animen a completar sus estudios.
Esta es una forma de aportar a la construcción de barrios y comunidades amigables que favorezcan el desarrollo local y la inclusión social. Lo que mueve es el sueño de construir una sociedad más humana y solidaria, “con un oído en el Pueblo y el otro en el Evangelio”, como proponía monseñor Angelelli, y al estilo de Don Bosco.
Con la colaboración de la Oficina de Planificación y Desarrollo y el Equipo de Comunicación de Argentina Norte.
BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – MAYO 2022