Compleja, desafiante e inquietante. Frágil y vulnerable. Expulsada a los márgenes y a los límites de la legalidad. Tantas veces cruel y dolorosa. Así es la realidad que muchos de nuestros pibes viven a diario, la cuál es reflejada de manera contundente por esta miniserie argentina de ocho capítulos que aborda algunas de las problemáticas juveniles actuales. Su mirada amplia nos obliga a la reflexión e intenta librar a este grupo social de la estigmatización que a veces se genera acerca de su condición.
A través de la historia de un grupo de chicos en situación de calle, liderados por Luciano y Bingo, la serie nos acerca de manera cruda al mundo de la delincuencia, el narcotráfico, la prostitución y la violencia. Problemáticas que forman parte de todos los estratos sociales argentinos —lo que podemos observar a través de una brillante pincelada de los directores: la inclusión en el relato de Yessi, hija de un hombre poderoso de Buenos Aires—, aunque suelan asociarse casi de modo espontáneo con el mundo de la pobreza, formando así una mirada que discrimina, expulsa y quita posibilidades reales a los pibes y pibas excluidos por las consecuencias del sistema.
Confrontarnos con estos escenarios nos remite a la figura de Don Bosco, quién se animó a patear los barrios más populares de Turín, a meterse en las realidades juveniles más difíciles de su época. Allí, a partir de la genialidad pedagógica de su sistema preventivo, rescató a muchos chicos y los ayudó a ser buenos cristianos y honrados ciudadanos.
Asumir el estilo salesiano en la actualidad nos tiene que motivar a resignificar nuestras miradas para poder pensar, entre otras cosas: ¿A qué pibes saldría a buscar Don Bosco hoy? ¿Qué calles patearía? ¿Qué problemáticas abordaría? ¿Qué propuesta les haría? Los pibes del puente nos inserta de modo vertiginoso en los contextos más vulnerables de nuestro tiempo y ayuda a responder algunas de estas preguntas. Esta propuesta pastoral popular, reflexiva, esperanzada y comprometida forma parte del modelo eclesial al que nos impulsa Francisco, que sale al encuentro del otro en las periferias.
Construir una Iglesia que haga suya la centralidad del Reino testimoniado por Jesús implica preocuparnos y ocuparnos a través de opciones radicales que ayuden a edificar con los pibes y pibas una vida digna y plena; sabiendo que si negamos, o invisibilizamos la injusticia estructural de la cual son víctimas, la realidad misma nos responderá con la última frase de la banda de sonido de la serie, del grupo Onda Vaga: ¿Que no? ¿Cómo que no? ¡Mirate! ¡Miralos!
Por Mauro Moreno Role, sdb • mmoreno@donbosco.org.ar
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Para reflexionar: • ¿Cuáles son las realidades más complejas que encontrás en el barrio donde vivís, trabajás, estudiás o actuás pastoralmente? • ¿Creés que tu cotidianeidad o la de tus comunidades ofrece una mirada que tenga en cuenta estas realidades? • A partir de estas problemáticas: ¿qué rostros concretos se te vienen a la cabeza para ofrecer a Tata Dios? |
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La miniserie se puede ver gratis en el siguiente enlace: //cda.gob.ar/serie/217/los-pibes-del-puente.