“La oscuridad es grande: de algún pedacito me tengo que hacer cargo yo”

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Hasta el 10 de septiembre de 1990, Martha Pelloni es una religiosa que, como tantas otras,  dedica su vida a cumplir su compromiso con la educación y el bienestar de las chicas que asisten a los colegios y capillas. Ese día, operarios de Vialidad Nacional encuentran cerca de la ruta 38, en las afueras de San Fernando del Valle de Catamarca, el cuerpo de la joven María Soledad Morales con el rostro desfigurado y con signos de violación. Desde ese momento, la vida de Pelloni se concentró en acompañar el esclarecimiento de esta causa y luego en denunciar y ayudar a prevenir sobre las distintas atrocidades a las que son sometidas miles de niñas, adolescentes y jóvenes en diferentes ciudades y pueblos del país. Actualmente, coordina Infancia Robada, una red interdisciplinaria que brinda capacitaciones con el fin de sensibilizar y aportar herramientas para el abordaje de problemáticas tales como el abuso sexual infantil, la violencia de género y familiar, la explotación sexual infantil y la drogadicción.

¿Cómo manejar la tensión entre la iniciativa personal y los tiempos de la comunidad religiosa?

No tenés que tener prejuicios. Ni hacia la Iglesia, ni hacia la comunidad, ni de la gente que trabaja con vos… y adelante. Las conductas se valoran por lo que mostrás. Tenés que tener paciencia. A mí me llevó diez años lograr la credibilidad de mis hermanas, de la Congregación y de la gente en general con el caso María Soledad. Trataba de no equivocarme, pero he dado pasos errados. Por ejemplo, me arrepiento de haber salido en algunos programas de televisión. Eso se puede evitar, pero en la madurez que va logrando uno en el caminar. Santa Teresa en sus escritos dice: “la paciencia todo lo alcanza”. Y es cierto. Con la verdad, la paciencia todo lo alcanza.

Ahora, ¿como hacés para defender una verdad? Hace una semana hubo un escándalo en Goya. Allí la clase alta explota de muchas maneras a la sociedad, con los agrotóxicos por ejemplo: tenemos dos niños muertos en distintos años, y cualquier cantidad de adultos con cáncer y leucemia; toda gente de campo. Esta semana se escapó de su casa una parejita de novios de 17 años. La madre de la chica viene a pedir auxilio a Infancia Robada. Yo salteo a la policía local, porque es coimera, y voy a alguien que me protege en Corrientes, el jefe máximo. Bajo el título de “delitos complejos” movió a toda la policía de Goya y encontraron a los chicos en Esquina, una localidad a una hora y media de distancia. Resulta que, a cambio de dejarla tener novio, la madre obligaba a su hija prostituirse, y sus clientes eran reconocidos profesionales de Goya. Cansada de eso, decidió fugarse. ¿Qué me contás?

¿Cómo se hace para convivir con esas realidades?

Tenés que ablandar tu corazón, porque te ponés a pensar y decís: “Vaya a saber qué historia tuvo esta mujer en su vida para llegar a vender a su propia hija”. Esas cosas te ocupan la cabeza todo el día. Tenés que tener paz interior para por la noche poder decirle al Señor; “Ablandálo, pacificálo”. Yo no me puedo dormir con ese dolor adentro. La vocación para amar tiene que ser de Dios, porque si no se queda sólo en las personas.

Y vas leyendo el presente. Por ejemplo, ahora ha habido en San Roque, una población cercana a  Goya, muertes de chicos por drogas, suicidios. Ayer un intoxicado. Y no pasa nada. Entonces me presto para que la prensa me llame. ¿Cómo se soluciona esto? Primero les expliqué cómo hacen los narcotraficantes el análisis para saber dónde poner el negocio de la droga. Es todo un estudio de las mafias del crimen organizado. Si fueron a San Roque, es porque ahí podían entrarla, distribuirla y consumirla. Y esto no puede suceder si no tienen la vía libre de las instituciones que controlan y dejan liberada la zona: policía, gendarmería, intendencia. Por nuestra parte, ya quedamos en que vamos a ir a dar una capacitación a la gente, vamos a dejar un foro funcionando ahí, para exigir al intendente.

¿En qué consisten los foros?

Damos capacitación sobre trata, tráfico, explotación sexual comercial —de niños, niñas, mujeres, varones—, violencia de género, abuso sexual doméstico, turismo sexual infantil, pornografía infantil. Y del trabajo de la capacitación, lo más fuerte es poder “vender el producto”: hay que sensibilizar a la gente. Que te entre al corazón, al sentimiento, que te preguntes: “¿cómo puede ser esto?”. Nosotros mostramos un video, Campos de Mudán, que muestra chiquitas menores de edad que están en un centro de prostitución, donde vienen los hombres y hasta pagan más por la más pequeña. Y se ve cómo es la vida de ellas adentro, encerraditas; que existe y que es real. En todas las capacitaciones me cuentan: “Hermana, nosotros vivimos algo por el estilo pero con los primos, nos reunían a todas las chicas en el baño y nos hacían eso…”. El corazón es lo que te mueve. La cabeza es el segundo momento. Y los foros funcionan. Tenemos el de Concordia por ejemplo. Ese fue terrible. Apareció la mamá de una nena de 14 años aparentemente “reclutada” por el hijo del gobernador. Tuve que ir el día siguiente a la única radio que nos recibió, porque no tuvimos medios, ya que están cooptados por el gobernador y por el intendente. Largué todo, y eso fue lo que publicaron.

¿Y cómo es el funcionamiento las capacitaciones?

Desde Infancia robada ponemos una condición: que asistan las fuerzas vivas del lugar. Necesitamos articular entre todos: policía, gendarmería, justicia, médicos, educadores; punteros, políticos, Iglesia. Después los que quedan serán menos, pero puede haber una articulación. Por ejemplo, con una trabajadora social del hospital: una mala praxis, un niño vendido… tantas cosas. El tema de la pornografía y del turismo sexual infantil van juntos, por ejemplo, porque es gente que aprendió a consumir sexo, con todo lo mal que eso implica, y entonces después no le alcanza nada, ni su mujer, ni la otra. Son depravados. Se degeneran los instintos, se vuelven adictos al sexo. Por ejemplo, tenemos estadísticas donde a los 9 años hay chiquitos que empiezan a descubrir su sexualidad y a consumir sexo por pornografía. A los doce años empiezan a tener prácticas. En las escuelas secundarias tenemos noviecitos que viven su sexualidad. Pero como son adolescentes y están en un fuerte momento de cambio, empieza la violencia sexual también. En el colegio de Goya atendemos algunos casos como esos. Ahora imaginate, siguen creciendo, encuentran una pareja de la que se enamoran: ¡no duran! ¡No pueden amar! Por eso digo que es muy importante la educación en este tema.

Como Iglesia ¿tenemos una deuda con la cuestión de la educación en la sexualidad?

Más que deuda, ¡hay un pecado social! Por no enfocar esos temas desde una educación catequística, evangelizadora. Son temas prohibidos, no somos convincentes al abordarlos. No es una charla de instrucción, no es enseñarle en qué consiste: tiene que pasar por el corazón. Yo soy educadora de alma, la vocación docente la descubrí siendo religiosa. Estudié y me di cuenta que la persuasión es muy importante en el educador.

En Facebook publicamos que íbamos a entrevistarte. Lo que más preguntaba la gente era: “¿Cómo hace Marta para salir adelante viendo tanta oscuridad?”

Yo doy respuesta al presente. La oscuridad es grande; de algún pedacito de oscuridad me tengo que hacer cargo. No puedo abarcar todo. Sé que hay oscuridad, pero no hay que pensar en el miedo, porque el miedo paraliza. Y preparar gente. Creo mucho en la formación de líderes. Yo me hice líder, no era líder. La primera vez que tomé el micrófono me temblaban las manos, y hoy me olvido de que estoy frente a una cámara.

¿Qué posición adoptan en general los medios con estos temas?

El machismo está instalado, se necesita un cambio de mentalidad para hablar con claridad. La prostitución es común, está naturalizada. Es terrible el tema de la desnaturalización de los antivalores. Es como el tema de la “previa” de los adolescentes antes de ir al boliche: “Mejor que vengan a casa a hacer la previa”. Van ya medio “flojos” al boliche, donde luego les ponen la droga. Hay chicas que nosotros rescatamos en el hospital, que les pasaron cuatro o cinco tipos por encima. No se acuerdan quiénes, no saben en qué momento se marearon y no pudieron ser ellas mismas. Vamos seguido a buscarlas, hemos logrado cerrar un boliche en Goya. Hay que estar.

Desde María Soledad hasta acá, ¿ha habido algún avance en el tema?

Ha habido un avance en la socialización de los temas: la violencia de género, la prostitución, la explotación de la mujer, el machismo. Si no tenemos machistas prostituyentes, proxenetas y prostíbulos, se acaba todo este problema. Si la mujer logra una equidad en la relación entre varón y mujer, habrá menos violencia de género —aunque también haya hombres golpeados—. Ese es un avance. No ayudan los intereses capitalistas, de los políticos. Faltan decisiones políticas: están las leyes, los proyectos presentados, muchos aprobados, ¿y qué pasa?

Pero el gobierno nacional hace propaganda con la cantidad de mujeres se han rescatado…
Eso es verdad, porque también ahí hay intereses. Depende de quién es el que recluta chicas. Uno que empezó de abajo e hizo plata con la droga y reclutando chicas de un barrio lo meten adentro de la cárcel, porque es un “don nadie”. ¿Qué es toda esta droga que encuentran? ¡Son los choferes que van con la droga! No van los narcotraficantes. ¿Dónde encuentran la droga? ¡En la ruta! Entonces, ¿por qué la encuentran? ¿Qué hacen con la droga? ¿Vos te creés que la tiran? La policía, la Gendarmería, se queda con la droga. No hay decisiones políticas. Y para eso necesitamos gente proba, funcionarios probos.

¿Por qué, después de tantos años de educación católica, no logramos tener políticos que reflejen los valores cristianos?

Porque no les mostramos la política, entendiendo que todo lo que vivimos es política, porque no vivimos solos. La mentalidad política hay que educarla, hay que formarla, pero con conductas concretas. ¿Cuándo aprenden a ser ciudadano en el aula, en el colegio, con los vecinos? El germen es la ciudadanía. ¿Van a la escuela? Que haya un centro de estudiantes. Llegan a políticos… ¿qué formación tienen? ¿Qué intereses? Por eso cuando viene un medio, lo único que me interesa decirles es que le pregunten a los políticos que se postulan qué metodología van a emplear para erradicar a los narcotraficantes. Porque si nosotros logramos sacar a los cárteles y a los narcos de la Argentina, la inseguridad se va a ir achicando de a poco. Después va a haber que sacar otros problemas, de corrupción. Tenemos una política institucionalmente corrupta, para no decir que los políticos son corruptos. Hasta ahora ninguno habló de ese tema. Llenaron los pueblos de quinielas y de casinos, porque ahí es donde se lava el dinero. Lo de Grondona, lo que se destapó de la AFA, el aval que ha tenido en tantos gobiernos, ¿no lo sabían ellos?

En 2013 asumió el papa Francisco, el año pasado se reconoció el crimen de Angelelli, este año fue la beatificación de Romero. ¿Qué tiempo de Iglesia estamos viviendo?

Una Iglesia nueva. Es un Papa muy inteligente, muy instruido, y con una mentalidad para el mundo. Me parece que ha hecho una opción por los problemas humanos más que por lo doctrinal. Estoy muy contenta con eso. En lo personal a mí me ayudó muchísimo en momentos que fui cuestionada. ¡Qué hermoso que él se haya dado cuenta lo que necesita el mundo!

Por Juan José Chiappetti y Santiago Valdemoros • redaccion@boletinsalesiano.com.ar

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