Una historia que no termina

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La producción editorial salesiana: desde Don Bosco a la Feria del Libro.

Por Ezequiel Herrero y Valentina Costantino //

redaccion@boletinsalesiano.com.ar

Don Bosco fue encuadernador, impresor, tipógrafo y editor. Tiene 1174 escritos impresos sobre historia sagrada y de la Iglesia y también sobre temas vinculados a educación, religión y formación en general. En 1877 fundó el Boletín Salesiano y su colaboración continuó hasta su fallecimiento. Incluso en 1949 fue proclamado patrono de los editores católicos por el Papa Pío XII.

El sector editorial es esencial en la historia de la obra salesiana y, tal como lo pensó Don Bosco, es también un servicio para cada educador o persona que se dedique al trabajo con los jóvenes.

Siguiendo esta tradición, en nuestro país Ediciones Don Bosco Argentina produce cientos de libros desde hace años. Y durante el mes de abril y mayo se presentó en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Allí pudo dar a conocer diferentes obras y sus autores, algunos de los cuales se acercaron al predio de La Rural a exponer sobre diferentes temáticas a partir de sus trabajos.

Stand de Ediciones Don Bosco Argentina.

La santidad en Argentina

En ese sentido el jueves 2 de mayo tuvo lugar la charla “Santos de tierra adentro” sobre los rasgos que caracterizan a la santidad en la Argentina, haciendo foco en las figuras de Mama Antula, Artémides Zatti y Eduardo Pironio. “La santidad que se dió en nuestro país es muy variada, no solo por la cantidad sino porque o se extiende en el tiemp desde el siglo XVI hasta prácticamente la actualidad o fines del siglo pasado, y también en los estilos, desde un laico casado como Wenceslao Pedernera, en La Rioja, hasta Catalina de María Rodríguez que fue casada viuda y después fundadora de una congregación religiosa”, enmarcó el padre Néstor Zubeldia, autor de “Los caminos de Mama Antula” y “ A Dios siempre hay que darle lo mejor”, entre otros títulos.

Cristian Saint Germain, Denise Estremero y Néstor Zubeldía en la presentación del 2 de mayo.

El sacerdote profundizó en las vidas de Santa María Antonia de San José, la Mama Antula, y de San Artémides Zatti “De estas dos figuras se puede destacar la fuerza, lo que hoy llamamos resiliencia, es decir, esa capacidad de hacerle frente a las dificultades, o incluso de hacer de las dificultades una fortaleza”.

Por su parte Denise Estremero ahondó en la vida del cardenal Eduardo Francisco Pironio, a partir del libro “Ser Presencia”, de la colección Rasgos “Pironio fue y es un gran padre, –explica Denise–. Ha sido llamado ‘el cardenal de los jóvenes’, porque durante todo su ministerio, en distintos momentos, y con distintos servicios, siempre le dio un lugar importante a la juventud”. A Pironio se le destaca entre otros aspectos, ser el padre de las Jornadas mundiales de la juventud y se le debe buena parte de la reflexión y expansión de la pastoral juvenil en la iglesia. Ambos autores estuvieron acompañados por Cristian Saint Germain, quien coordinó el espacio y el  intercambio con el público.

Pasado y presente

La historia y la misión salesiana también tuvieron un espacio destacado en la Feria. La noche del 3 de mayo se presentó “El imaginario de los misioneros salesianos” de Walter Paris, sacerdote de la diócesis de Bahía Blanca y doctor en Historia. Al padre Walter lo acompañaron la hermana Ana María Fernández y el salesiano Alejandro León. En su libro, Paris desarrolla una exhaustiva investigación sobre la cosmovisión, el inconsciente colectivo que traían los misioneros salesianos que llegaron a la Patagonia basada sobre todo en la fuente, que es el Boletín Salesiano. “En el contexto del imaginario, la única cultura válida era europea y cristiana. No había una multiculturalidad como conocemos  hoy o una multietnicidad como hay hoy”, introduce el autor.

La hermana Ana María Fernandez, el padre Alejandro León y Walter Paris durante la presentación del 3 de mayo.

Al recordar el trabajo de las primeras hijas de María Auxiliadora en la Patagonia la hermana Ana María Fernandez explicó que “vinieron desde Italia, y no tenían la menor idea de qué se iban a encontrar, no conocían su lengua ni su clima. Pero sentían el llamado del Señor a ir a evangelizar. No tenía ni idea a dónde iban, pero iban contentas.

Por su parte, Walter Paris explicó que en el imaginario de los misioneros salesianos estaba la idea de que los aborígenes eran los salvajes y feroces, sin embargo “cuando llegan encuentran otra cosa, encuentran pueblos vencidos que no eran feroces, que eran muy amigables y receptivos. Y en este contexto vemos toda la acción salesiana para ayudar a estos pueblos y salvar lo que quedaba, ya que la Patagonia se encontraba en un contexto de la campaña al desierto”. Por último, el padre Alejandro León recalcó en el vínculo entre los salesianos y los pueblos originarios y recordó que el propio Don Bosco le escribía al Papa León XIII: “Mis hijos salesianos van a acompañar al ejército argentino para evitar lo que parece ser ya una decisión de genocidio de los pueblos de la Patagonia”.

Un diálogo posible

Para finalizar con las exposiciones, el 10 de mayo se presentó Lorena Oviedo, autora de “Un diálogo posible. Ciencia y religión se encuentran en la escuela y Ariel Fresia, autor de “Más que la suma de las partes”.

Lorena Oviedo, Ariel Fresia y Gabriela Gómez durante la presentación del 10 de mayo.

Ambos autores profundizaron sobre la relación entre escuela, ciencia y fe, cultura y juventudes. “Después del positivismo se planteó una distinción entre ciencia y religión, y la mirada que hubo siempre fue la de conflicto”, comparte Oviedo.  Si bien ciertas posturas extremas se fueron sosegando con el tiempo, para la autora ayudaría a caminar en el diálogo en la Argentina, “si fuéramos más abiertos en cuanto a las concepciones de ciencia y de religión, pero también si pensáramos una estructura o organización del currículum diferente a la que tenemos prescripta”.

Por su parte, Fresia destacó la idea de una pastoral sinodal, de una Iglesia en salida, de una iglesia pirámide invertida, que son todas imágenes que utiliza el Papa Francisco. “Esas imágenes pueden ser muy buenas para repensar el modelo de escuela. Una escuela en salida, una escuela poliédrica, una escuela como hospital de campaña, sobre todo ante las situaciones de necesidades, de vulnerabilidades que sufren tantos chicos y chicas, en vez de estar concentrada o encerrada en sí misma, en los muros y protegidos contra los males de la sociedad”. Por último, el salesiano remarcó la importancia de un diálogo “abierto a la novedad, donde se dé lugar y se escuche realmente a las juventudes, que siempre nos cuestionan, pero que también tienen mucho para enseñarnos y aportar a nuestras perspectivas y miradas”.

FUENTE: EDBA

BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – JUNIO 2024

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