Salesianos de Don Bosco e Hijas del Divino Salvador, comparten trabajo y misión en favor de las poblaciones más necesitadas del norte neuquino.
Con la colaboración de Oficina de Planificación
y Desarrollo de Argentina Sur.
En el norte neuquino, el espíritu de Don Bosco atraviesa los corazones de la Familia Salesiana y cada día crece más. Desde el año 2010, las Hijas del Divino Salvador –fundadas en 1956 por Pedro Arnoldo Aparicio, un salesiano que fue el primer obispo de la Diócesis de San Vicente, El Salvador– se encuentran misionando en la Argentina, particularmente en la ciudad de Zapala.
Además de trabajar en la promoción humana de sus pobladores, se proyectan pastoralmente a través del acompañamiento y el discernimiento humano y espiritual. A través de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, de Andacollo, las religiosas atienden a más de 15 mil personas de los diferentes pueblos y parajes del departamento de Minas.
Las familias de la zona urbana necesitan un acompañamiento cercano por los diferentes contextos de la sociedad actual: la poca vivencia de la fe en comunidad, desintegración familiar, adicciones, depresión, desempleo, abandono y madres solteras. Por otra parte, las familias de la zona rural, por las grandes distancias, sufren la pérdida de animales y padecen la soledad. Los intentos de suicidio suelen ser algo recurrente. Como parroquia, las hermanas escuchan y animan al equipo coordinador del Proyecto Sembrando Horizontes que acompaña a las adolescentes que deciden tener sus hijos. Por lo general, jóvenes que aún no han terminado la escuela secundaria.
Las Hijas del Divino Salvador trabajan en conjunto con la Comunidad Salesiana de la parroquia Don Bosco. La población que acompañan está compuesta por muchas personas pobres, solas, enfermas y ancianos. Las hermanas trabajan en las diferentes capillas, barrios y parajes de la zona.
Para este año se proyecta llegar a cada una de las familias para ayudarles en sus necesidades personales, familiares y espirituales. Acompañar a niños, niñas, jóvenes y adultos mayores en el crecimiento de la fe, por medio de la catequesis, ayudará a preparar y responder a las exigencias y desafíos de la sociedad actual.
“Queremos agradecer a Dios y a María Auxiliadora que nos acompañan día a día para extender su reino de amor. Igualmente agradecemos a la Congregación Salesiana que nos recibió como parte de su familia dentro de la Inspectoría Ceferino Namuncurá y así hacer posible el sueño de Don Bosco en tierras de misión en la Patagonia. ¡Que Dios, María Auxiliadora y Don Bosco los bendigan hoy y siempre!”, expresaron las Hijas del Divino Salvador.
BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – JUNIO 2023