Comunidades fecundas en el corazón de la historia

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Visita de las Hijas de María Auxiliadora de Argentina a la Basílica de Luján, en septiembre de 2018.

Las Hijas de María Auxiliadora en Argentina han comenzado a dar los primeros pasos de un amplio y profundo proceso de discernimiento acerca de la realidad del carisma en Argentina y la significatividad de las obras y presencias. Con la pasión misionera de los orígenes, buscan reavivar la fuerza del carisma en el presente, apostando con esperanza al futuro.

La fidelidad al carisma reclama dar pasos audaces para mantener la fuerza de los orígenes.

El punto de partida 

El aporte que la Madre General del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, Sor Yvonne Reungoat, hiciera en su encuentro con las inspectoras de América en el año 2017 inspiró una profunda reflexión en torno a tres claves: resignificación, revitalización y reestructuración.

En Argentina, se vio la necesidad de comenzar a dialogar y compartir más de cerca los propios caminos de resignificación y reestructuración que cada inspectoría —Buenos Aires (ABA), Bahía Blanca (ABB) y Córdoba (ARO)— viene andando en sus respectivos territorios.

Hubo un primer encuentro de los tres consejos inspectoriales en mayo de 2018 donde se compartieron los caminos de animación inspectorial en relación a los distintos ámbitos —Pastoral Juvenil y Vocacional, Formación, Misión y Administración, entre otros— para poder desatar procesos en conjunto.

Fue allí que nació el Equipo Nacional de Resignificación de Argentina, conformado por las tres inspectoras y tres hermanas representantes de cada inspectoría de las Hijas de María Auxiliadora.

El trabajo del equipo 

Luego de su conformación, el equipo nacional ha comenzado a profundizar en espacios de oración, diálogo y discernimiento sobre el “por qué” y el “para qué” de su tarea.

De ese trabajo surgen algunas pistas:

¿Por qué?
  • La fidelidad al carisma reclama dar pasos audaces para mantener la fuerza de los orígenes.
  • El Instituto entró en este dinamismo e impulsa a hacerse cargo de este proceso de manera local.
  • La realidad de las hermanas se impone —envejecimiento, empobrecimiento, salidas, sobrecarga— y empuja a dar pasos para sostener la fidelidad, fecundidad y felicidad como Hijas de María Auxiliadora.
¿Para qué?
  • Transformar las comunidades y presencias en espacios vitales, donde se revitalice la opción del Reino al estilo salesiano, en misión compartida con los laicos.
  • Potenciar nuestra identidad y vocación en el camino de la misión compartida. Que las Hijas de María Auxiliadora podamos estar donde es más significativo.
  • Responder a los desafíos de las condiciones de las juventudes de hoy.
  • Aunar criterios y fuerzas a nivel nacional, favorecer la sinergia de presencias y obras y de los ámbitos de animación, pastoral juvenil, formación, administración y comunicación.

Con las voces de todas 

Una de las primeras acciones que asumió el equipo nacional fue el diseño y aplicación de un sondeo para que cada hermana pueda expresar las esperanzas, sueños, temores y desafíos que se vislumbran. A partir de las resonancias recibidas, el equipo sintetizó los aportes y elaboró los desafíos que surgieron, esbozando a partir de allí algunas primeras líneas de acción para seguir avanzando en el proceso.

Tomando la inspiración que el papa Francisco regala con ocasión del Año de la Vida Consagrada acontecido en el año 2015, hemos propuesto algunas claves para seguir dando pasos en comunión.

Una instancia significativa será la gran celebración de los 140 años de la llegada de la Hijas de María Auxiliadora a la Argentina, donde contaremos con la presencia de Madre Yvonne, que vendrá a compartir este grato acontecimiento los días 3 y 4 de noviembre en Buenos Aires.

La finalidad de esta convocatoria ha quedado definida así: “En el marco de la celebración de los 140 años de nuestra presencia en Argentina y en el proceso de Resignificación de nuestras inspectorías, renovamos nuestra comunión fraterna y pasión misionera junto a la Madre Yvonne.”

Lejos de ser una expresión de “muerte”, resignificar, reestructurar y revitalizar son el signo evidente de la presencia de Dios en medio de su pueblo, para hacerle salir de su propia tierra e ir a lugares desconocidos siguiendo sus indicaciones. • 

Las Hijas de María Auxiliadora a lo largo y ancho del país:

  • Se organizan en tres inspectorías: Nuestra Señora del Rosario, con sede en Córdoba, San Francisco de Sales, con sede en Buenos Aires y San Francisco Solano, con sede en Bahía Blanca.
  • Están presentes en 18 provincias
  • Conforman 56 comunidades religiosas y una extensa misión compartida en obras de gestión laical.
  • Acompañan y atienden diversas obras y presencias: escuelas, centros de capacitación laboral y formación profesional, institutos de educación superior, catequesis, misiones en comunidades insertas, barriales, rurales, pastoral aborigen, Movimiento Juvenil Salesiano, entre otros.

Por Lorena Pelusa, fma • lorepelusa@hotmail.com

BOLETÍN SALESIANO – NOVIEMBRE 2019

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