Resignificar en función de un sueño común.
Por Manuel Cayo, sdb
mcayo@donbosco.org.ar
Semanas atrás tirábamos ideas con la gente amiga del Boletín, pensando y dialogando sobre este artículo. El título sugerido era “La novedad que nos trajo Don Bosco”. La charla se puso interesante: vimos que en su tiempo ya existía el oratorio, ya había sacerdotes que trabajaban en las cárceles y con los pibes más pobres, que el espíritu salesiano tenía más de cien años, la devoción a la Auxiliadora casi trescientos. Si bien el Sistema Preventivo era una propuesta de avanzada para la época, no podemos negar que tenía algunos antecedentes en otras congregaciones o líneas pedagógicas.
Así continuábamos la “charla creativa”: tirábamos alguna iniciativa destacada de Don Bosco (la Formación Profesional, la comunicación social, las misiones) y, enseguida, encontrábamos alguien que le había ganado de mano.
Y, más movidos por la curiosidad que por la vagancia, recurrimos a la Inteligencia Artificial y le preguntamos al Chat GPT: ¿Cuál es la novedad que trae don Bosco?
La respuesta fue interesante:
Lo primero que apareció en la pantalla fue: “La genialidad de Don Bosco radica en su enfoque innovador y visionario para abordar los desafíos de su época”. Nosotros nos habíamos detenido más en iniciativas y estructuras… Acá se nos ofrecía un cambio de perspectiva. La novedad no está en lo que Don Bosco hace, sino en el cómo y para qué lo hace.
Y, a continuación, el chat seguía tirando líneas: “Aquí hay algunos aspectos destacados de su genialidad” y nos señalaba el “Sistema Preventivo” como enfoque educativo que aborda a toda la persona; la “atención integral” que responde a las necesidades tanto educativas como espirituales; su “enfoque práctico y relevante” fomentando el aprendizaje a través de la experiencia; su “opción por los jóvenes en situación de riesgo y pobreza” con la decisión de brindarles una propuesta integral de superación. El último aspecto que destacaba era su “influencia duradera” a través de tantas y tantos que nos reconocemos herederos de su legado educativo pastoral.
Por último, el chat nos arrojaba la siguiente línea: “En resumen, la genialidad de Don Bosco radica en su enfoque innovador, práctico y compasivo para educar y atender a los jóvenes en situación de vulnerabilidad. Su legado perdura hasta el día de hoy y su influencia en la educación y el cuidado de la juventud sigue siendo relevante y valiosa”.
El enfoque integral, la mirada completa de la persona, la capacidad de resignificar todo en función de un sueño común. Ahí está la clave de su genialidad y novedad: Don Bosco tiene una clara y concreta mirada de proyecto capaz de unificar todo (estructuras, intervenciones, método, agentes, itinerarios…) en función de una meta que tiene clara para aquellos interlocutores que, desde sus inicios soñadores, tiene en su mente y corazón.
Cuando se trató de definir la identidad más profunda de nuestro padre, de manera sintética y luminosa, se recurrió a esta misma intuición. En efecto, el artículo 21 de las Constituciones de los Salesianos describe a Don Bosco como alguien que sabe integrar todo lo que es y todo aquello con lo que cuenta en torno a un proyecto de vida integrador.
Dice así:
El Señor nos ha dado a Don Bosco como padre y maestro.
Lo estudiamos e imitamos admirando en él una espléndida armonía entre naturaleza y gracia. Profundamente humano y rico en las virtudes de su pueblo, estaba abierto a las realidades terrenas; profundamente hombre de Dios y lleno de los dones del Espíritu, vivía “como si viera al invisible”.
Ambos aspectos se fusionaron en un proyecto de vida fuertemente unitario: el servicio a los jóvenes. Lo realizó con firmeza y constancia, entre obstáculos y fatigas, con la sensibilidad de un corazón generoso: “No dio paso, ni pronunció palabra, ni acometió empresa que no tuviera por objeto la salvación de la juventud. Lo único que realmente le interesó fueron las almas”.
Este padre y maestro es, ante todo, un don, un regalo de Dios para todas y todos nosotros. Y lo más genial y novedoso es su “espléndida armonía” que integra toda su persona en un proyecto. Todos sus recursos humanos, toda su espiritualidad, toda su vida está copada por una causa: el servicio a los jóvenes.
Por eso recrea el oratorio, propone un sistema educativo integral, genera espacios y estructuras al servicio de este sueño con la sensibilidad de un corazón generoso. Y esta es, para mí, su originalidad… pero no es tan original: la encontramos también en Jesús y su pasión por el Reino… y en tantas y tantos que descubren aquello por lo que realmente vale la pena darlo todo, todo.
De todas maneras, siento que mi respuesta se queda chica, y también la de la IA, porque para cada una y cada uno Don Bosco tiene ese rasgo de novedad que abrió nuestro corazón y nuestra vida a nuevos y originales horizontes.
Por eso, te propongo que sigamos la charla con la que comenzó esta nota: ¿Cuál es, para vos, la novedad que te regaló Don Bosco?
BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – AGOSTO 2023