:Presentes
Argentina, 2012
Dirección: Pablo Destito – Luz López Mañe – Pablo Giles
:Presentes es una miniserie argentina que narra las historias de trece compañeros de secundaria que comparten la alegría y el miedo de algo único, desafiante e intenso: definir quiénes son y quiénes quieren ser.
La serie explora el universo adolescente. Cada capítulo presenta la vida de uno de los personajes y aborda temáticas específicas que los interpelan, entre las que se encuentran la discriminación, la deserción escolar, el compromiso social, la sexualidad y los conflictos con la autoridad. Nos invita a ponernos en la piel de jóvenes que viven intensamente, buscan la felicidad, quieren ser aceptados, luchan y se rebelan frente a las injusticias cotidianas intentando, sin saber cómo afrontar aquello que les toca vivir.
Las historias se entrecruzan dando lugar a conflictos que los ponen a prueba, los enfrentan y los transforman. Ese compañero del que poco conocen, se enfrenta a una realidad distinta con la que se encuentra cara a cara y de la que no puede “zafar”. Esta es la invitación más grande: mirar al otro.
Nuestra vida es interpelada por otra, por alguien que está conmigo y me acompaña o por otro que está pero no me ve; que ignora, que enfrenta, que desafía, que anima, que interroga, que sostiene. Nos desafía porque nos exige dar un salto. Renunciar a nuestra comodidad y apostar sin ninguna garantía. ¿Cuál es mi comodidad? ¿Me arriesgo a cambiar? ¿Estoy dispuesto a perder esas seguridades? ¿Quién soy? ¿Quién quiero ser? ¿Qué de lo que estoy haciendo hoy me lleva a lo que quiero ser? ¿Qué cosas estoy dispuesto a perder y cuáles no? ¿Soy consciente de que ese otro también vive, sueña, duda, la pelea? ¿Qué hago yo con su vida, con su historia?
El encuentro humano puede ocurrir de un momento a otro como un regalo inesperado de la vida: sentado en un bar, saliendo del trabajo o del colegio, y también en el momento que menos lo esperas, en la situación menos indicada, con la persona que menos imaginabas.
De golpe el otro aparece, me interrumpe, forma parte de mi día. Algo en su comunicar me toca y se vuelve una invitación hacia mí. Me lleva a darle una respuesta. Cuando esto pasa el otro se quita su máscara y me invita a entrar en su vida interior, que es sagrada. Entonces respondo quitándome también la máscara.
La invitación es concreta: mirar al otro y en él, mirarme. Mirar al otro y dejarlo entrar; mirar al otro y no esquivarlo; mirar al otro y hacerme cargo; mirar al otro y…
Por Mariana Hernández • hernandezmarianaa@gmail.com
Boletín Salesiano, septiembre 2017