Una certeza: María Auxiliadora

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¿Por qué continúa siendo significativo difundir la devoción a la Virgen? Algunos educadores responden a esta pregunta y nos presentan a María Auxiliadora.

1.
Es significativa porque es auxilio cuando estamos en dificultades.Y lo es porque ante todo fue auxilio de Jesús. Desde la Anunciación, diciendo que sí a lo que se venía, poniendo la fe por sobre todo.
Al visitar a su prima Isabel, yendo al encuentro, poniéndose al servicio.
Acompañando y presentando en el templo a su Hijo.
En Caná, donde no se hubiera solucionado el problema si la Virgen no hubiera tomado la iniciativa: ella es la que empuja a Jesús a realizar el primer signo ante todos.
María sigue de cerca a su Hijo. Interviene en la pasión de Jesús acompañándolo, no cambiándole la suerte.
Cuando los discípulos estaban desorientados, con muchas dudas, sin saber qué hacer, los sostiene y se queda con ellos.
Creyó en Dios siendo coherente, celebrando y viviendo lo que creía. Su auxilio parte de la fe en un Dios que nunca abandona.

2.
Como lo hacía Don Bosco, la devoción a la Virgen está atada a un contexto de conflicto e inestabilidad propio de su época. El siglo XXI no se presenta muy diferente, ni para la sociedad, ni para la Iglesia. Tampoco para los jóvenes,expuestos a muchas cosas que atentan contra su vida.
María es madre, cuida, protege. Ante las dudas y las angustias, Ella es guía, punto seguro para encontrar ayuda. A Jesús se llega gracias a Ella.

3.
Don Bosco, al final de su vida, todo lo que hizo se lo atribuyó a la Auxiliadora. Forma parte de nuestro “ADN salesiano”.
Muchos somos los que creemos en la necesidad de que los chicos y chicas abandonados y en peligro de hoy tengan experiencias de ternura, abrigo y seguridad.
De María Auxiliadora se puede hablar, pero también invitar a mirarla, a contemplar una imagen de las tantas que abundan en nuestras casas salesianas. Con su hijo en brazos, con su manto de tantos pliegues, contemplar basta.

 4.
María es madre, y entonces entiende todo lo que pasa con los hijos. Y en la madre no es que “confiás”:porque sos pequeño, bebé y no entendés. “Te confiás”, es decir, te abandonás en sus brazos: sonreís cuando está, porque te reconforta, te hace estar bien, te da todo lo que necesitás. Y no importa, cuando sos bebé, lo que creas o no creas. Lo importante es que ella está y vos te dejás estar. Podés recostarte siempre ahí, pase lo que pase. Hoy en día, vivir algo así en nuestro mundo no es para nada menor.

5.
“Auxilio” no es una “ayudita”ni una“promesa urgente”.
No en cualquier circunstancia se pide “auxilio”. María Auxiliadora es la “Mamá de los tiempos difíciles”, como a todos nos pasa cuando necesitamos de la contención materna.

6.
Es Mujer de su pueblo, que camina con nosotros.
Es Madre, de Jesús y de cada uno.
Es Reina, porque manda hacer cosas buenas.
Es Auxiliadora, porque sale a nuestro encuentro en los momentos difíciles.

7.
A los pibes más grandes les digo que María Auxiliadora siempre estuvo y va a estar con ellos. A pesar de los errores, de los problemas, de que nos alejemos o no la visitemos casi nunca, María permanece, siempre está ahí para cuidarnos, en un contexto de tanto cambio.
Y también es importante dejarse cuidar.Para cuidar a otros es fundamental dejarse cuidar por todos aquellos a través de los que María Auxiliadora se hace presente en nuestra vida cotidiana.

 8.
María es una mujer buena.Porque en la Cruz no lo dejó sólo a Jesús, lo acompañó y animó a terminar con la obra que el Padre Dios le había encomendado. No nos va a abandonar.
Es una mujer de esperanza. Porque los primeros discípulos, cobardes y temerosos, luego de la muerte de Jesústuvieron el aliento de la mujer que Dios había elegido como madre de su Hijo.
Es una mujer de fe: “Feliz de vos porque creíste”.
Porque hace veinte siglos que está siempre allí, donde el pueblo de Dios la necesita, para fortalecer su fe, alimentar la esperanza y comprometerlo en el amor.
Y el pueblo se da cuenta. Si no, ¿cómo se explica que haya más santuarios e iglesias dedicadas a ella que a cualquier santo?

9.
Hemos “endiosado” al ser humano y su poder mediante el uso de la razón y la tecnología. La devoción a María Auxiliadora nos abre al misterio, a comprender que no todo lo podemos, que no somos omnipotentes, sino abiertos en la necesidad. Pero cuidado, lo que “nos devuelve” María no es una respuesta omnipotente tampoco: es una respuesta desde la maternidad, desde la pobreza, desde la ternura. Muestra el rostro misterioso de un Dios cercano al humano.

10.
María sigue siendo importante desde la confianza. Nos invita a confiar en ella porque ella ha confiado primero. María es la que se queda incluso cuando la Fe se ha ido, se ha debilitado. Como rezamosen la canción Quiero llegar:“Ruego que ayudes con materna mano al pecador que sólo en Tí confía”. Quien ya no encuentra la fe en Dios, todavía tiene un hilo que lo conecta en María.

* Agradecemos a todos los docentes y educadores que abrieron su corazón para darle vida a esta nota. Muchos no pudieron incluirse solo por una cuestión de espacio.
Boletín Salesiano, mayo 2018

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