[one_fourth]
[/one_fourth]
[three_fourth last=last]
AUTOR
No te va a gustar
DISCO
el calor del pleno invierno (2012)
[/three_fourth]
Nada fue en vano Mi sueño es la fina mezcla, entre la risa y el llanto. Donde mantener la calma, para gritar cada tanto. Aunque a veces no lo logre, voy a seguir intentando encontrar, el equilibrio o por lo menos no voy a dejar de buscar. No vi partir a mi abuelo y si, vi llegar a mi hijo, me vi, rompiéndome el alma por situaciones que yo mismo elijo sentir. El hielo de la muerte, y el calor del pleno invierno, Perdí el miedo a la distancia de lo malo y de lo bueno. Es privilegio del ser humano, saber que nada pero nada fue en vano… Hay que saber aceptar que existen los días magros, porque son el contrapeso de los que traen milagros. Ahora yo disfruto el verme parado, es solo porque supe soportar estar arrodillado. Es privilegio del ser humano… Saber que nada pero nada fue en vano
¿Cuántas veces en la vida nos parece que algo que hicimos no tuvo sentido ni para uno mismo ni para otros? Cuando la vida nos hace atravesar por un profundo dolor, podemos gritar si salimos airosos del mismo que “nada fue en vano”, que el sueño que teníamos puede ser realidad. Y como dicen los chicos de NTVG, sólo los humanos tenemos esta capacidad.
Al grupo uruguayo le tocó vivir una experiencia muy dura mientras grababan su último disco en el 2012: el tecladista de la banda, Marcel Curuchet, murió en un accidente en moto mientras viajaba de Nueva Jersey a Nueva York para una presentación. Este hecho desató millones de inquietudes y preguntas, algunas sin respuesta aún para sus integrantes. El dolor inmenso quedó latente y presente en cada una de las canciones de El calor del pleno invierno. En el track número dos de este trabajo, Nada fue en vano, también se puede percibir el reflejo de búsquedas y de certezas de que la vida tiene un sentido cuando es vivida a pleno.
Hay un párrafo de esta canción que me llega profundamente y me hace volver a la memoria de esos días de desierto: “Hay que saber aceptar que existen los días magros, porque son el contrapeso de los que traen milagros” …y que hoy se puede estar parado si antes se estuvo arrodillado.
Hay momentos de la vida que nos tiran abajo, que la incertidumbre, el desánimo, la falta de proyectos, la vuelta de espaldas de alguna persona, lo que no fue, lo que es y no puedo cambiar… son todas situaciones que pueden hacernos sentir un ahogo muy grande. La realidad del trabajo es muy cambiante, podemos ser despedidos, no tenidos en cuenta, no recibir el pago merecido, ser maltratados, y a veces es muy difícil dar el paso de buscar lo que nos hace bien.
Pero la vida, la memoria agradecida, nos puede hacer levantar la cabeza con esperanza y volver a ponernos de pie buscando una luz, que siendo nuestra ciertamente iluminará el camino de otros. La búsqueda de esa luz es el desafío cotidiano para cada viviente, la capacidad de jugarse por algo o por alguien en este camino es lo que hará que tenga sentido.
[bd_table]
Para reflexionar: • ¿En qué momento de tu vida recordás haber perdido el aliento? • ¿Qué o quiénes te ayudaron a resurgir para luego darte cuenta de que «nada fue en vano»? • ¿De qué esperanzas te aferrás para seguir caminando? |
[/bd_table]