Como lo hacen todos los años, en el marco de la peregrinación juvenil del NEA a Itatí, los jóvenes de esa región leyeron el Manifiesto que ellos mismos conforman. En el documento, expresaron su deseo y compromiso de llevar su fe a todos los ambientes especialmente donde se ven injusticias, exclusión y vacío existencial. Además expresaron sus intenciones de aportar todo lo que esté a su alcance para recuperar valores, apostar por la vida y contagiar esperanza, aún ante las dificultades cotidianas.
Entre los conceptos e ideas desplegadas se destaca la figura de María como modelo y compañera del desafío que se proponen.
El texto completo del documento a continuación:
- Queremos ser… protagonistas de la construcción de la civilización del amor, en un mundo donde se descarta a los más débiles.
- Queremos ser misioneros fieles, que salen al encuentro de los demás, llevando a Jesús a los que sufren la injusticia, la incomprensión y la exclusión.
- Queremos seguir contagiando nuestra experiencia de haber encontrado en Jesús, vida verdadera que ilumine en la soledad, en la tristeza y en el vacío existencial.
- Sin miedo, queremos servir a Jesús, amándolo sobre todo, sirviéndolo en su Iglesia y en tantos hermanos jóvenes, para devolverles, por medio de El, el sentido de la vida y la esperanza que los anime a seguir en medio de las dificultades familiares y laborales.
- Queremos servirlo donde sea. Donde haya miedo, marginación, discriminación, inseguridad y rencor.
- Queremos desde el amor, contribuir a su obra de redención, obra que continúa y nos necesita para alentar la fe de los jóvenes que hicieron esa experiencia de encuentro con El, y transmitirla a los que aún no lo han encontrado.
- Deseamos salir con actitud fraterna y misionera hacia aquellos jóvenes que cayeron bajo el peso de las adicciones, en sus distintas formas y se alejaron del hermano.
- Le decimos ¡Sí! a Jesús en nuestra vida, en nuestra historia, para ser luz en el mundo que clama por justicia, dignidad, respeto, paz pero por sobre todo amor.
- Como dice el Papa Francisco, queremos salir a las periferias de la existencia, con actitud evangélica que llena el corazón y la vida entera, sin quedarnos en la tibieza y la tristeza individualista.
- Animémonos mutuamente a alimentar nuestra fe desde el encuentro con el hermano y de la oración.
Fuente: www.ellitoral.com.ar