«Mateadas» de cuarentena

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Un grupo de chicos y chicas de La Pampa se juntaron por videoconferencia para charlar: ¿qué cambia, que se pierde y que se gana en la cuarentena?

Con la colaboración de Agustín Camiletti, sdb

El mate está listo, pero esta vez cada uno tiene el suyo, porque quienes van a compartirlo se encuentran a varios kilómetros de distancia. Son chicos y chicas animadores de los oratorios de Santa Rosa y General Pico, en La Pampa. El encuentro, que esta vez se da a través de una videoconferencia virtual, sigue teniendo el mismo objetivo: escucharse y saber cómo va transitando cada uno este tiempo de cuarentena. 

Nicolás, Mauricio y Demian egresan este año del secundario. Otro Nicolás está dando sus primeros pasos en la facultad, mientras que Juani y Juli han visto sus trabajos afectados. Los seis tenían muchas ganas de dar comienzo a los oratorios. Pero todo quedó trunco, al menos en el formato habitual…

 

¿Cómo cambiaron las actividades de todos los días por la cuarentena?

Para mí cambió todo. Veníamos de las vacaciones, de estar todo el tiempo con los amigos y de repente estamos encerrados. Tenes videollamadas, redes sociales, pero no es lo mismo”, dice Demian, y los demás coinciden. 

Las tareas se hacen online, “y es un quilombo bárbaro”, dice el segundo Nicolás. El oratorio estaba arrancando y ahora se hace por WhatsApp. “De no estar nunca en casa, ahora estoy siempre… pero la estoy pasando mejor de lo que pensaba”, dice el primer Nicolás, que además descubrió un pasatiempo: la jardinería.

La que sigue con parte de su rutina es Julieta, que no dejó de ir al laboratorio de análisis clínicos donde trabaja. “Pero a la tarde tenía un montón de actividades que ya no hago y eso me genera mucha angustia”, aclara.

 

¿Qué es lo que más extrañan hacer?

Aquí la respuesta es muy parecida: salir a tomar algo, los amigos. “Lo extraño un montón”, dice el primer Nicolás. Pero también el oratorio, el deporte. “¡Yo extraño el colegio!”, dice Demian, que está en su último año y siente que lo está desperdiciando: “¡La promo 2020 está en cuarentena!”. 

Para Mauricio, se extraña la explicación de los profesores: “Es muy complicado estudiar sin eso”. Al primer Nicolás no le pasa lo mismo, porque en la facultad se hace más llevadero. 

 

Esas ideas llevan la charla a otro tema importante: ¿es lo mismo ir a la escuela que seguir estudiando desde casa?

Ir a la escuela significaba levantarme temprano, estar siete horas y ahora se trata de hacer sólo un trabajo —dice Demian—. En dos horas lo hacés y después estás todo el día libre. Necesito más cosas para hacer. Además extraño el tiempo de los recreos, estar con mis compañeros”.

Para Mauri tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Siente que así aprovecha más el tiempo. Pero se le complica a la hora de plantear dudas a los docentes, ya que de manera virtual “se me hace eterno”.

Yo voy a opinar desde otro punto de vista”, aclara Julieta. Ella comenzó una suplencia como docente justo a principio de año: “Yo los invito a reflexionar mucho y por ahí no entienden hacia dónde quiero ir. Estando cara a cara es distinto, es importante que se genere un ida y vuelta”.

 

La cuarentena es la medida más efectiva para reducir la expansión del coronavirus, pero… ¿tiene alguna otra cosa buena? 

Lo bueno que trajo es la convivencia  —dice Demian—. Yo estoy con mi mamá y mi padrastro y la pasamos bien”. Juli agrega: “Te hace valorar gestos como los abrazos, los besos y las demostraciones de afecto. Yo no me considero cariñosa, pero en este momento el abrazo lo extraño un montón”. 

Para el primer Nico, está bueno valorar la capacidad de empatía y de reflexión que se genera en las personas. Él vive en el campo con sus tíos y abuelos, cada uno en su terreno: “No le tenemos miedo a las salidas, pero no lo hacemos para cuidar a mis abuelos, que son grandes”.

Juani siente que antes de la cuarentena, en su casa no se llevaban tan bien: “Ahora estamos más unidos y compartimos mucho más tiempo juntos”. Nicolás agrega: “Yo además volví a hablar con amigos que hace tiempo no conversaba”. Y Juli suma a eso: “Nos volvimos a conectar con mis amigos de la secundaria. Tal vez con los ritmos de la rutina habitual no nos dábamos ese tiempo”

Además, para algunos la cuarentena está siendo un gran momento de aprender cosas nuevas. Al primer Nico le habían regalado un ukelele, y ahora lo está aprendiendo a usar. Mauri aprovecha para hacer ejercicios en casa y Juli aprendió a bordar. Juani está cocinando y aprendió a hacer chipá.

 

¿Se puede seguir “en contacto” con los amigos? ¿Y hacer nuevas amistades?

“¡Sí! responde entre risas Mauri. “Nos por redes sociales, hacemos videollamadas, descargamos juegos online. Hacemos tareas entre compañeros. ¿Y si podemos hacer nuevos amigos ? ¡Sí! A traves de Instagram. Ahora subimos más cosas a las historias y tal vez alguien te responde. Van dos semanas que tengo una ‘amiga de cuarentena’. Es compañera de la escuela”.

Demian cuenta que ahora se lleva mejor con un montón de gente que antes no conocía tanto. El segundo Nico dice que ahora tiene tiempo para responder más rápido a los mensajes que le mandan.

 

Y la pregunta más difícil para el final: ¿como es “estar en pareja” durante la cuarentena? ¿Se puede comenzar a “salir” con alguien, cuando no podemos salir?

“Cuando me puse de novio, hace tiempo, lo hice por teléfono cuenta el primer Nico—. Así que imposible no es, básicamente. Si podes estar en contacto con tus amigos, ¿por qué no podrías hacerlo con tu pareja? Pero depende mucho de la voluntad y las ganas de ambos”.

Mauri cree que es más demostrativo en persona: “No me gusta hablar por teléfono. Se puede seguir en contacto, pero si los dos quieren. Y aún con la persona que ya conoces podés llegar a descubrir algo nuevo”. “Es raro el concepto de ‘salir’ dice Juli—. Conocerse por ahí se adapta mucho mejor”.

Terminada la mateada, el grupo coincide en varias cosas.

– Que están experimentado muchos límites. Quizás, el encierro pudo amplificar las dificultades en los vínculos, hacerlos más evidentes. Puso sobre la mesa que no por el hecho de vivir juntos, es fácil encontrarnos. Pero también puede regalar oportunidades de re-encontrarse y re-conocerse.

– Que muchos sueños y cosas que valoramos podemos vivirlas más allá de la realidad de aislamiento, como los amigos o la fe. Hay encuentros inesperados. Tal vez se puede recuperar algún vínculo. Y que hay que estar atentos a cómo transcurre la cuarentena de los demás y ofrecerse a estar “cerca”.

– Y que este tiempo, además, invita a hacerse muchas preguntas. Se hacen cosas  llenas de sentido y otras sin ninguno, como en automático. Todo esto ayuda a conocerse un poco más.

 

Chicos y chicas de La Pampa se encontraron por videollamada para charlar sobre la cuarentena. ¡Animate a repetir estas experiencias de encuentro con tu grupo, con tus amigos, con tu comunidad!

BOLETÍN SALESIANO MAYO 2020

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