Convocados por Jesús

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En Tucumán, el XI Congreso Eucarístico Nacional convocó a más de veinte mil personas de todo el país para celebrar a Jesús. Los jóvenes tuvieron un lugar protagónico.

En una de las tantas reuniones organizativas para preparar el Congreso Eucarístico, a alguien se le ocurrió la idea de brindar un espacio exclusivo para los jóvenes. La idea provocó reacciones: ¿Por qué hacer una organización paralela? ¿Otro Congreso? ¿Por qué separar si la Iglesia es una sola? ¿Para qué complicarnos? La idea siguió madurando y se terminó de instalar. Por eso el Congreso Eucarístico Nacional 2016 —CEN 2016— fue muy bien aprovechado como oportunidad providencial para revitalizar la Iglesia joven y crecer en la comunión fraterna que brota de la fe eucarística.

Presencia que se nota

El Espacio Joven tuvo como objetivo principal que los chicos y chicas de todo el país experimenten vitalmente la presencia real y sustancial de Cristo en la Eucaristía y que, fascinados por Él, se animen a asumir el desafío de la conversión y se lancen a la transformación de la Patria en el Bicentenario de su Independencia. La presencia juvenil se notó y mucho. Fueron más de cinco mil los jóvenes congresistas, a los que se sumaron los servidores y demás participantes de distintos proyectos solidarios que se acercaron espontáneamente a las actividades del Espacio Joven. Fue, sin dudas, un Congreso con mucho “lío juvenil”.

Conferencias, signos eucarísticos, teatro, música y otras propuestas creativas formaron parte de de esta propuesta, que pretendió abordar diversas temáticas como la pastoral juvenil con proyección social, el trabajo en la periferia, la familia y la vida. Tres centros de convocatoria reunieron a más de 4500 jóvenes y en cada uno hubo espacio para el canto, el baile y la oración.

 

Me voy lleno de Dios. Cada experiencia la viví intensamente y en especial el venir a una casa salesiana y ver a la Virgen Auxiliadora con los brazos abiertos llevándonos a Jesús. Viniendo de tan lejos me doy cuenta que vale la pena dedicarse a Cristo”, afirma Leonel, de Paraná, al que le tocó alojarse en el colegio salesiano General Belgrano, de Tucumán.

Gen Rosso: arte, música y compromiso

Fueron muchas las propuestas juveniles durante los cuatro días que duró el encuentro, y una de las más significativas fue el espectáculo musical Streetlight, que interpretó la banda Gen Rosso, del Movimiento de los Focolares. El musical relata la historia de un joven humilde que intenta escapar de la violencia que predomina en su barrio. Su negativa a participar en una banda delictiva lo lleva a ser perseguido y agredido hasta su muerte.

El grupo Gen Rosso, integrado por músicos, bailarines y actores, se encuentra en permanente actividad solidaria y misionera al servicio de la fraternidad y comprensión de los pueblos, con el objetivo de transmitir valores desde la música. La banda, de cara al CEN 2016, convocó a más de doscientos chicos y chicas que se están recuperando de diferentes adicciones para que participen en talleres de música, canto, baile y pintura. El resultado final: jóvenes en el escenario bailando y cantando junto a Gen Rosso en un musical por la vida, contra la droga y la violencia. Esta experiencia de “arte-terapia” se propuso generar conciencia sobre el peligro del consumo de drogas, y a la vez trabajar sobre el sentido de superación y la autoestima, ayudando de a descubrir los propios dones y dotaciones artísticas.

Los jóvenes de Salta también se hicieron presentes en el CEN 2016. Las charlas fueron muy buenas y divertidas. Nos hicimos amigos de muchos jóvenes”, cuenta María Belén. Luis, también salteño, menciona: “Me encantó encontrarme con jóvenes en las plazas, subir a los colectivos y empezar a cantar. El CEN me presentó a Jesús en nuestros hermanos y en la atención que tuvieron con nosotros los tucumanos”.

“Un encuentro de los nuestros”

La presencia de los jóvenes tiñó de vida y esperanza a una Iglesia que a veces parece sostenida sólo por religiosos y adultos mayores. El CEN 2016 tuvo un gran empuje y por momentos pareció un encuentro juvenil “de los nuestros”, al mejor estilo del Encuentro Nacional de Jóvenes por el Bicentenario del nacimiento de Don Bosco. Es claro que la cantidad de jóvenes participantes, que fue más de la tercera parte  de los congresistas, colaboró en favor de la vitalidad del espacio. El Congreso fue también de los jóvenes y eso se sintió: hicieron ruido, rezaron, lloraron y compartieron la fe. Hay esperanza en la Iglesia mientras existan espacios para ellos, que revitalizan el llamado de Jesucristo en el presente y para el futuro.

Tener a Jesucristo presente hace que uno crezca espiritualmente. Es una experiencia muy linda compartir con gente de toda Argentina, y más en el año del Bicentenario: como un sentimiento de pertenencia, de lo que es nuestro”, comenta Fátima, una de las jóvenes provenientes de Mendoza.

Por Germán Díaz gdiaz@donbosco.org.ar

Eucaristía, fe y comunidad

Fueron cuatro días en donde la fe y la comunidad fueron eje del trabajo, la oración y la celebración de las diecisiete mil personas que se anotaron, según los organizadores, para celebrar a Jesús en el XI Congreso Eucarístico Nacional.

Entre el 16 y el 19 de junio, la “Ciudad Eucarística” —montada sobre el inmenso predio del Hipódromo Municipal de Tucumán— fue la sede central de exposiciones, charlas, presentaciones y celebraciones masivas.

El jueves 16, la peregrinación desde la parroquia de la Victoria, en el centro de la ciudad, hasta la Ciudad Eucarística —donde se celebró la misa de apertura—, fue el comienzo formal del CEN 2016. Más tarde, la disertación del monje benedictino Mamerto Menapace sobre fe e historia argentina colmó el auditorio de María.

El viernes 17 se realizaron diversos gestos de misericordia en diferentes lugares. El más destacado fue la visita del enviado papal, cardenal Giovanni Battista Re, junto a un grupo de jóvenes, al Hospital de Niños de San Miguel de Tucumán.

El sábado 18, una de las actividades que mayor convocatoria tuvo fue el Encuentro Musical de Jóvenes y la posterior vigilia. Allí el número central fue el show Streetlight, del grupo artístico Gen Rosso.

En la misa de clausura, presidida por el cardenal Re, participaron unas trescientas mil personas entre las que se encontraban el Presidente de la Nación, Mauricio Macri y el gobernador Juan Manzur, entre otras autoridades nacionales y provinciales. Allí, el enviado papal recordó que “la Eucaristía es el gran motor de la vida cristiana, que impulsa a dar testimonio y a la solidaridad con los demás”. Y puntualizó: “De la Eucaristía ha brotado a través de los siglos un inmenso río de caridad y de obras sociales”.

Miles de peregrinos vivieron en el Congreso Eucarístico Nacional un verdadero y multitudinario encuentro de fe, que cada uno llevará en el corazón para compartir con su comunidad, su hogar y su familia.

Boletín Salesiano – Julio 2016

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