La invitación del Papa a los obispos para el Sínodo del año próximo
“Jóvenes, también la Iglesia desea ponerse a la escucha de la voz, de la sensibilidad, de la fe de cada uno; así como también de las dudas y las críticas. Hagan sentir a todos el grito de ustedes, déjenlo resonar en las comunidades y háganlo llegar a los pastores”: con estas palabras, el papa Francisco presentaba a principios de este año el documento de preparación al próximo Sínodo de los obispos, que se realizará en octubre de 2018, el mismo tendrá por tema “los jóvenes, la fe y la vocación”. La Iglesia quiere escuchar a los jóvenes; la Familia Salesiana también puede hacer su aporte.
¿Para qué sirve un Sínodo?
Luego de “caminar juntos” durante el Concilio Vaticano II, los pastores quisieron prolongar ese espíritu de unidad entre los obispos y el Papa a través de una nueva institución: el Sínodo de los obispos. Con ese fin fue creado en 1965 por Pablo VI. Se trata de una asamblea de obispos de distintas partes del mundo, convocados por el Papa con la tarea de ayudarlo y aconsejarlo acerca de temas importantes para la vida de la Iglesia. El año próximo se celebrará la edición número quince, y como ya es costumbre desde 1974 —cuando tuvo lugar la tercera asamblea—, al finalizar la misma, el Papa presentará las conclusiones en una exhortación apostólica. Así nacieron algunos documentos de gran importancia para la Iglesia, como Evangelii Nuntiandi, Christifideles Laici o Amoris Laetitia.
El núcleo de los temas reflexionados en los últimos Sínodos fue la evangelización: el papa Benedicto XVI presidió dos asambleas dedicadas a la centralidad de la Eucaristía (2005) y la Palabra (2008) en la vida y misión de la Iglesia; y una tercera (2012) sobre la nueva evangelización.
De esta última tomó inspiración el papa Francisco para escribir Evangelii Gaudium, su primer carta, y a su vez propuso un nuevo sínodo con dos sesiones, 2014 y 2015, para profundizar sobre los desafíos que presenta el acompañamiento pastoral a las familias. Las conclusiones fueron recogidas en Amoris Laetitia, un documento que sigue haciendo “ruido” en algunos sectores.
¿De los jóvenes? ¿Sobre los jóvenes?
Ahora, Francisco sorprende de nuevo convocando a los obispos para reflexionar junto a él sobre la fe y el discernimiento vocacional en la vida de los jóvenes. Esto genera fuerte expectativa, porque nunca antes la Iglesia había reflexionado a este nivel, específicamente sobre los jóvenes, y debido a eso algunos de los procedimientos habituales sufrieron pequeñas modificaciones.
Este no es un Sínodo de los jóvenes, porque esta reunión que aconseja al Papa es siempre de los obispos. Tampoco es un Sínodo sobre los jóvenes, porque Francisco no quiere dejarlos afuera de la reflexión. Es en realidad un Sínodo de los obispos con y para los jóvenes, porque la principal intención es escucharlos e interpelarnos como Iglesia, frente a su modo de entender la fe y la vocación, para poder acompañarlos en el discernimiento.
Como innovación en la preparación de la Asamblea, que se realizará en octubre del año próximo, la secretaría del Sínodo preparó un cuestionario online con el que espera recoger de primera mano la opinión de muchos chicos y chicas de todo el mundo. Por otra parte, el Papa convocó a un encuentro de jóvenes de diversas regiones, tanto católicos como de otras confesiones cristianas, de otras religiones y hasta no creyentes, que se reunirán en Roma del 19 al 24 de marzo de 2018, para que la Iglesia pueda escuchar sus impresiones sobre la fe, sus dudas y sus críticas. “¡Debemos escuchar a los jóvenes!”, dijo Francisco mientras anunciaba esta convocatoria en la catequesis del primer miércoles de octubre.
¿Y la Familia Salesiana?
Una de las formas de participación de la Familia Salesiana en el camino de preparación se da a través de los salesianos Mauro Mantovani, Rossano Sala —rector y profesor de Teología de la Universidad Salesiana de Roma, respectivamente— y Fabio Attard, consejero general para la Pastoral Juvenil; y la hermana María Teresa Spiga, por las Hijas de María Auxiliadora. Ellos, junto a tres jóvenes, algunos biblistas, teólogos y sociólogos, conforman el equipo de catorce personas que el Papa convocó para elaborar el documento de preparación, presentado a mediados de enero de este año.
Dicho documento introduce el tema de la fe, la vocación y el discernimiento como puntos de reflexión centrales del Sínodo; antes hace un repaso de algunas características de los jóvenes en el mundo de hoy y al final propone algunas consideraciones que funcionan como guía de la acción pastoral. En base a esta propuesta trabajarán luego los obispos, confrontándola con lo recogido en las diferentes instancias que tienen los jóvenes para participar.
A la Familia Salesiana se le presenta el desafío de hacer partícipes a nuestros jóvenes, interesarnos y entusiasmar, venciendo la apatía que quizás puedan producir los procesos eclesiales masivos. Este mismo espíritu está en el horizonte de la consigna que el Rector Mayor propone como Aguinaldo 2018 para la Familia Salesiana: “Cultivemos el arte de escuchar y acompañar”. Como hijos de Don Bosco, no puede resultarnos indiferente este signo de los tiempos.
Por Héctor Arismende, sdb • harismende@donbosco.org.ar
Boletín Salesiano, noviembre 2017