Por: Jesús-Graciliano González
Don Bosco había tenido varios intentos de fundar una Sociedad para asegurarse la continuidad de la obra del Oratorio, que crecía día a día. Sin embargo, aunque ningún intento había llegado a concretarse jamás desistió de su idea y en 1859, un domingo, 18 de diciembre, alrededor de las 9 de la mañana logra por fin fundar la que sería la Congregación Salesiana bajo el nombre de Pía Sociedad de San Francisco de Sales. Esta fecha es considerada la Fundación oficial de la Sociedad Salesiana -precedida por la propuesta de Don Bosco en la conferencia del 9 de diciembre- con dieciocho miembros -ningún laico-. Se elige el “I Consejo General”.
El sueño de los 9 años marcó la vida del pequeño Juan Bosco. Aunque tardó en interpretarlo y tan sólo su madre le creyó y animó, cuando comprendió lo que significaban el personaje que lo guio, los lobos, las ovejas y la mujer que brillaba junto a él lo puso en práctica hasta el último día y el último aliento de su vida.
Cuando ingresó en el seminario de Turín Don Bosco empezó, con la aprobación de sus superiores, a reunir todos los domingos a un grupo de muchachos abandonados de la ciudad en una especie de escuela y lugar de recreo al que llamó oratorio festivo.
El primer alumno de Don Bosco y con el que empezó todo fue el huérfano Bartolomé Garelli, de 16 años, y que conoció en la sacristía del templo de María Auxiliadora un día de la Inmaculada de 1854.
Don Bosco, que trabajaba y escribía mucho, pero también dormía muy poco, también dio clases en una escuela nocturna para jóvenes trabajadores y, como el oratorio estaba lleno, abrió otros dos centros en otros tantos barrios de Turín. Por la misma época empezó a dar alojamiento a los niños abandonados. Poco después había ya cuarenta chicos, la mayoría aprendices, que vivían con Don Bosco y su madre en Valdocco.
El fundador de los Salesianos no tardó en darse cuenta de que todo el bien que hacía por sus chicos se perdía con las malas influencias del exterior, así que decidió construir sus propios talleres de aprendizaje. Los dos primeros fueron inaugurados en 1853. A los tres años, en 1856, había ya 150 internos, cuatro talleres, una imprenta, cuatro clases de latín y diez sacerdotes. Los externos eran 500.
Desde su fundación, la congregación creció rápidamente: en 1863 había 39 salesianos y a la muerte del fundador eran ya 768. En la actualidad, la Congregación Salesiana tiene presencia en más de 130 países de los cinco continentes, contando con 14.000 miembros.