Por: Emiliano Velasco, sdb
Hace poco más de un año en Argentina se reglamentó la Ley 27.159, “Sistema de prevención integral de la muerte súbita”, que busca promover el acceso de toda la población a la reanimación cardiopulmonar y a la desfibrilación. Esta ley establece que los lugares públicos y privados por los que circulan más de mil personas por día –escuelas, oficinas, centros comerciales, etc– y los espacios donde se realiza actividad física deben contar con al menos un desfibrilador externo automático –DEA–. Además deben contar con personal capacitado en RCP. Así las instituciones pueden hacer frente a la muerte súbita, –un paro cardíaco inesperado– que afecta a una persona cada quince minutos.
Estas medidas se basan en la evidencia científica de que aplicando RCP y una carga eléctrica entre los primeros tres a cinco minutos del colapso puede producir altas tasas de supervivencia tanto en adultos como en niños y niñas. Por el contrario, cada minuto que se retrasa la desfibrilación las personas tienen menos posibilidades de ser reanimadas, y por ello se recomienda aplicar RCP y una descarga con el DEA mientras se espera el arribo de la ambulancia.
El evangelio de Mateo narra que Jesús dijo a sus discípulos: “No quiero despedir a la gente sin comer, no sea que desfallezcan en el camino”. Tal era la preocupación de Jesús para evitar que algo desagradable se convierta en realidad, que pidió a sus discípulos que tomen las medidas necesarias para prevenir un mal físico. Esta acción preventiva de Jesús resuena profundamente en un corazón salesiano que entiende que prevenir es buscar el cuidado de todo joven.
Sabemos que adecuar nuestras instalaciones y actividades son tareas engorrosas, costosas y nos obligan a cambiar modos de proceder ya aprendidos y arraigados en nuestras culturas institucionales. Pero quienes seguimos el sistema educativo de Don Bosco nos aferramos a la certeza de que “educar significa prevenir en todas las acepciones posibles», incluyendo prevenir el mal que afecta a una de cada mil personas. Y nos compromete como discípulos de Jesús con su misma preocupación: “no sea que desfallezcan” pudiendo haberlo evitado.
El Programa PAAS y la Universidad Salesiana desarrollaron estrategias
para que en las casas salesianas sea más accesible el acceso a desfibriladores
y a capacitaciones de RCP y Primeros Auxilios.
Podes solicitar información escribiendo a programapaas@donbosco.org.ar
BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – MARZO 2024