La delgada línea amarilla
Director: Celso Gracia
México, 2015
Disponible en Amazon Prime video
Por Diego Coronel
diegocoronel@hotmail.com
Algunas veces, historias simples, tomadas de lo cotidiano, contadas de manera correcta, con aciertos técnicos y artísticos, atraviesan la pantalla y nos dejan mucho más que un buen momento.
Este es el caso de La delgada línea amarilla, escrita y dirigida por Celso García, que podemos encontrar en la plataforma de Amazon Prime video. Una especie de road movie muy particular, que pone el foco en los detalles y, a la vez, carga de gran simbolismo toda la historia.
La película se centra en Toño, un hombre de 60 años, que luego de ser cuidador de un desarmadero de autopartes por once años es despedido, quedando de un día para otro en la incertidumbre que genera esa dura realidad. Muy rápidamente y gracias a un fortuito encuentro tendrá nuevamente la oportunidad de trabajar, pero en esta oportunidad como capataz de un equipo de cuatro hombres que deberán pintar, a pie y a lo largo de doscientos kilómetros, la línea amarilla divisoria de la ruta que separa los pueblos de San Carlos y San Jacinto.
La diversidad de este equipo será fundamental en este viaje. A lo largo del mismo conoceremos a un adolescente con una difícil situación familiar, un trabajador de circo, un ex convicto y un camionero retirado con una particular motivación. Juntos deberán hacer frente a los desafíos que el camino les va presentando, y al mismo tiempo al pasado que cada uno trae consigo.
A lo largo del viaje, estas líneas amarillas se convertirán en metáfora de todo aquello que los separa del otro, de los otros, y al mismo tiempo una invitación constante a mirar, revisar y mover todo lo que sea necesario para poder estar más cerca de la realidad que atraviesan muchos hermanos.
El tan deseado “kilómetro doscientos”, localidad de San Carlos, a la que los protagonistas deben llegar, también nos convoca a redescubrir la importancia de los horizontes compartidos, que nos permiten ser y traer aquello que nos habita, a la vez que nos ponen a caminar juntos bajo un mismo sueño, una misma misión. Los límites y fronteras que nos separan de los demás, una vez más, se caen ante las experiencias de comunión, ante la realidad de aquellos que caminan a nuestro lado.
Con una premisa muy simple, y con muchos aciertos, buenas interpretaciones, momentos emotivos y varios giros inesperados, La delgada línea amarilla se convierte en una muy buena opción para quienes quieran pasar un buen momento y tirar de algunos hilos que nos permiten pensar la vida.
Preguntas para pensar la película:
- ¿Cuáles son los límites y fronteras que me separan de mis hermanos?
- ¿Cuáles son mis horizontes compartidos?
- ¿Quiénes caminan a mi lado hacia esos horizontes?
BOLETIN SALESIANO – MAYO 2021