Una puerta al futuro

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En un hecho histórico que abre nuevos sueños y desafíos, a partir de diciembre de 2022 la presencia de las Hijas de María Auxiliadora en Argentina estará organizada en una única inspectoría.

Por Ivana Barrios
comunicacionabb@hmaabb.org

El 25 de marzo, día de la Anunciación de la Virgen, la carta de la Madre Yvonne Reungoat y su Consejo General dio por finalizado el proceso de discernimiento de las Hijas de María Auxiliadora en Argentina iniciado en 2018. Las encargadas de dar la noticia fueron las tres inspectoras, quienes compartieron la comunicación el pasado 5 de abril: “ a partir de diciembre de 2022, las distintas presencias de las Hijas de María Auxiliadora en nuestro país conformarán una única inspectoría”. ¿El deseo? Escuchar la voz de Dios y actualizar las estructuras para “vivir felices, sencillas y en salida hacia los más pobres”. 

Argentina, un lugar en los orígenes

Las Hijas de María Auxiliadora, fundadas por Don Bosco y Madre Mazzarello en 1872, organizan hoy su misión en esta tierra en tres “provincias” o inspectorías: San Francisco de Sales, con sede en Buenos Aires; San Francisco Javier, con sede en Bahía Blanca; y Nuestra Señora del Rosario, con sede en Córdoba. 

Son parte de una historia que comienza en nuestro país en 1879.“Argentina es el país de las primeras poblaciones misioneras donde el carisma fue fecundo desde los orígenes; para mí están juntas Mornés, Nizza y Argentina: con esas palabras, ubicando a nuestro país como uno de los primeros lugares donde salesianos y salesianas hicieron misión, Madre Yvonne invitó a las hermanas de Argentina a repensar y organizar sus presencias con el objetivo de ser fieles al sueño de Don Bosco y Madre Mazzarello de estar cerca de los jóvenes más pobres.

“El deseo es vivir felices, sencillas y en salida hacia los más pobres”, dice Madre Yvonne.

“María es nuestra madre, nos acompaña. Si Ella está en nuestras casas no hay que tener miedo. Tengo mucha esperanza y creemos en los signos de la presencia del Señor que guía el camino que hicieron y en la potencialidad carismática que está presente en la Argentina”, resaltaba Madre Yvonne, marcando la valentía de las hermanas al asumir esta decisión.

Jóvenes durante el Encuentro Nacional de 2019, en Buenos Aires.

Una misión compartida

Durante tres años de discernimiento junto a laicos, laicas y jóvenes, las Hijas de María Auxiliadora se dieron la oportunidad de reflexionar, meditar, consultar y evaluar la realidad actual y desde allí proponer una respuesta acorde a las necesidades de los jóvenes en situación de riesgo y vulnerabilidad. Un augurio de la Madre General respecto a la visión de “ser pocas”, decía: “En este momento, todas las congregaciones sentimos la pobreza de fuerzas. La respuesta está en compartir la pobreza para que se vuelva riqueza y de allí surgirá una fuerza creativa generadora de vida nueva”.

Educadoras en San Juan, capital

Las inspectoras de Bahía Blanca, Marta Riccioli; Buenos Aires, María Elena Fernández, y Córdoba, Adriana Gómez, agradecieron el interés, apoyo y compromiso con el que se asumió esta tarea e invitaron a seguir apostando al carisma y hacerlo crecer en todo el país como en los primeros tiempos: “Que tengamos en el corazón la misma pasión de las primeras misioneras, para trazar un camino luminoso para las nuevas generaciones”.

Misión en Chos Malal, Neuquén

Parte de un proceso mundial

El camino que llevan adelante las Hijas de María Auxiliadora en Argentina es parte de una dinámica más grande, propuesta por el Instituto a distintos países y regiones. En 2017, la Madre General invitó a las hermanas de toda América a realizar un camino de conversión al carisma reconfiguración de sus presencias. En Argentina, ese trayecto se inició en 2018, con el acompañamiento y asesoría externa del hermano marista Alberto Aparicio, quien guió en el discernimiento por una o dos inspectorías, y también en la elaboración de la propuesta presentada a la Madre y al Consejo General. 

Madre Yvonne también buscó las formas de estar presente en el proceso. El último momento presencial de Madre Yvonne con las Hijas de María Auxiliadora en Argentina fue en noviembre de 2019, durante el Encuentro Nacional de celebración por los 140 años de la primera presencia en el país, en la casa de Almagro, Buenos Aires. Pero en febrero de este año, Yvonne participó mediante una conexión virtual de la última reunión de los tres consejos inspectoriales antes de definir la propuesta final. Allí compartió ejemplos de los caminos transitados por otras inspectorías en el mundo como Brasil y España.

Oratorio en Resistencia, Chaco

“No podemos ‘no soñar”

Reconocerse como una gran familia en el país. Pensar los cambios desde la opción por los jóvenes más pobres. Mantener la fuerza de los orígenes. Hacerse cargo de la realidad. Garantizar la fidelidad y felicidad de cada hermana. Estas son algunas de las claves que surgen del proceso para vivir el tiempo que vendrá.“No podemos ‘no soñar’, porque si no soñamos, no hacemos nada… —afirma Madre Yvonne—. Cada paso que damos abre una puerta al futuro. Estamos en un tiempo para tomar una decisión histórica, con la confianza que tendrá una fecundidad que hoy no vemos, y con fe porque vamos a tomar una decisión de amor al carisma, a los jóvenes y a los más pobres. Eso no puede quedar estéril”.

Comunidad religiosa de Atamisqui, Santiago del Estero

Con voz propia

“Nos va a enriquecer la pastoral y la formación. Tenemos más gente para compartir experiencias y formaciones. Se puede pensar un lindo camino para el Movimiento Juvenil Salesiano. ¡Como desafío sólo encuentro las distancias…!”
Jony Muñoz
Coordinador de Pastoral e integrante del MJS. Trelew, Chubut


“Siento que se unen más las fuerzas, que se agranda la familia, se fortalece más la presencia de las hermanas en Argentina”.
Melina Segovia
Postulante. Buenos Aires


“Somos hijas e hijos de soñadores; por eso soñamos con un proyecto nacional de misión compartida que nos lleve a los lugares de ‘frontera’ acompañando la vida de los niños, adolescentes y jóvenes con más vulnerabilidad. Es un tiempo de mucha oración y confianza en el actuar de Dios”. 
Hna. Marisa Garlatti
General Roca, Río Negro


“Nos permitirá reorganizar las fuerzas en torno a los sueños y desafíos que consideramos prioritarios: la presencia entre los más pobres, vivir aquello que es esencial, tanto en lo comunitario como en la misión; un trabajo compartido en el país, superando los regionalismos”. 
Hna. Silvia Moraga
Tucumán


“Estamos desafiados a dar respuestas a nivel país, con problemáticas que nos abarcan a todos. Y hacer crecer el Reino de Dios respetando los ritmos de cada lugar. En una inspectoría tan grande y extensa, tengamos la conciencia de dar fruto de acuerdo al lugar donde estamos”.
Walter Wehinger
Director general. Junín de los Andes, Neuquén

BOLETIN SALESIANO – MAYO 2021

Una puerta al futuro

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En un hecho histórico que abre nuevos sueños y desafíos, a partir de diciembre de 2022 la presencia de las Hijas de María Auxiliadora en Argentina estará organizada en una única inspectoría.

Por Ivana Barrios
comunicacionabb@hmaabb.org

El 25 de marzo, día de la Anunciación de la Virgen, la carta de la Madre Yvonne Reungoat y su Consejo General dio por finalizado el proceso de discernimiento de las Hijas de María Auxiliadora en Argentina iniciado en 2018. Las encargadas de dar la noticia fueron las tres inspectoras, quienes compartieron la comunicación el pasado 5 de abril: “ a partir de diciembre de 2022, las distintas presencias de las Hijas de María Auxiliadora en nuestro país conformarán una única inspectoría”. ¿El deseo? Escuchar la voz de Dios y actualizar las estructuras para “vivir felices, sencillas y en salida hacia los más pobres”. 

Argentina, un lugar en los orígenes

Las Hijas de María Auxiliadora, fundadas por Don Bosco y Madre Mazzarello en 1872, organizan hoy su misión en esta tierra en tres “provincias” o inspectorías: San Francisco de Sales, con sede en Buenos Aires; San Francisco Javier, con sede en Bahía Blanca; y Nuestra Señora del Rosario, con sede en Córdoba. 

Son parte de una historia que comienza en nuestro país en 1879.“Argentina es el país de las primeras poblaciones misioneras donde el carisma fue fecundo desde los orígenes; para mí están juntas Mornés, Nizza y Argentina: con esas palabras, ubicando a nuestro país como uno de los primeros lugares donde salesianos y salesianas hicieron misión, Madre Yvonne invitó a las hermanas de Argentina a repensar y organizar sus presencias con el objetivo de ser fieles al sueño de Don Bosco y Madre Mazzarello de estar cerca de los jóvenes más pobres.

“El deseo es vivir felices, sencillas y en salida hacia los más pobres”, dice Madre Yvonne.

“María es nuestra madre, nos acompaña. Si Ella está en nuestras casas no hay que tener miedo. Tengo mucha esperanza y creemos en los signos de la presencia del Señor que guía el camino que hicieron y en la potencialidad carismática que está presente en la Argentina”, resaltaba Madre Yvonne, marcando la valentía de las hermanas al asumir esta decisión.

Jóvenes durante el Encuentro Nacional de 2019, en Buenos Aires.

Una misión compartida

Durante tres años de discernimiento junto a laicos, laicas y jóvenes, las Hijas de María Auxiliadora se dieron la oportunidad de reflexionar, meditar, consultar y evaluar la realidad actual y desde allí proponer una respuesta acorde a las necesidades de los jóvenes en situación de riesgo y vulnerabilidad. Un augurio de la Madre General respecto a la visión de “ser pocas”, decía: “En este momento, todas las congregaciones sentimos la pobreza de fuerzas. La respuesta está en compartir la pobreza para que se vuelva riqueza y de allí surgirá una fuerza creativa generadora de vida nueva”.

Educadoras en San Juan, capital

Las inspectoras de Bahía Blanca, Marta Riccioli; Buenos Aires, María Elena Fernández, y Córdoba, Adriana Gómez, agradecieron el interés, apoyo y compromiso con el que se asumió esta tarea e invitaron a seguir apostando al carisma y hacerlo crecer en todo el país como en los primeros tiempos: “Que tengamos en el corazón la misma pasión de las primeras misioneras, para trazar un camino luminoso para las nuevas generaciones”.

Misión en Chos Malal, Neuquén

Parte de un proceso mundial

El camino que llevan adelante las Hijas de María Auxiliadora en Argentina es parte de una dinámica más grande, propuesta por el Instituto a distintos países y regiones. En 2017, la Madre General invitó a las hermanas de toda América a realizar un camino de conversión al carisma reconfiguración de sus presencias. En Argentina, ese trayecto se inició en 2018, con el acompañamiento y asesoría externa del hermano marista Alberto Aparicio, quien guió en el discernimiento por una o dos inspectorías, y también en la elaboración de la propuesta presentada a la Madre y al Consejo General. 

Madre Yvonne también buscó las formas de estar presente en el proceso. El último momento presencial de Madre Yvonne con las Hijas de María Auxiliadora en Argentina fue en noviembre de 2019, durante el Encuentro Nacional de celebración por los 140 años de la primera presencia en el país, en la casa de Almagro, Buenos Aires. Pero en febrero de este año, Yvonne participó mediante una conexión virtual de la última reunión de los tres consejos inspectoriales antes de definir la propuesta final. Allí compartió ejemplos de los caminos transitados por otras inspectorías en el mundo como Brasil y España.

Oratorio en Resistencia, Chaco

“No podemos ‘no soñar”

Reconocerse como una gran familia en el país. Pensar los cambios desde la opción por los jóvenes más pobres. Mantener la fuerza de los orígenes. Hacerse cargo de la realidad. Garantizar la fidelidad y felicidad de cada hermana. Estas son algunas de las claves que surgen del proceso para vivir el tiempo que vendrá.“No podemos ‘no soñar’, porque si no soñamos, no hacemos nada… —afirma Madre Yvonne—. Cada paso que damos abre una puerta al futuro. Estamos en un tiempo para tomar una decisión histórica, con la confianza que tendrá una fecundidad que hoy no vemos, y con fe porque vamos a tomar una decisión de amor al carisma, a los jóvenes y a los más pobres. Eso no puede quedar estéril”.

Comunidad religiosa de Atamisqui, Santiago del Estero

Con voz propia

“Nos va a enriquecer la pastoral y la formación. Tenemos más gente para compartir experiencias y formaciones. Se puede pensar un lindo camino para el Movimiento Juvenil Salesiano. ¡Como desafío sólo encuentro las distancias…!”
Jony Muñoz
Coordinador de Pastoral e integrante del MJS. Trelew, Chubut


“Siento que se unen más las fuerzas, que se agranda la familia, se fortalece más la presencia de las hermanas en Argentina”.
Melina Segovia
Postulante. Buenos Aires


“Somos hijas e hijos de soñadores; por eso soñamos con un proyecto nacional de misión compartida que nos lleve a los lugares de ‘frontera’ acompañando la vida de los niños, adolescentes y jóvenes con más vulnerabilidad. Es un tiempo de mucha oración y confianza en el actuar de Dios”. 
Hna. Marisa Garlatti
General Roca, Río Negro


“Nos permitirá reorganizar las fuerzas en torno a los sueños y desafíos que consideramos prioritarios: la presencia entre los más pobres, vivir aquello que es esencial, tanto en lo comunitario como en la misión; un trabajo compartido en el país, superando los regionalismos”. 
Hna. Silvia Moraga
Tucumán


“Estamos desafiados a dar respuestas a nivel país, con problemáticas que nos abarcan a todos. Y hacer crecer el Reino de Dios respetando los ritmos de cada lugar. En una inspectoría tan grande y extensa, tengamos la conciencia de dar fruto de acuerdo al lugar donde estamos”.
Walter Wehinger
Director general. Junín de los Andes, Neuquén

BOLETIN SALESIANO – MAYO 2021

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