“La sociedad no dejará que la Iglesia vaya marcha atrás”

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Delegates applaud Pope Francis, right, during the second World Meeting of Popular Movements in Santa Cruz, Bolivia, Thursday, July 9, 2015. The Pope gave a speech to the delegates at the meeting, a collection of non-governmental organizations representing street sellers, indigenous groups, mining cooperatives and "cartoneros," who sift through garbage looking for recyclable goods.(AP Photo/Rodrigo Abd)

Entrevista a Susana Nuin, directora de la Escuela Social del CELAM

Socióloga, comunicadora, doctora en Ciencias Sociales: el perfil académico de Susana Nuin es extenso, como también sus actividades y compromisos. Uruguaya de nacimiento, vivió treinta años en Buenos Aires y participó como consultora en Comunicación en la conferencia de Aparecida. Hace seis años se trasladó a Bogotá para trabajar como miembro del equipo de Coordinación del Consejo Episcopal Latinoamericano, el CELAM, y actualmente se encuentra dándole forma a una nueva iniciativa: la Escuela Social, un espacio para la formación en Doctrina Social de la Iglesia para la transformación de la realidad.

¿Qué función cumple el CELAM?

Esuna iniciativa única en el mundo, que nace antes del Concilio Vaticano II, en el año 1955, con la impronta de la colegialidad. Tiempo después, el Concilio retoma la colegialidad como forma de organización de la Iglesia, porque fue Jesús el primero que constituyó un colegio apostólico, una comunidad.El CELAM es una estructura de servicio, no de poder, un lugar para acrecentar la comunión entre la Iglesia latinoamericana, para articular elementos que sirvan a la formación y a la investigación.
En sus sesenta años de historia, el CELAM ha tenido momentos de enorme protagonismo, generalmentevinculados al diálogo entre la Iglesia continental y el Concilio Vaticano II. En sus comienzos se dedicó a acompañar a las Iglesias que también estaban conformando sus conferencias episcopales. Hoy las demandas son otras, entonces tiene que estar atento para ponerse al servicio del pueblo de Dios. Por ejemplo, apoyando a fondo el trabajo de la pastoral juvenil. Por otro lado, el llamado del papa Francisco movilizando al laicado y “desclericalizando” la concepción de Iglesia, también nos pone en marcha.

A diez años de la conferencia de Aparecida,¿cuánto de lo trabajado y reflexionado allí se fue concretando?

El magisterio del papa Francisco no ha hecho otra cosa que llevar la conferencia de Aparecida a la Iglesia universal. El corazón de su cartaEvangelii Gaudium es Aparecida. Hoy, a diez años, creo que Aparecida va permeando suave y lentamente. Allí el Espíritu sopló muy fuerte, de una manera muy plural, como erala Iglesia en sus orígenes. El cuerpo de Cristo nunca ha sido homogéneo, porque justamente la oración es la unidad en la diversidad. Aparecida ha sido un espacio extraordinario en ese sentido. Y ha marcado cosas muy de fondo que quizás nosotros no terminamos de comprender, pero que va actuando bajando lentamente.

“El papa Francisco no ha hecho otra cosa que llevar la conferencia de Aparecida a la Iglesia universal”.

¿Cuáles son las transformaciones más grandes o profundas que propone Francisco?

Francisco está poniendo en el centro el seguimiento de Jesús.El Papa está diciendo cosas que despiertan muchos comentarios, incluso dentro mismo de la Iglesia:“Cómo insiste elPapa con los pobres”, “nos llama a discernir, pero siempre hemos utilizado las normas”.Y además piensa que los bienes tienen que utilizarse de otra manera, y está blanqueando la situación económica del Vaticano. Es un Papa que parece que en el fondo tomara partido, pero que después desorienta porque arranca para un lado y vuelve para el otro.
Él aplica el discernimiento del Reino y del Evangelio,que no es el mismo que muchas veces usamos nosotros, al decir: “Si soy de Juan, no puedo ser de Pedro; si soy de River no puedo ser amiga de los de Boca”. Eso es lo que mucha gente no está entendiendo. No se está casando con una u otra fuerza, y esto hace mucho ruido, porque estamos acostumbrados a vivenciar a los Papas también desde nuestras categorías sociopolíticas, culturales… muchas veces pequeñitas, limitadas,y no con los pies calzados en el Reino. Porque en el Reino tengo que poder comulgar con todos, que no quiere decir que me case con todos, pero sí quetodos son parte del Reino.Estoy segura que para el Papa recibir a Trump ha sido fuerte… ¡pero qué gran ocasión para conversar! Por otra parte, creo que hay que hacer una reflexión fuerte sobre el rol de los medios de comunicación.

¿La Iglesia continuará por elcamino que marca Francisco más allá de su figura?

Hay algo que va a salvar la realidad de la Iglesia.No de algo peligroso, sino devolver a su auto referencialidad: el Papa y su amor por la humanidad, por la persona humana, concreta, por el pobre, el roto, el que tiene la cara fea, el que tiene la cara linda. Ha logrado hacer un pacto silenciosopero contundente con la sociedad, que no dejará a la Iglesia ir marcha atrás. Él ha encontrado una comunicación con todas las personas: los ateos, los alejados, los que sufren, los que son marginados,las minorías étnicas avasalladas. Y ese diálogo con el mundo la Iglesia no lo tenía. A mí lo que me da tranquilidad es pensar que el pueblo y el mundo tienen un reconocimiento de liderazgo impresionante hacia Francisco. Quien realmente ha entendido al Papa es el pueblo.El mundo habla del liderazgo de Francisco como de alguien que está proponiendo algo para el bien común de la humanidad.

Por Santiago Valdemoros y Ezequiel Herrero • redaccion@boletinsalesiano.com.ar
Boletín Salesiano, agosto 2017

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