La semana pasada se realizó en España la XVII Conferencia Iberoamericana de Ministros de Juventud, allí la directora regional de la OIT, Elizabeth Tinoco expresó que es sumamente necesario “avanzar en la generación de políticas que creen empleos decentes, con calidad, para los jóvenes” y en este sentido remarcó que para ello es indispensable contar con una “voluntad política colectiva que permita avanzar en esta dirección”.
En lo que respecta a las cifras, la Conferencia dejó en claro que el desempleo juvenil es un problema que afecta tanto a Europa como a Latinoamérica. En el primer caso la cifra alcanza al 17 % de los jóvenes, mientras que en el segundo es de un 13,7%. Sin embargo hay países donde los números son mucho mayores, llegando al 35% (en Portugal) o incluso al 54% (en España). En cualquier caso la directora general adjunto de la OIT, calificó las cifras como «inaceptables”.
«La generación de empleo está asociada al crecimiento económico, es muy preocupante esta situación, porque genera un marco no solo de desesperanza y futuro desolador en cuanto a la integración de una sociedad, sino desde la gobernabilidad democrática», expresó. Tinoco, insistió en que los gobiernos deben escuchar a los jóvenes, porque estos «reclaman soluciones».
Durante estas jornadas iberoamericanas, además de la preocupación por el desempleo se denunció la informalidad en las condiciones laborales y se expresó la necesidad de promover lo que la OIT calificó en varios documentos como «trabajo decente«.
Tinoco además hizo hincapié en la necesidad de contar con normativas que regulen el empleo juvenil, ya que en América Latina cerca del 50% de los jóvenes trabaja en condiciones de informalidad, es decir, sin cobertura social, con salarios por debajo de los valores mínimos y en condiciones precarias.
«No basta con crear empleo, hay que crearlo con garantías, con calidad, y desde la OIT no descansaremos en llamar la atención sobre la gravedad de esta situación», remató.
La falta de trabajo o el desempleo, de acuerdo a la funcionaria, está directamente vinculado «a la creación de diferentes grupos de violencia juvenil» que refuerzan su posición e influencia entre los jóvenes aprovechándose de esta situación de precariedad y abandono.
Fuente: Agencia EFE