“Estamos en algo”

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“Salir con alguien”, “estar de novio”, “tener un chongo”, “estar en algo…”: las relaciones de pareja son un tema frecuente en las conversaciones de adolescentes y jóvenes. En esta ocasión, un grupo de estudiantes del último año del nivel secundario de la obra salesiana Sagrado Corazón de La Plata, Buenos Aires, se reunieron con uno de sus tutores para compartir unos mates y conversar sobre el tema. Ellos son Santiago, Emilia, Santi, Martina, Iara y Marti. Parte de lo charlado está reflejado en las preguntas que siguen.

¿Qué significa estar saliendo con alguien?

Santiago abre la charla con una definición clara: “Para mí estar de novio es como si fuera un contrato donde hay determinadas reglas. Si vos incumplís esas reglas le fallas a la otra persona”. Iara coincide: “Al ponerte de novia ponés en juego un montón de cosas y tenés que dejar otras de lado, pero lo haces porque querés compartir con la otra persona”. Martina no opina lo mismo. Para ella, “la otra persona tendría que ‘sumarte’ o ‘completarte’ y no tendrías que dejar de hacer cosas porque estás de novio”. Emilia también opina en esta sintonía: “Vos ‘completás’ a la otra persona y la aceptás como es, y la otra persona te acepta como sos. Tampoco quiere decir dejar pasar todo, pero no vas a dejar de salir, o de juntarte con tus amigos por tener una relación”.

“No soy quien para juzgar la forma que tiene cada de uno de amar y de estar con otra persona”

¿Cómo se dan cuenta ustedes que quieren estar en pareja?

“Te das cuenta que querés estar con esa persona y que le das más confianza que al resto de las personas”, dice uno. “Querés pasar tiempo con esa persona, compartirle lo que te pasa. Querés y podés confiar y a su vez esa persona te devuelve todo eso”, dice otro.

“Para mí —expresa Santi— es medio hipócrita decir que ‘te enamorás de la cabeza’. Para mí la primera impresión tiene que ver con el físico de la otra persona. Si no te gusta es muy complicado que después te termines enamorando de ‘la cabeza’”. Si bien Martina está de acuerdo con esta última afirmación, no le parece imposible “enamorarse de la cabeza” y lo fundamenta recordando algunas relaciones de amistad que luego terminan en noviazgos.

¿Hay una sola forma o modelo de estar en pareja?

Marti ensaya una respuesta: “No soy quien para juzgar la forma que tiene cada de uno de amar y de estar con otra persona. A mí, simplemente, si estoy con una pareja no me dan ganas de estar con otros. Pero si a otros les pasa y los dos en esa relación llegaron a un acuerdo, serán sus formas”.

“Uno no se pone de novio pensando que antes de ir a Bariloche va a cortar. ¿Para qué te ponés de novio entonces?”

Una frase que suelen escuchar los chicos y chicas es que estar en pareja implica “perderse” la edad de salir, de estar de fiesta. “Yo creo que eso se elige —aclara una de ellas—. La forma de una persona de vivir la juventud tal vez fue estando de fiesta todos los fines de semana, pero la forma de disfrutar mi juventud es otra y yo elegí que fuera otra. No creo que haya una forma correcta. Yo salgo y la paso bien con mis amigos y no por eso quiero menos a mi novio”.

“Lo que pasa es eso —completa otro—, que la gente casi siempre se guía por lo que hace el resto, y en realidad uno debería hacer las cosas como le gustan”.

¿Qué buscan en la otra persona para empezar a “salir” con ella?

“Yo creo que no es algo que se busca, si no que aparece y no podés hacer nada”, reconoce uno. Martina está de acuerdo: “No es algo que buscás, yo no digo ‘quiero que piense de esta manera, que tenga los ojos de este color, que tenga el pelo así, que haga tal cosa o tal otra’. No es algo que se busca, si no que aparece la persona, la vas conociendo y cada vez te empieza a gustar más”. “Sí, yo coincido —dice Santiago—. Con el tiempo te das cuenta que la otra persona no es perfecta, pero la seguís queriendo igual”.

¿Qué piensan del amor para toda la vida?

“Si comenzás en una relación con alguien te pones a pensar en un futuro, y aunque no sabes qué va a pasar por lo menos yo me imagino un futuro con la persona que estoy. Si no, no le vería sentido a estar con esa persona”, piensa uno de ellos. “Yo no me pongo de novio pensando que antes de irme a Bariloche voy a cortar. ¿Para qué me pongo de novio entonces? Si no la voy a respetar o no le voy a ser fiel, se pierde esa confianza que dijimos que había que tener”, agrega otro.

“Yo creo que el amor no se busca, si no que aparece. Y no podés hacer nada”

Iara coincide con Santi: “Cuando vos te enamorás no es algo racional, no decís ‘elijo enamorarme’, no. Creo que si antes tuviste una experiencia muy mala te cuesta un poco empezar, pero si hay ganas una relación no se desgasta. Los dos van creciendo juntos, se van acompañando, van madurando juntos”.

¿Cuál les parece que es la mejor manera de enfrentar los conflictos en la pareja?

“Prefiero mil veces hablar las cosas que me molestan ahora. La forma más fácil de resolver un conflicto es hablando con la persona, y no me lo guardo para no quedarme mal”, dice uno de ellos. “Respetarse, escucharse, tratar de encontrar una solución común, u otra manera de manejar la situación que está molestando o causando el descontento”, agrega otro.

“Creo que también se trata de reconocer los errores y cuando reconocés los errores del otro, saber decírselos. También tomar lo que te dicen, saber aceptar esos errores e intentar ser mejor persona”, concluyen.

Por Tomás Arruabarrena

BOLETÍN SALESIANO – JUNIO 2019

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