Creatividad, materiales y colores para armar la Agenda Don Bosco
Desde el 2011, la Agenda Don Bosco busca generar familiaridad y sentido de pertenencia en la Familia Salesiana de Argentina, a la vez que acompañar con un mensaje enraizado en el Evangelio la vida de todos los días. Fue pensada desde un inicio como un “cuaderno de trabajo”, una herramienta útil especialmente para docentes, animadores y educadores.
Cada temporada se renueva el desafío de generar un producto práctico y atractivo; en ese sentido, el diseño de tapa juega un papel fundamental.
Desde hace tres años venimos trabajando en equipo para diseñar las tapas de la Agenda. Nos hemos puesto como objetivo revalorizar el arte con materiales físicos, genuinos y reales. De este modo, nos sumamos a la corriente que busca reciclar, recuperar y reutilizar. Y nos ponemos manos a la obra —que tanto bien nos hace—, sabiendo que el mejor modo de aprender y conocer es poner el cuerpo, involucrarse.
Así nos metimos en este desafío. Y como en todas las cosas, hay diversos dones en distintas personas. El salesiano Fernando Canigia, miembro del equipo del Boletín, comparte su creatividad generando la obra de arte original. Mientras tanto, otros se suman con ideas, aportes y trabajo manual, para transformar una pieza única en un arte de tapa apto para su reproducción.
Cada año, ideas y desafíos son distintos…
Música y vidrio
En el 2018 nos propusimos reflejar la juventud y la música, y sumarnos de esta manera al Sínodo de los jóvenes. El material que elegimos fue el vidrio, con su gran variedad de colores, e inspirándonos en la púa de una guitarra cortamos los vidrios, los pulimos y les pegamos unas cintas de cobre, lo que luego nos permitió soldarlas con estaño.
Por último, las superpusimos logrando una mezcla de colores nuevos por la magia de la transparencia de este material. “Una casa sin música es como un cuerpo sin alma”, decía Don Bosco, y como cada comunidad salesiana se convierte en casa, llenamos de música y de color la tapa de la Agenda.
Estudio y madera
En la Agenda 2019 pusimos el foco en la dimensión educativa de nuestro carisma salesiano, y nos centramos en el estudio. Es así que, inspirándonos en una biblioteca llena de libros, dispusimos una composición de elementos que nos la recordaba.
Esta vuelta elegimos la madera, material tan hermoso y presente en nuestros lugares de trabajo y estudio. Reciclando muchas maderas viejas, con sus achaques y colores diversos, quisimos valorizar la historia y las vidas que cargan, y combinándolas en pequeños trozos nos gustó la armonía que se daba entre texturas, colores y formas, como lo hacen los libros en una biblioteca.
Invitándonos a viajar, aprender y soñar, los libros son un gran símbolo de la escuela.
Deporte y chapa
Soñando una agenda que nos acompañe día a día en el próximo 2020, seguimos mirando de lleno a los jóvenes, a los niños y su característica alegría… ¡y nos fuimos al patio y al deporte!
La alegría se expresa de manera tan auténtica en el juego y en el tiempo libre, y Don Bosco sabía que sería una de sus claves educativas. Nos inspiramos en la pelota, la que usamos en nuestros patios, canchas y esos “estadios improvisados” que son los potreros de cualquier barrio.
Y nos cambiamos a otro material, a la chapa. Recolectamos latas usadas de pintura, conservas, perfumes, envases… Recortando, buscando los colores más lindos y diversos, hicimos muchos círculos, los golpeamos con un martillo para darle una nueva textura y hacerlos redondeados y después, montándolos unos sobre otros, los soldamos para dar una sensación de “cascada”. Colocamos esa pieza sobre una chapa vieja y oxidada, con la profundidad que la sombra genera… y ¡click! Nos gustó mucho cómo quedó esa foto y esperemos que a los que tengan su Agenda en la mano también.
Esperamos concluir un ciclo de cuatro años en el 2021, siendo casa, escuela, patio… y parroquia. Reflejando la vida de la fe en los jóvenes, el corazón que anima e inspira todo el carisma salesiano.
Ya estamos imaginándonos algunas formas de representarlo, buscando un nuevo material… y esperando completar las cuatro dimensiones del sistema preventivo, reflejado de otro modo en una canción que conocemos de Domingo Savio: “El juego y el estudio, el canto y la oración, lo de todos los días vivido con amor, allí Dios nos espera, nos quiere acompañar, para que de esas cosas hagamos santidad”. •
Por el equipo del Boletín Salesiano • redaccion@boletinsalesiano.com.ar
BOLETÍN SALESIANO – OCTUBRE 2019