Durante estos meses de aislamiento, los problemas de “conexión” ocuparon un lugar central. Nos desconectamos de muchas cosas: nuestras costumbres, los lugares que frecuentábamos, los encuentros. Muchos, lamentablemente, perdieron también la conexión con el trabajo, o con el estudio. Pero, a la vez, ya sea por WhatsApp, por las redes sociales, por las videollamadas o por el aula virtual, estuvimos más conectados que nunca. ¡Es tiempo de revisar un poco nuestras conexiones!
BOLETÍN SALESIANO – SEPTIEMBRE 2020