El Viernes Santo, los cristianos nos reunimos para volver a vivir con Jesús el camino hacia la Cruz. Quizás en ese recorrido, por momentos nos ubiquemos el lugar de Jesús… y cada piedra, cada insulto, cada tropiezo lo vivamos como propio.
Pero con la certeza de que la Vida al final triunfa, también debemos tener la valentía de reconocer que a veces somos nosotros quienes nos dejamos llevar por los rumores y condenamos a nuestros hermanos.
El Via Crucis, como la fe, es una experiencia comunitaria. Animate a hacer este recorrido junto a la gente de tu parroquia, de tu grupo, de tu barrio… y que la Pascua sea en verdad la celebración de la esperanza, de ese Dios que hace nuevas todas las cosas
BOLETÍN SALESIANO – ABRIL 2019