Serie: Eric (2024)
Creada por: Abi Morgan
Disponible en: Netflix
Catalina Gaggino Ohirko //
catalinagaoh@gmail.com
Cuando uno ve la portada de la serie Eric denota oscuridad y misterio y no hubo mejor elección para dar una primera impresión de lo que es esta historia.
La serie protagonizada por Benedict Cumberbatch cuenta la historia de una familia. Vincent es un titiritero creador de un exitoso programa infantil que hace reír a los niños y grandes, pero lucha día a día con las voces de su cabeza que lo tiran abajo recordando eventos desafortunados del pasado. Estos asuntos, en vez de enfrentarlos, los busca acallar y tapar, pero no lo logra y los deja recaer en su familia generando discusiones. Su hijo, Edgar, ve a su padre como un modelo a seguir, pero con el creciente malestar de Vincent descargado en casa, comienza a cambiar de actitud frente a la realidad conflictiva.
¿Cuántas veces buscamos vías de escape al encontrarnos en situaciones que no son las esperadas o ideales? Edgar encuentra ese “escape” en el arte, donde va a poder expresar sus pesares y pedir ayuda. Y así es como un día nace Eric, un títere con aspecto de monstruo. Si bien Eric podría parecer un personaje a quien temer, su pequeño creador lo ve como su protector, el acompañante que cualquier niño desearía tener.
Los adultos representados en la serie optan por oír sus propios tormentos, descuidando así a Edgar, quien ante la falta de atención, un día camino al colegio decide tomar otro rumbo y desaparecer.
Si bien su accionar podría parecer errado y extremo, lo lleva a explorar profundamente lo que está pasando en su casa, lo que pasa a cada integrante de su familia, para comprender mejor su realidad. Con la ayuda del arte el proceso de introspección se hará más fácil y logrará que un nuevo amigo lo oiga.
Paralelamente, Vincent logra dejar de lado su actitud egocéntrica y con la ayuda de Eric, encuentra a su hijo. En este momento, que se retrata como una rendición por tener que admitir que no puede solo, se da cuenta de que está bien pedir ayuda y que en ocasiones, la misma puede venir de los lugares o personas que uno no se imagina. De este modo se logra ver que los verdaderos monstruos no son aquellos con aspecto de animal hostil, con cuernos y dientes grandes que se esconden bajo las camas como Eric o quien acoge a Edgar, sino que están rodeándonos. Se hacen pasar por gente común y corriente, pero guardan los secretos más oscuros y se encuentran en todos los ámbitos de la sociedad.
Pedir ayuda no es una muestra de debilidad como expresaba Vincent en un comienzo, sino por el contrario, es una prueba de la fuerza que tenemos para cambiar y ser mejor. Y tal como lo enseña la serie, esta ayuda puede encontrarse aún en las personas o sitios menos esperados.
BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – SEPTIEMBRE 2024