El sol siempre sale

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Desde la obra de Don Bosco se abren oportunidades de educación y trabajo a partir del desarrollo de las energías renovables para enfrentar la crisis climática.

Treinta escuelas salesianas de Argentina Sur recibieron equipamiento y capacitación para la enseñanza de instalación y mantenimientos de equipos de generación eléctrica renovable.

Por Santiago Valdemoros *
redaccion@boletinsalesiano.com.ar

A comienzos de agosto se publicó un importante informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático, el grupo de expertos más relevante a nivel mundial dedicado a la investigación sobre la crisis climática. Las conclusiones son sencillas y alarmantes: si no tomamos acciones concretas para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y su concentración en la atmósfera, todos seremos testigos de cómo, en un breve lapso de nuestras vidas, el clima se volverá más extremo, impredecible y hostil para la existencia humana.

Una mirada salesiana, esperanzada de la realidad, invita a pensar en las acciones concretas que podemos hacer para afrontar la crisis climática.

Frente a esto, una mirada esperanzada de la realidad invita justamente a emprender acciones concretas para afrontar este desafío. Eliminar esos gases requiere, entre otras cosas, dejar de utilizar gas, carbón y petróleo para el transporte, la generación de electricidad, la calefacción, la producción de alimentos o los distintos procesos industriales. Y es así que entran en juego las energías renovables.

Poner toda la energía

Nuestro país cuenta con amplios recursos para la generación de energía a partir del viento y del sol. Esta forma de producir electricidad, al no consumir combustibles fósiles, no genera con su funcionamiento gases de efecto invernadero. Si bien aún se encuentran atrasados en su desarrollo comparado con otros países, las energías renovables han tenido en Argentina un importante despliegue en los últimos años. De esta manera, durante junio aportaron el 11% de la electricidad que se consumió en el país. Asimismo, la ley argentina ya permite que cualquier usuario pueda inyectar energía a la red —por ejemplo, a través de paneles solares fotovoltaicos hogareños—, y proliferan opciones más económicas, como los “calefones” solares para agua caliente.

Abordar la crisis climática requiere aumentar enormemente ese porcentaje. A eso se han comprometido muchos países del mundo, la Iglesia y también instituciones como la Congregación Salesiana, que estableció que para el 2032 toda la energía utilizada en sus obras provenga de fuentes renovables. Lograr estos objetivos requiere inversión en infraestructura y capacitación de recursos humanos, lo que abre nuevas e interesantes posibilidades educativas y laborales.

Paneles solares en treinta escuelas

Durante este año, en tiempo récord y en medio de las restricciones que impone la pandemia, 29 centros educativos salesianos de la inspectoría Argentina Sur instalaron equipos fotovoltaicos a través de una iniciativa coordinada por la Oficina de Planificación y Desarrollo. La intención es no sólo generar energía solar, sino también utilizarlos como herramientas de aprendizaje e innovación.

“Que tengamos un equipo para mostrarle a los pibes y que no lo vean sólo en fotos creo que lleva a entusiasmarse de otra manera”, reconoce Juan Ignacio Matrángolo, docente de la obra salesiana La Piedad, de Bahía Blanca, Buenos Aires.

El proyecto fue financiado por el gobierno alemán a través de la ONG Begeca y Don Bosco Mission, de Bonn (Alemania), y consistió en la capacitación, en el primer semestre del año, de setenta docentes y más de mil estudiantes de centros de formación profesional, escuelas técnicas y agrotécnicas, de Buenos Aires a Tierra del Fuego.

Al inicio del proyecto, sólo dos escuelas contaban con este tipo de equipos en funcionamiento. Ahora, en todas esas obras salesianas quedaron los equipos instalados y el equipamiento necesario para la enseñanza. Asimismo, los docentes capacitados asumieron el desafío de capacitar a sus estudiantes, y valoraron el trabajo en red con otros centros de formación técnica del país. La mitad de las instituciones aprovecharon la ocasión para instalar iluminación LED y un 38% incorporó termotanques solares y se capacitó al respecto.

Formar técnicos en energías renovables

En el centro de formación profesional de la obra salesiana de Mar del Plata, Buenos Aires, el curso de Instalador de sistemas eléctricos de energías renovables se dicta desde hace ya cuatro años. Y es aprovechado sobre todo por quienes ya cuentan con un oficio, pero quieren especializarse.

Alejandro de Grandis es docente allí, y fue el encargado de capacitar a los educadores de las treinta escuelas salesianas en el uso de esta tecnología: “Es un equipamiento de primera para un campo laboral que se está iniciando. El mismo panel que se instala en un gran parque solar es el que se instala en un hogar. Hay necesidad de que la gente se capacite”. 

“El mismo panel que se instala en un gran parque solar es el que se instala en un hogar. Cuando se necesite alguien matriculado en esto, se va a exigir esta formación”

En otras obras salesianas, esta iniciativa permitirá incorporar y mejorar la formación en energías renovables. Es el caso, por ejemplo, de la obra salesiana Pío IX, de Buenos Aires. Desde este año, el nivel secundario ofrece la modalidad de Técnico en Energías Renovables: los estudiantes comenzarán la formación específica cuando estén en tercer año, en 2023. “Las grandes empresas empiezan a necesitar mano de obra calificada para el mantenimiento y la instalación de estos equipos. Hay un campo laboral con mucha proyección —explica Sebastián Martos, director de estudios—. Y este proyecto fue clave. En la escuela técnica, cuando uno cuenta con un equipo de última generación y en el que se puede ‘meter mano’, eso motiva mucho a docentes y estudiantes”.

“Desde hace varios años damos el curso de Energías Renovables, para nosotros es un salto importante llegar a este tipo de tecnología para capacitar a los alumnos”, expresa Guillermo Siffredi, director del Centro de Formación Profesional 401 de Bernal, Buenos Aires.

El Pío IX sería la tercera escuela con esta modalidad en toda la Ciudad de Buenos Aires. “Así como en la década del sesenta fue precursor con la Electrónica, hoy también necesitamos dar una respuesta nueva para nuestros chicos y chicas”, resume el rector, Hernán Carrafiello.

Algo similar sucede en la obra salesiana San José, de Rosario, Santa Fe. El secundario con título de Técnico en Energías Renovables inició en 2020, y es la única escuela que lo ofrece en la ciudad. “Algunas empresas en las que hacíamos prácticas con los alumnos hablaban de la necesidad de contar con técnicos capacitados”, explica Franco Toffoli, responsable de la modalidad. Pero sobre todo, está la búsqueda de un cambio social hacia una nueva forma de producir: “Los jóvenes vienen con una sensibilidad distinta. No basta con crear e instalar nuevas tecnologías, necesitamos cambiar el modo en que nos relacionamos entre nosotros y con la naturaleza”.

Formar a los jóvenes para el trabajo, con la mejor tecnología posible. Entusiasmarlos con el aprendizaje. Buscar hacer frente a un problema complejo con acciones concretas, que mejoran la vida del estudiante y de su comunidad. Una receta bien salesiana, aplicada hoy con energía renovada —y renovable— para los desafíos del mundo actual.

* Con el aporte de la Oficina de Planificación y Desarrollo de Argentina Sur.

BOLETIN SALESIANO – SEPTIEMBRE 2021

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