La Biblia: una experiencia rock

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Cuando la música atraviesa generaciones.

Por Alejandro Fernandez
alebu25@gmail.com 

Hoy, mientras escribo, es 22 de noviembre, día de la música, por Santa Cecilia. 

Y hace sólo 24hs dejó este mundo Willy Quiroga, mítico bajista de Vox Dei, el conjunto conformado por él, Rubén Basoalto,  Ricardo Soulé y Carlos Godoy, que junto a Almendra y Manal dieron inicio y fundación al Rock Nacional en castellano, aquí en la Argentina y para el mundo.

En 2012, Willy visitó la Casa Salesiana Pio IX, en el barrio de Almagro de la Ciudad de Buenos Aires… invitado por un grupo de educadores y jóvenes que estaban presentando “La Biblia: una experiencia rock”; un show de música, video, actuación y baile, basado en el disco de Vox Dei que marcó a una generación y del cual muchas canciones se siguen usando también en las celebraciones litúrgicas.

En el año 1971, cuando Vox Dei editó “La Biblia” fue una conmoción: no eran pocos los que desconfiaban de ese nuevo género musical que encarnaban los jóvenes, muchos de ellos rompiendo ciertos estándares estéticos de la época; y sumado a eso, que estos “pibes” quisieran expresar su experiencia de encuentro con los textos sagrados a través del Rock,  generó no pocas suspicacias en un país que atravesaba una dictadura militar y que tenía a la juventud bajo sospecha. 

Incluso la Iglesia, a través de un Obispo, Monseñor Caggiano, mandó a estudiar el asunto… pero llegó a la conclusión que allí no había nada que cuestionar, sino por lo contrario elogiar: “A mí me hubiera costado tres horas explicar qué es Dios y vos apenas con un silogismo lo conseguiste”, le dijo a Soulé antes de acompañar la edición del disco con una carta de recomendación. 

Un oratorio sin música es como un cuerpo sin alma

En 2011, en el Pio IX, un grupo de educadores y jóvenes llevaron adelante un proyecto artístico de proporciones muy grandes: poner en escena el disco de Vox Dei pero con el desafío de juntar pibes músicos y profes o padres, en un diálogo intergeneracional: la magia allí era la del Sistema Preventivo de Don Bosco, cuando jóvenes y educadores comparten haciendo algo que aman, nace la familiaridad, se abren los corazones y se da lugar a la confianza.

Cuando jóvenes y educadores comparten haciendo algo que aman, nace la familiaridad, se abren los corazones y se da lugar a la confianza. 

La companía artística Fuente Q estaba conformada por casi 70 personas: dos bandas de músicos instrumentistas, un coro, varios cantantes solistas, jóvenes encargados de la producción audiovisual, del diseño estético, bailarines, directores teatrales, escenógrafos y la lista continuaba pero siempre con el criterio de que adultos y jóvenes compartieran protagonismo

“La Biblia: una experiencia rock” se estrenó en diciembre de 2011 a cuarenta años de la edición del disco, y se puso en escena varias veces más durante 2012, incluso presentándose en otras Casas, como fue en el teatro del León XIII de Palermo. Lo recaudado en esas funciones donde lo vivieron más de 2500 personas fue destinado a los Hogares Don Bosco para pibes y pibas en situación de calle y de los sectores populares.

Una ocasión especial

Pero hubo una ocasión especial: la última función que dio cierre al proyecto fue en Septiembre de 2012 y los jóvenes de la producción lograron que Willy Quiroga se hiciera presente y allí sucedió un encuentro que para mí fue memorable: el plan original era que uno de los educadores de la producción pudiera recibirlo y hacer de anfitrión para un visita ilustre de ese tipo… pero problemas con los ensayos y preparativos previos le hicieron imposible estar.

En el año 1971, cuando Vox Dei editó “La Biblia” fue una conmoción: no eran pocos los que desconfiaban de ese nuevo género musical que encarnaban los jóvenes.

Fue ahí cuando me tocó resolver la cuestión y se me ocurrió pedirle a mi papá, Juan Carlos, que lo reciba. Era un cierre circular perfecto: él había escuchado por primera vez a sus 13 años el “Long Play” de La Biblia y se había quedado congelado, extasiado con la entrada en loop del bajo de Willy Quiroga en “Génesis”… y había sentido que su vida cambiaba en el encuentro con la música que traía las palabras eternas. En ese momento, 40 años después, él tenía la oportunidad de volver a escuchar esa canción, al lado del tipo que la había compuesto e interpretado, y descubrir en realidad que se trataba “sólo” de una persona común, que había puesto su talento a multiplicar, como dice el Evangelio.

Se habían encontrado dos jóvenes de los años ´70.

Aquí no termina, aquí empieza 

¿Qué es educar? Esa pregunta cobró otra connotación para mí después de ese proyecto… …porque aprendimos mucho todos y nunca estábamos en un aula…

…porque los jóvenes podían enseñarle también a los adultos

…porque los adultos compartían sus vivencias y sabiduría a los jóvenes y éstos tenían ganas de escuchar y absorber de “lo viejo”

…porque descubrí que no era tanto “lo que hacíamos”, sino que tuviera sentido para quienes estábamos allí. 

…porque el clima de familia que viví en ese grupo-oratorio llamado “Fuente Q” pocas veces lo volví a vivir

…porque la música es una forma muy hermosa de que los jóvenes se sientan amados.

Por todo eso Willy Quiroga… Vox Dei… gracias, ya son eternos, viven mucho más allá de ustedes. Como dice la letra de Apocalipsis: “No puede ser el final, aquí no termina… aquí empieza”.

BOLETÍN SALESIANO – NOVIEMBRE 2024

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