Ella siempre está

Compartir

María Auxiliadora presente desde Brasil a la India
y desde Valdocco al mundo.

«

Amigos y amigas lectores del Boletín Salesiano: reciban mi saludo afectuoso y cordial en este tiempo de Pascua. En un mundo convulsionado, agitado por los conflictos bélicos y no poca violencia, seguimos declarando, anunciando, proclamando que Jesús es el Señor Resucitado por el Padre y que vive. Y necesitamos fuertemente de su presencia en nuestros corazones que están dispuestos a acogerlo.

En el servicio de estos diez años como Rector Mayor me he encontrado con cientos de presencias salesianas en el mundo donde María Auxiliadora esta presente. Y de nuevo quiero hablarles de lo último vivido.

Fue en mi última visita a las presencias salesianas entre el pueblo Xavante cuando pude ‘tocar con mis propias manos’ la Providencia de Dios y el bien que se sigue haciendo, y que seguimos haciendo entre todos nosotros.

Pude visitar varias aldeas y poblados del estado de Mato Grosso, Brasil. Llegué hasta San Marcos, a la Aldea de Fátima, a Sangradouro, y en torno a estos tres grandes núcleos visitamos algunos más, incluso el lugar donde tuvo lugar el primer asentamiento con el pueblo Xavante, un pueblo que estaba herido por la enfermedad y con peligro de extinción, y que gracias a la ayuda de aquellos misioneros, a su medicina y a decenas de años entre ellos y acompañándolos, ha sido posible llegar a la realidad de hoy con más de 23 mil miembros.

También en el medio de la selva, junto a los indígenas Xavantes, está María Auxiliadora.

Tuve oportunidad de hablar ante autoridades civiles diversas. He agradecido todo lo que podemos hacer juntos colaborando por el bien de este pueblo y de otros. Y al mismo tiempo me he permitido recordar con sencillez, pero con honestidad y legítimo orgullo, que quien ha estado acompañando a estos pueblos durante 130 años, como ha hecho la Iglesia en este caso por medio de los hijos e hijas de Don Bosco, es digno de mirada respetuosa, y de escucha de su palabra.

Atravesando cientos de kilómetros por carretera me sentía contento de ver tantos carteles que anunciaban: “Territorio de Reserva Indígena”. Y sentía que esa era la mejor garantía de paz y prosperidad para este pueblo.

¿Y qué tiene que ver esto que estoy describiendo con María Auxiliadora? Sencillamente todo, dado que es difícil imaginar un siglo de presencia salesiana entre los indígenas Xavantes y que no se haya transmitido el amor a la Madre de nuestro Señor, y Madre nuestra. En San Marcos todos, o casi todos los habitantes, junto con nosotros huéspedes, terminamos el día de nuestra llegada con una procesión con rezo del santo rosario.

La Virgen iba iluminada en plena noche en medio de la selva, personas mayores, adultos, jóvenes, y muchas mamás con sus hijos en una cesta grande en la que les llevan a la espalda mientras dormían, peregrinábamos. Hicimos varias paradas en diferentes barrios de la Aldea. Indudablemente la Madre la estaba recorriendo en aquel momento, y sin duda en otros muchos, bendiciendo a sus hijos e hijas indígenas.

No puedo saber si Don Bosco ya soñó esta escena de la Virgen en medio del pueblo Xavante. Pero sin duda que en los latidos de su corazón estaba este deseo, con este pueblo y otros muchos, ya fuese de la Patagonia, o del Amazonas, o en el río Paraguay. Y ese deseo y ese sueño misionero se viene haciendo realidad, en el Amazonas desde hace 130 años.

En esta fiesta de María Auxiliadora el próximo 24 de mayo, María estará presente en los corazones de sus hijos e hijas de todo el mundo, ya sea primero en Taiwán y en Timor Este, como en India, como en Kenia o en Valdocco, como en el Amazonas y en la pequeña aldea de San Marcos, que no es nada para el mundo, pero es todo un mundo para este pueblo que ha conocido a la Auxiliadora.

Feliz mes de María. Feliz fiesta de la Auxiliadora para todos, desde Valdocco al mundo.

«

Cardenal Ángel Fernández Artime

BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – MAYO 2024

Noticias Relacionadas

Un gran día misionero

Mensaje del Rector Mayor. La visita del Rector Mayor al pueblo Bororo en la selva brasileña.

Seguir haciendo el bien

El mensaje del Rector Mayor. ¿Cómo no ver la mano de Dios en el mundo?

«Tenemos motivos para la esperanza»

Mensaje del Rector Mayor. En el dolor, enfermedad o limitación, el Señor consuela y conforta.

Un año nuevo con Don Bosco

Mensaje del Rector Mayor. Renovar la esperanza y volver a intentarlo.