Déjame llevarte
Déjame llevarte, solo pienso en ti todavía.
Déjame llevarte, no quiero suspenso por hoy.
Que feliz me haría.
Quiero, pero, si no voy primero será tarde,
muy tarde.
Quiero volver.
Como todos los días.
Déjame llevarte.
Todo lo que quiero es salir a buscarte.
Si voy con miedo es que no quiero alejarte.
De mi.
Déjame llevarte.
Todos los caminos son para provocarte.
A dónde vamos, no conozco esa parte.
De ti.
Déjame llevarte.
Solo pienso cómo sería.
Que me mires a los ojos y me digas.
A dónde vamos.
Que feliz me haría.
(fragmento)
Artistas: Benjamín Amadeo
Álbum: Déjame llevarte (2022)
Por Román Roncolato
romanroncolato@gmail.com
“Déjame llevarte” es un single que Benjamín Amadeo lanzó en octubre del año pasado, junto a su respectivo video. El mismo narra una historia romántica en la que su protagonista sale al encuentro de un amor tan deseado como incierto. Se trata de una búsqueda profunda, de ese ser que domina su pensamiento día y noche.
La propuesta no es otra que salir al encuentro, con decisión y entrega para poder compartir tiempo con la persona querida. Sus declamaciones, pueden interpretarse en clave de impulsos que nacen del corazón y que se reconocen como sentimientos sanos, que se proyectan al prójimo.
Por un lado, en la historia emerge el temor como emoción preponderante, que luego se ve atenuado a partir del acercamiento hacia la otra persona. Por el otro, la incertidumbre y contradicción de no conocer el lugar a donde se dirigen. No obstante, siempre prevalece el sentimiento de ternura como una alentadora energía que todo lo impulsa.
¿Cuántas veces dejamos que nos invada el temor? ¿Cuántas veces no pronunciamos las palabras que pensamos a las personas que queremos en nuestra vida? Esta canción nos invita a reflexionar en la necesidad de “jugarse”. Se trata simplemente de ser más francos y expresar con palabras y acciones aquellos sentimientos que tenemos y por los cuales debemos luchar.
La canción podría interpretarse a partir de una relación amorosa de pareja, pero también de un vínculo de amistad o con cualquier ser querido. Pero en ninguno de los casos se trata de una posesión del otro. En todo caso, es mas bien un deseo de tiempo compartido con esas personas que nos hacen bien, y dejarnos llevar por la experiencia que dictan nuestros sentimientos más puros.
La propuesta es clara: debemos salir al encuentro con el prójimo, proyectar esa felicidad que nos otorga el encuentro cotidiano, y que nos invita a hacer el bien para y con el otro.
BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – MAYO 2023