La pandemia está significando un verdadero trastorno en la vida de muchas personas. Transformó desde los más pequeños rituales hasta las más grandes estructuras, con una permanencia que genera consecuencias en la salud mucho más allá de las específicamente vinculadas con el virus.

La búsqueda de bienestar o el sólo intento de paliar la situación han encontrado, como a lo largo de toda la historia, distintas acciones «compensatorias», las cuales asociadas a los cambios de hábitos generados por los confinamientos están presentando nuevos problemas. Como el aumento en el consumo de alcohol, acarreando un sinnúmero de consecuencias tanto en el presente como a futuro.

En ocasión del Día Internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas, nos volvemos a recordar que la salida siempre es y será colectiva. Y que esta lucha no es tan sólo de expertos, médicos, psicólogos o especialistas en el tema. Tampoco de las fuerzas de seguridad o de organizaciones vinculadas a la temática.

Es una lucha de todos.

En todos está el capital de la mirada atenta, de la escucha, del detenernos en el otro.

En todos la posibilidad de dar una mano, de prestar atención.

En todos el constituirnos vínculo significativo de referencia que da confianza, que despierta una sonrisa, que borra el miedo, que alienta un sueño. Todo en un ida y vuelta que retroalimenta y relanza al compromiso reconstruyendo los lazos sociales que nos sostienen. Porque, en definitiva, todos podemos prevenir.

Don Bosco y sus primeros “cómplices” hicieron frente a la pandemia del hambre y la pobreza que amenazaba la vida de tantos jóvenes expuestos a la explotación y a consumir sus vidas en “vicios”, como le llamaban entonces. Para ellos idearon propuestas creativas, colectivas, con los recursos que encontraron, invitando a los muchachos a “ponerse de pie”.

Herederos de esos luchadores, también nosotros asumimos el desafío

Equipo Nacional Salesiano de Adicciones
prevencionadicciones@donbosco.org.ar

BOLETIN SALESIANO – JUNIO 2021