La experiencia de voluntariado de una joven en Gan Gan, Chubut.
Por: Por los Jóvenes – Don Bosco
Micaela es de General Roca, Río Negro, y durante este año hizo una experiencia de voluntariado en Gan Gan, Chubut, donde acompañaba a los padres David y Antonio en sus visitas a los parajes rurales de la meseta.
Hoy compartimos algunos su testimonio sobre la experiencia.
Sus motivaciones
“Muchas cosas me fueron guiando hasta esta decisión. Haber crecido entre colegios y grupos salesianos, donde aprendí a vivir la fe con alegría y espíritu de familia; el deseo de compartir la vida con una comunidad que abraza y hace sentir en casa; el anhelo de poner al servicio mi profesión de enfermera, ofreciendo desde lo simple y cotidiano un gesto de cuidado”.
Necesidades en la meseta
“Son muchas. Las distancias y la soledad hacen que cada día sea un desafío, como las temperaturas tan bajas y duras. En los jóvenes descubro una profunda necesidad de ser escuchados, sentirse acompañados y saber que hay alguien que camina a su lado. Destaco el trabajo de los docentes por su compromiso, siendo signos de esperanza en la vida de los pibes”.
Don Bosco
“Mi mayor ejemplo. Mi amigo más cercano, de esos que acompañan sin hacer ruido, pero están siempre. Hoy lo es para tantos pibes y pibas que encuentran en él un abrazo, un sueño y un camino”.
La presencia de Dios
“Elijo decirle que sí y darle un lugar en mi vida, en lo simple y cotidiano. Él siempre sale a nuestro encuentro a través de los demás, sin apuro y con ternura. Intento recibirlo con amor y dejarme guiar por su forma silenciosa y cercana de estar”.
El encuentro fraterno
“Admiro profundamente a las personas de la meseta y tenemos mucho para aprender de ellas: la serenidad, el entregarlo todo aunque tengan poco, su capacidad de escuchar y observar con profundidad, su manera de cuidar y vivir en sintonía con la tierra. Su modo de vivir esconde una sabiduría que invita a ir más despacio, agradecer y valorar lo esencial”.
Sobre la experiencia
“Es una experiencia muy transformadora y movilizante, que resumiría en dos palabras: esperanza y amor. Volveré a casa con muchos nombres grabados en el corazón”.
Un mensaje final
“Gracias a quienes colaboran en Por los Jóvenes – Don Bosco y ayudan a hacer muchas cosas lindas: visitar, acompañar con alimentos y promover proyectos que sostienen la vida del campo. Y hacen posible lo más valioso: la presencia. Porque allí donde uno se hace un ratito para llegar, compartir, escuchar, la gente lo siente y lo agradece. Estar es lo que realmente transforma los corazones«.
En este mes en que celebramos los 150 años de la llegada de los misioneros salesianos a Argentina, te invitamos a ser parte de esta misión. Colaborá con las acciones de Don Bosco: haciendo clic acá.
BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – DICIEMBRE 2025