«Sentir que estoy en casa»

Compartir

La experiencia de los jóvenes argentinos que participaron del Sínodo Salesiano de Jóvenes en Valdocco, Turín.

Por Ezequiel Herrero y Valentina Costantino //

redaccion@boletinsalesiano.org.ar

“Desde que llegué a Valdocco, tuve la constante sensación de estar en ‘Casa’. Ellos mismos nos dijeron, ‘esta fue la casa de Don Bosco, y es también su casa’. Me emociona pensar que pude vivir unos días en donde vivió Juanito Bosco y sentir esto tan sencillo pero poderoso como lo es ‘estar en casa’”, expresa Florencia animadora del Don Bosco de Santiago del Estero e integrante de la delegación argentina que participó del Sínodo Salesiano de Jóvenes que se realizó en el mes de agosto en Valdocco, Turín.

Con ocasión de los doscientos años del sueño de los nueve años, el Rector Mayor, don Ángel Fernández Artime, convocó este año a jóvenes de todas las Inspectorías de los Salesianos e Hijas de María Auxiliadora, a realizar un Sínodo de Jóvenes en Valdocco, Turín . El mismo contó con la participación de más de trescientos jóvenes de todas partes del mundo. Entre las 94 delegaciones presentes, la de nuestro país estuvo conformada por seis jóvenes de Argentina Sur, Argentina Norte y de las Hijas de María Auxiliadora.

Nos dijeron, ‘esta fue la casa de Don Bosco, y es también su casa’. Me emociona pensar que pude vivir unos días en donde vivió Juanito Bosco y sentir esto tan sencillo pero poderoso como lo es ‘estar en casa’”

Aunque estuviéramos en Valdocco había olor a patios salesiano, olor a familia. No nos entendiamos y hablamos distintos idiomas, pero nos reconocíamos hermanos y compartíamos la alegría de ser hijos de Don Bosco y María Mazzarello”, recuerda Sol, animadora del Movimiento Juvenil Salesiano en la Casa de las Hijas de María Auxiliadora de Mar del Plata.

Una gran responsabilidad

El sínodo inició el domingo 11 de agosto en el Teatro Grande de Valdocco con la ceremonia de apertura, y posteriormente, con la misa presidida por el Rector Mayor en la Basílica de María Auxiliadora. Allí, el padre Ángel expresó su alegría al ver a tantos jóvenes reunidos en el mismo lugar donde Don Bosco desarrolló gran parte de su labor. Además, rescató la importancia de trabajar juntos, escucharse atentamente unos a otros y entablar un diálogo significativo sobre los sueños y aspiraciones de los jóvenes de hoy

De hecho, los preparativos para el Sínodo comenzaron mucho antes de que los participantes llegaran a Valdocco. A principios de este año, se realizó una encuesta a jóvenes de diferentes lugares del mundo con el fin de conocer qué sueñan para el Movimiento Juvenil Salesiano y para los jóvenes de su país; qué dificultades encuentran que hoy tienen los jóvenes; y que tiene el Movimiento para ofrecerle a los jóvenes de sus países. Estas respuestas constituyeron la base del Instrumentum Laboris del Sínodo, que guió las discusiones y deliberaciones a lo largo de la semana. 

“Formar parte de este sínodo fue un regalo y una gran responsabilidad de llevar la voz de todos los y las jóvenes del país, representar sus sueños y animarme también a soñar los míos”.

«Tuvimos un papel muy importante porque trajimos la voz de todos los jóvenes del mundo a este sínodo. Nosotros los escuchamos, reflexionamos e incluso lo rezamos, y a partir de eso, propusimos fragmentos que van a ser parte de ese documento”, explica Santiago del Movimiento Mallinista del Domingo Savio de Santa Rosa, La Pampa. Por su parte, Sol coincide en que “formar parte de este sínodo fue un regalo y una gran responsabilidad de llevar la voz de todos los y las jóvenes del país, representar sus sueños y animarme también a soñar los míos.

El mismo idioma

Uno de los momentos más especiales del sínodo se realizó al atardecer del jueves cuando el patio del Colle Don Bosco se transformó en una animada feria que reunió a jóvenes participantes de todo el mundo en un alegre intercambio de cultura, tradición y amistad.

“Fue fructífero para el alma compartir cómo se vive el carisma salesiano en cada país”, expresa Vanesa de la casa Jesús Buen Pastor-Hogares Don Bosco de Isidro Casanova, Buenos Aires, y destaca “Yo me sentí en casa, sentí que somos una gran familia esparcida por el mundo. Todos los continentes estaban representados, con mesas llenas de objetos tradicionales coloridos, recuerdos salesianos y tesoros únicos que reflejaban las diferentes culturas.

“Nos dimos cuenta de la diversidad del movimiento a lo largo de todo el mundo, y que si bien todos respondemos a distintas necesidades, la proyección es la misma: queremos que todos puedan cumplir sus sueños”.

“Nos dimos cuenta de la diversidad del movimiento a lo largo de todo el mundo, y que si bien todos respondemos a distintas necesidades, la proyección es la misma: queremos que todos puedan cumplir sus sueños”, afirma Sol. 

Por su parte, Florencia, señala que aun separados por grandes distancias, contextos variados y complejos, todos compartían las mismas preocupaciones por las juventudes y por como son atravesadas por los cambios políticos, económicos, culturales y sociales: “tenemos la necesidad de acompañar y apoyar a la juventud para un presente y un futuro mejor, creer en la juventud como una apuesta clara y transmitir el mensaje de amor que Jesús nos regaló junto a Don Bosco”.

¿Cuál es tu sueño para mí?

En el último día del sínodo, además de celebrar el cumpleaños de Don Bosco, el cardenal Ángel Fernández Artime, concluyó su servicio como Rector Mayor de los Salesianos.

Para finalizar, tuvo un diálogo íntimo con los jóvenes delegados de todo el mundo, ofreciendo sabiduría y orientación, arraigadas en sus propias experiencias de vida. Y seis delegados, en representación de las diversas regiones del mundo, se unieron a él en el escenario.

El padre Ángel habló con entusiasmo sobre la importancia de alinear la propia vida con la voluntad de Dios. Recordó a los jóvenes delegados que la vida es intrínsecamente desafiante, pero con la presencia de Dios, estos desafíos pueden ser enfrentados con alegría y resiliencia. Instó a los participantes a no abandonar el Sínodo sin preguntarse por sus sueños y los sueños de Dios. 

Y ante esa pregunta, los chicos del chicos del MJS responden:

“Sueño que cada jóven salesiano pueda conocer, comprender y sentir que todo lo que hacemos es obra de Don Bosco , fruto de sus sueños”, Vanesa.

“Que puedan encontrar el amor el amor de Dios en sus vidas, estando en el MJS o desde su lugar de trabajo, o desde la vocación que elijan, pero que realmente se puedan sentir acompañados por el amor de Dios, que lo busquen”, Santiago.

“Que nadie le robe los sueños, porque son lo que nos materializa la esperanza, lo que nos ayuda a caminar, a avanzar, a ir encontrando los propósitos de nuestra vida”, Sol.

“Que puedan sentirse acompañados y amados por una sociedad que los vea no como un problema sino como crecimiento, desarrollo y potencialidad”, Florencia.

Con la colaboración de ANS.

BOLETIN SALESIANO DE ARGENTINA – SEPTIEMBRE 2024

Noticias Relacionadas

¡Estamos en todos lados!

Pastoral Juvenil. Movimiento Juvenil Salesiano: jóvenes de los que suman para cambiar la realidad.

“Si tan solo tuvieran un amigo…”

Jóvenes. Esa fue la pregunta que se hizo Don Bosco al recorrer las cárceles de Turín, y hoy ¿cuáles son las cárceles de los jóvenes?

Sexting

Jóvenes. Intimidad en tiempos de pantallas.

“Estos son mis hijos”

Jóvenes. Para aprender a mirar diferente tenemos a la mejor Maestra.