Más de cien jóvenes participaron del Retiro de Junín de los Andes.

Desde el 1 hasta el 4 de febrero más de cien jóvenes animadores de diferentes Casas de la Inspectoría Sur participaron del Retiro de Junín de los Andes para vivir una experiencia de encuentro, oración y reflexión.
El lema que acompañó el Retiro fue “Vive en mi corazón”, y el principal objetivo fue que los jóvenes mayores puedan experimentar un espacio de encuentro donde escucharse a sí mismos y compartir aquellas experiencias los apasionaron y apasionan hoy.
“Desde el principio supimos que queríamos hablar con ellos de lo que llevamos en el corazón, porque allí habitan nuestras motivaciones más intensas, lo que nos convoca, lo que nos enlaza con la Vida, lo que nos apasiona, y también lo que nos frena, lo que nos inhibe, nuestros temores y prejuicios”, comparten desde el equipo que preparó y llevó adelante la experiencia.

“Sentí una conexión muy linda con Dios en las canciones, en el lema y en la orientación general del retiro”, expresa Nehuen, un joven de la Casa Salesiana Don Bosco de Ramos Mejía. A lo largo del Retiro, se fueron proponiendo distintas actividades tendientes a pasar por la propia vida, para que todos hicieran la experiencia que hizo Jesús en el Jordán, cuando le pidió a Juan que lo bautizara: “sentir que los Cielos se abren y nos dejan escuchar con claridad la voz de Dios diciendo ‘vos sos mi hijo… mi hija… y te amo con todo mi corazón’”. (Mc. 1, 11)
“Llegué al retiro con muchas ganas de dejar de estar enojada y triste con cosas que me habían pasado y me habían hecho dejar de sentir la presencia de Dios en mi vida, y me fui con la certeza de que soy amada por Dios y que estoy en una comunidad que me aloja, me cuida y me ama y que por sobre todo puedo llamar casa”, asegura Sofía de la Casa Jesús Buen Pastor en Isidro Casanova.
Por su parte, Nacho de la San Juan Evangelista del barrio porteño de La Boca indica que en el encuentro “me pude encontrar conmigo mismo, con mis dudas; y lo pude encontrar en ese amor profundo del Padre Misericordioso. Te llena el alma compartirlo con jóvenes de tu edad”.

El Retiro contó con la visita del padre Inspector Darío Perera, el padre Vicario Osvaldo Braccia y el padre Horacio López de la comunidad de Bernal, quienes llevaron adelante el servicio de cocina junto a un gran equipo de colaboradores de la comunidad de Del Valle.
La experiencia finalizó con un asado comunitario en el que hubo un momento de agradecimientos a todos los que desde algún lugar hicieron posible la experiencia.
BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – FEBRERO 2025