¡Estamos en todos lados!

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Movimiento Juvenil Salesiano: jóvenes de los que suman para cambiar la realidad.

Por Leonel Cánepa

leonelcanepa@gmail.com

¿Qué es eso del MJS?nos suelen preguntar nuestros amigos y amigas cuando empiezan a conocer las actividades que llevamos adelante los sábados, o los encuentros a los que les dedicamos el fin de semana, las reuniones de formación hasta tarde, los campamentos, o sencillamente los stickers de nuestros termos. Ahí solemos soltar un “¿Cómo te lo explico?” 

Es difícil poner en palabras algo tan impregnado en nuestra identidad y tan cotidiano. Ser del Movimiento Juvenil Salesiano, el MJS, es ser familia, una familia que no tiene límites ni fronteras, diversa y hasta desconocida, pero que en cualquier patio del mundo la reconocés y te invita a pasar a la fiesta. 

Y también es fiesta. Es la alegría de sabernos amados por un Dios que ama a los y las jóvenes. Él nos reúne en una misma mesa, casa, patio, ¡a todos, todos, todos! Y en el encuentro nos mueve a compartir la vida que rebalsa y se manifiesta en el juego, en la risa, en el mate que no se lava, en la oración sencilla y profunda, en el vínculo de amistad que perdurará toda la vida. 

Somos Movimiento porque, dentro de la Iglesia, expresamos una identidad propia que congrega a todos los grupos y expresiones juveniles salesianos. Somos Juvenil porque nos conformamos desde, para y por los y las jóvenes. Somos Salesiano porque, como hijos e hijas de Don Bosco y de Madre Mazzarello, vivimos la Espiritualidad Juvenil Salesiana que nos anima a descubrir a Dios en lo cotidiano, a mirar la realidad con optimismo y alegría, a caminar tras Jesús Buen Pastor, a tener gestos maternales como María y a confiar en su Auxilio, y a reconocernos en misión junto a toda la Iglesia al servicio de todas las personas, y en particular de los más necesitados.

“¿Y dónde están? ¿Quiénes son?”

El “MJS Argentina” lo conforman todos los grupos y asociaciones juveniles que se reconocen dentro de la espiritualidad y pedagogía salesiana a lo largo y ancho de nuestro país: desde la Escuadra y el Batallón de Salta, hasta el Mallín de Tierra del Fuego, pasando por el CAMREVOC de Misiones y el grupo ALVI de Mendoza. 

En cada uno de estos grupos y expresiones juveniles, por medio de distintas herramientas, propuestas y recursos se busca llegar al mismo fin: la promoción humana, la educación en valores y la formación en la fe de niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Así, algunos utilizan el circo, otros el deporte, el apoyo escolar o la vida en la naturaleza, las convivencias o los retiros. 

Cada animador y animadora brinda su tiempo y capacidades de modo totalmente voluntario y gratuito. Ellos y ellas son los que piensan, se organizan y llevan adelante la misión de ser el rostro joven de Dios que ama y cuida la Vida.

“¿Qué los mueve? ¿Dónde van?”

El núcleo educativo de los grupos que conforman el MJS es la formación del joven por el joven. Ana Calzia de Concepción del Uruguay, Gino Manassero de Funes, Verónica Leonardi y Agustín Loyola de Córdoba y Nicolás Bohn de Buenos Aires, son algunos de los y las jóvenes que integran el MJS y que se animan a compartir lo que que muchos chicos y chicas como ellos sienten, piensan, viven y creen.

“La experiencia del grupo juvenil nos ayuda a reconocer el paso y la presencia de un Dios con rostro jóven, con boina y alpargatas que se sienta a compartir unos mates. Uno no cree en Dios por la herencia, por nuestra cultura o por la tradición, sino por las experiencias y vivencias que tiene con Dios en la propia vida. Yo creo que en los grupos juveniles conocemos ese rostro joven de Dios y podemos acompañar a otros en su búsqueda”, reconoce Verónica. 

Esta experiencia de Dios, tan fuerte y significativa que cientos de jóvenes viven en el MJS, muchas veces comienza con el acompañamiento cercano, sincero y desinteresado de otros jóvenes: El animador termina siendo un hermano, un amigo que guía porque pasó por esa realidad, por esa etapa, o porque aún la está pasando”, asegura Ana. Nico lo confirma: “la cercanía de las experiencias vividas de uno y otro ayuda a la empatía y esto facilita el acompañamiento en las distintas situaciones”. Desde su experiencia Agustin comparte que para él “el grupo juvenil es el espacio donde podemos escucharnos, respetarnos e ir haciendo camino de la experiencia que cada uno va transitando”. Por supuesto que, como completa Ana, no se trata de una experiencia individual y aislada, sino más bien inserta en un contexto, en una realidad que llama también a comprometerse: “mi ser animadora cristiana y salesiana, también me hace corresponsable de la realidad junto con otros actores sociales como la familia, la Iglesia y la escuela”.

Y cada vez son más

Para acercar y animar todas estas vivencias los chicos y chicas del MJS han tenido la rica experiencia de las Asambleas Nacionales. En el año 2003 se alcanzó la creación de la primera Carta de Identidad del MJS de Argentina, renovada en los años 2017 y 2018. En el 2023, bajo el lema “Estamos en todos lados”, se realizó una nueva asamblea con el objetivo de revitalizar la Espiritualidad Juvenil Salesiana como experiencia de santidad en los nuevos contextos juveniles. Fruto de la misma, surgieron las Opciones del MJS Argentina que trazan criterios para la vida y acción de cada grupo que lo conforman. Las mismas quedaron expresadas de la siguiente manera:

Fruto de esta reflexión en torno a la profundización de la Espiritualidad Juvenil Salesiana en los nuevos contextos juveniles, los y las jóvenes del MJS Argentina hacemos opción por:

  1. Un MJS comunidad, que aliente la unidad atravesando las barreras geográficas e inspectoriales.
  2. Un MJS que asume nuestra diversidad, por medio del diálogo, búsqueda de consensos y sinodalidad, para caminar juntos en armonía.
  3. Un MJS abierto a la escucha y comunión para el intercambio de la realidad.
  4. Un MJS cuyo centro es Jesús que nos invita a todos y todas a la mesa del encuentro.
  5. Un MJS que promueve la articulación local, zonal, regional, inspectorial e inter-inspectorial, con la Iglesia Diocesana y la Pastoral Nacional de Juventudes, creciendo en la comunicación más allá de la información.
  6. Un MJS que anime a los y las jóvenes a ser protagonistas
  7. Un MJS que nos acompañe en nuestros caminos vocacionales desde el cuidado, sin invadir y respetando los procesos personales.
  8. Un MJS que anime a construir utopías que nos movilicen.
  9. Un MJS que tiene a los más pobres en el centro de su corazón y desde allí escucha, articula y pronuncia sus voces.

¡En todos lados!

En cada patio, en cada casa, en cada escuela, en cada Iglesia,

En cada niño y niña, en cada adolescente, en cada joven, en cada familia,

En cada oratorio, en cada Bata, en cada Escuadra, en cada Centro,

En el barrio, en la calle, en el campa, en el retiro, en la cancha,

En el termo, en el celu, en la agenda, en la remera, en la bandera…

Sí… ¡el MJS está en todos lados!

BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – SEPTIEMBRE 2024

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