Hablar el mismo idioma

Compartir

La misión salesiana entre los inmigrantes italianos en el cambio de siglo

En la imagen, miembros de la Comisión Directiva de la Societá Cattolica Popolare Italiana de la ciudad de Córdoba, junto al padre director del Colegio Pío X, Pedro Tantardini. en torno a 1920.

Por Ariel Fresia, sdb y Nicolás D. Moretti 1
afresia@donbosco.org.ar / morettinicolasd@gmail.com

Es habitual que, frente a las efemérides referidas a la llegada de los salesianos a la Argentina como primer territorio de misión fuera de Europa, se concentre la atención en la acción misionera realizada entre los pueblos originarios de la Patagonia. 

Existe una extensa literatura al respecto que ha sabido ahondar en lo que fue la tarea apostólica de una congregación que cumplió un rol protagónico en la evangelización de los pueblos aborígenes del sur del continente.

Sin embargo, se puede destacar otro rasgo que definió también la misión pastoral salesiana durante aquellas primeras décadas: la atención brindada a las comunidades de inmigrantes italianos a través de iniciativas educativas, mutuales y asociativas. La atención de los migrantes fue parte esencial de la tarea misionera de la Congregación, asignada por el mismo fundador, Juan Bosco.

“Ayudemos a los inmigrantes”

Desde su llegada a Buenos Aires en 1875, los primeros salesianos emprendieron la tarea de asistir material y espiritualmente a los congéneres italianos. En tal sentido, según se desprende de un informe del arzobispado de Buenos Aires, desplegaron una enorme actividad con los oratorios, parroquias, escuelas, círculos de obreros, grupos de exalumnos y asociacionismo de la colectividad2

La centralidad de esta tarea quedaba de manifiesto en una carta del padre José Vespignani reservada a los mismos salesianos, en la que remarcaba algunas impresiones de su viaje al X Capítulo General de la Congregación. Allí, llamaba la atención especialmente sobre las palabras del primer sucesor de Don Bosco, Don Miguel Rua, acerca de la atención que debía brindarse a los inmigrantes: Recomiendo a todos nuestros misioneros los inmigrantes: este es uno de los más grandes actos de caridad, que recomienda la Iglesia por medio del Sumo Pontífice y de los más celosos prelados. Ayudemos a los inmigrantes.” 3

Cuando los salesianos llegaron a Buenos Aires en 1875, su acción estuvo dirigida especialmente a la atención de los inmigrantes italianos. Ese había sido el mandato de Don Bosco. 

Estos anhelos se materializaron en la fundación en Turín de la Commisione salesiana dell´emigragione, por iniciativa del mismo Don Rua, el 10 de enero de 1905. Este hecho resultó clave en la creación, un año después, del Secretariado del Pueblo con sede en la iglesia Mater Misericordiae, en el barrio porteño de Congreso. 

Esta sede principal para Argentina sería la referencia para todos los Secretariados que se abrieran en las casas salesianas del país. 4 Así lo anunciaban las páginas del Boletín Salesiano: “Por ejemplo, en la iglesia ‘Mater Misericordiae’ de Buenos Aires había establecido una Secretaría del Pueblo para los inmigrantes europeos, especialmente italianos, con sucursales en todas las casas salesianas en Argentina”. 5

Un trabajo articulado

En una memoria oficial de la Congregación escrita el 31 de octubre de 1911 por el segundo sucesor de Don Bosco, el salesiano Pablo Álbera, se informaba a la Santa Sede de una serie de acciones llevadas a cabo en las misiones del mundo entre los inmigrantes italianos. 

En dicho informe se especificaba claramente la articulación entre el Secretariado del Pueblo e Italica Gens, organismo fundado en Turín en 1909 para brindar asistencia religiosa a los migrantes, mantener la lengua y la cultura italiana, asegurar el ingreso al mercado de trabajo y el socorro de los migrantes ante diversas eventualidades: “Recientemente una gran parte de nuestro trabajo por los emigrantes italianos se suma a la Federación de Itálica Gens, combinando nuestra labor con la de otras corporaciones religiosas muy dignas en el mismo campo de acción.” 6

Don Rúa, primer sucesor de Don Bosco, recomendó a los misioneros que se ocuparan especialmente del cuidado de los inmigrantes.

Italica Gens logró un desarrollo considerable en América a medida que la presencia salesiana fue expandiéndose por diversos países, por el apoyo expreso que brindaron los salesianos a su difusión. El Boletín Salesiano de aquella época así lo reflejaba: “… los Secretariados que están instalados en nuestras casas no permanecen inactivos. Para los italianos, el trabajo procede en armonía con Italia Gens…”7

Todavía en 1913 se insistía en el trabajo conjunto entre la organización propia de los salesianos e Italica Gens, que al poco tiempo también fue gestionada totalmente por la Congregación Salesiana, al ubicar en los cargos directivos a sus religiosos. 8

Cuando los salesianos llegaron a Buenos Aires en 1875, su acción estuvo dirigida especialmente a la atención de los inmigrantes italianos, al menos ese había sido el mandato de Don Bosco. Por tal motivo, organizaron a su llegada una serie de iniciativas tendientes a asistir a los inmigrantes de la colectividad –aunque no exclusivamente– en todo aquello que fuera de utilidad para no perder los lazos con su madre patria.

1. Iván A. Fresia es doctor en Historia (UNCuyo) y postdoctorado en Ciencias Humana y Sociales (UBA) Coordinador de ACSSA-A y miembro asociado del Istituto Storico Salesiano (ISS). Nicolás D. Moretti es doctor en Historia (UNC), docente e investigador en el Instituto Segretti (Córdoba), miembro de ACSSA-A.

2.  P. S. MARTÍNEZ, “Religión e inmigración en 1907. Un informe del arzobispado de Buenos Aires”, en: Archivum, XVI (1994), p. 134-135.

3.  J. VESPIGNANI, Circulares, Cartas, Avisos. Para uso de los salesianos de las Inspectoría Argentina de San Francisco de Sales, Edición reservada, Buenos Aires, Sociedad Editora Internacional, 1922, p. 181: “raccomando a tutti i nostri Missionari gli Emigranti: é questo uno dei piú grandi atti di caritá, che ci raccomanda la Chiesa per mezzo del Sommo Pontefice e dei piú zelanti Prelati. Si aiutino gli emigranti.”

4.  AHS ARS / BA, Caja Italica Gens, n° 132.2. Segretariato del Popopo di Mater Misericordia: carta del Inspector del 15 de marzo de 1912.

5.  Bollettino Salesiano, Anno XXXI – n° 1, Torino, Gennaio 1907, “Il Sac. Michele Rua ai Cooperatori e dalle Cooperatrici di D. Bosco”, p. 5: “Ad esempio presso la chiesa «Mater Misericordiae» di Buenos Aires si è istituito un Segretariato del popolo per gli immigranti Europei, specialmente per gl’Italiani, con Succursali in tutte le case salesiane dell’Argentina.”

6.  Bollettino Salesiano, Anno XXXVI – n° 1, Torino, Gennaio 1912, “La Benedizione del S. Padre alla nostra azione per gli Emigrati”, pág. 11: “e recentemente aggregammo gran parte del suddetto nostro lavoro per gli emigrati italiani (Segretariati e insegnamento della lingua italiana) alla Federazione Italica Gens, unendo così l’opera nostra con quella di altre corporazioni religiose molto benemerite nello stesso campo d’azione”. [La traducción es nuestra] 

7.  Bollettino Salesiano, Anno XXXVIII – n° 1, Torino, Gennaio 1914, “L’Opera di Don Bosco nell’Argentina, nell’Uruguay, nel Chili e nel Brasile (Lettere di D. Trione)”, pág. 16: “Tuttavia i Segretariati a ciò istituiti presso le nostre Case non restano inoperosi. Per gl’Italiani il lavoro procede in armonia coll’Italica Gens…”. [La traducción es nuestra] No obstante el trabajo mancomunado “en armonía” entre ambas organizaciones se esforzaron por mantener la autonomía institucional. Véase ahs ars/ba, Caja Italica Gens, n° 132.2. Segretariato del Popopo di Mater Misericordia

8.  M. CEVA, “La Itálica Gens y la inmigración en la Argentina entre 1910-1925”, en: Estudios Migratorios Latinoamericanos, n° 49 (2001), p. 585-602.


Este artículo forma parte de un recorrido más amplio, camino a los 150° de la llegada de los primeros misioneros salesianos a la Argentina, que celebraremos en 2025.

Encontrá cada mes una nueva entrega.

www.boletinsalesiano.com.ar/salesianos2025 


BOLETIN SALESIANO DE ARGENTINA – AGOSTO 2022

Noticias Relacionadas

«No te das una idea»

Historia salesiana. “El imaginario de los misioneros salesianos”, nuevo libro de Ediciones Don Bosco Argentina.

Me llamo Juan Bautista Baccino

En primera persona. Un relato en primera persona de Juan Bautista Baccino.

Esto suena a Don Bosco

San Justo. Cuando la música lo cambia todo y a todos.

Me llamo José María Brentana

En primera persona Un relato en primera persona de José María Brentana.