Es habitual escuchar en los medios de comunicación acerca de las separaciones y las reconciliaciones de las distintas parejas del “mundo del espectáculo”. Los rumores de “cortaron la relación” o “ya no estarían más juntos” son moneda corriente, banalizando el amor. A veces pareciera que lo más definitivo de las relaciones que se muestran en la pantalla son las separaciones. En contraste, podemos constatar con alegría cuánto deseo hay en muchos de nuestros jóvenes por encontrar un amor verdadero, y cuánto esfuerzo se pone en construir una relación en serio cuando el amor llega a los pibes que ya conocen el amor de Dios.
Sabemos que no es fácil construir un proyecto de vida con otro. Me detengo en pensar cuánto tiempo dedicamos a acompañar a nuestros jóvenes en la búsqueda de su proyecto de vida, en reconocerse valiosos y en hacerse cargo de sus opciones cuando se trata de amor. ¿Cuánto hacemos con ellos para acompañarlos en sus primeros enamoramientos, en sus noviazgos, en los encuentros y desencuentros de las relaciones amorosas que comienzan a vivir?
Desde el simple gesto de dar una palabrita al oído que pueda ser un “rumor de vida”, hasta el desafío de acompañar sistemáticamente a las parejas de novios que piensan en el matrimonio. Como Familia Salesiana, nos desafía el ser y hacer para que,en el mundo,el “espectáculo”tenga como protagonista a cada joven construyendo su propia felicidad.
Susana Billordo, hma
Boletín Salesiano, junio 2017