
Tu casa
Una paloma que vuela muy alto se escapa de la ciudad
Se queda sola porque su familia ya no busca libertad
Como la gente que vive enojada no la puede escuchar
Esa pequeña se esconde en un árbol para no molestar
No busques más
La tonta libertad
No te deja volar
Si sola estas
Paloma loca
Ahora sos tu casa
(fragmento)
Artista: Gauchito Club y Leo Rizzi
Tu Casa (2025)
Por Julián Moya
julimoya123890@gmail.com
La canción Tu casa, interpretada por Leo Rizzi, nos presenta la historia de una paloma que, en su deseo de volar alto y ser libre, se desprende de lo conocido y termina enfrentando la soledad. Allí descubre una verdad profunda: “Ahora sos tu casa”. Esa frase, que resuena como un hallazgo y una advertencia, nos invita a pensar en lo que significa ser refugio para uno mismo y para los demás.
El misionero vive algo parecido. Deja su casa, su tierra, sus seguridades y afectos, para abrirse a una nueva realidad. Renuncia a lo propio, pero no se queda vacío, lleva consigo un hogar interior hecho de fe, esperanza y amor. En su camino, se convierte en casa para quienes lo reciben, porque transmite con gestos sencillos, lo más grande que tiene: la certeza de un Dios que ama y que no abandona.
Don Bosco y Maín supieron vivir este espíritu misionero en su tiempo. No se quedaron encerrados en lo seguro, sino que salieron al encuentro de los jóvenes más pobres, ofreciendo un hogar que no era solo un techo, sino un lugar de confianza y de futuro. Allí donde había abandono, construyeron comunidad; donde había miedo, sembraron esperanza; donde había soledad, ofrecieron familia.
La frase “Ahora sos tu casa” nos recuerda que todos estamos llamados a ser un espacio abierto para los demás. Ser casa significa escuchar sin juzgar, acompañar en el dolor, celebrar la alegría compartida y dar calor humano donde se lo necesite. La misión no siempre implica viajar lejos: muchas veces comienza en lo cotidiano, en el barrio, en la escuela, en la comunidad, ahí donde alguien necesite sentir que no camina solo.
El verdadero misionero es aquel que –como la paloma de la canción– se atreve a volar más allá de lo seguro, conociendo el riesgo de sentirse vulnerable. Pero en lugar de quedarse en la soledad, transforma esa experiencia en entrega. Su vida se convierte en hogar para otros, porque lleva en el corazón la casa de Dios, que es amor y misericordia sin fronteras.
Todos, desde nuestro lugar, podemos ser casa para quienes lo necesitan. Al estilo salesiano, sigamos siendo misioneros de alegría, de esperanza y de fe, ofreciendo a cada persona que encontramos un pedacito de hogar en nuestro corazón.
BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – NOVIEMBRE 2025
