Victorica, La Pampa: huerta comunitaria, construcciones con “ecoladrillos”, compostera y una red que cree y sueña.
Por Raúl Rodríguez, sdb *
Hace cuatro años en el centro juvenil de Victorica, La Pampa, por iniciativa del salesiano José Manzano se inició una pequeña huerta con los pibes del barrio. En los días de aislamiento social, la huerta nos dio una excusa para encontrarnos al aire libre… y el paisaje comenzó a tomar color, y las tardes se amenizaban con anécdotas de las cosas que nos iban pasando durante la semana.
Cómo explicar la alegría que sentíamos al poder cosechar las primeras acelgas, lechugas y los infaltables rabanitos. ¡Nada más lindo que probar el fruto de nuestro trabajo y de la fuerza de la vida! Y la humilde huerta comenzó a crecer, a generar una conciencia de cuidado, de sueños compartidos, de trabajo en común…
Como comunidad vimos la oportunidad de potenciar esta iniciativa. A mitad de 2022, nos sumamos al proyecto “Nuestra Casa Común: con los niños y jóvenes hacia una mentalidad ambiental sostenible”, que cuenta con el apoyo de Don Bosco Jugendhilfe Weltweit. Y comenzamos a soñar con un invernadero, con el riego de la canchita de fútbol, con plantar más árboles en el predio, con tener una compostera comunitaria. Gracias al asesoramiento y el entusiasmo del ingeniero Alejandro Falcó fuimos dando algunos pasos.
La Universidad de La Pampa lanzó una campaña llamada “botellas de amor”, que intenta crear conciencia sobre la necesidad de reciclar y reutilizar plásticos. Nos pareció bien comenzar a hacer “ecoladrillos”, pero con la idea de utilizarlos en nuestra localidad, evitando los impactos ambientales de su transporte a Buenos Aires.
Nos propusimos con los chicos del primario y con la comunidad parroquial socializar el emprendimiento para realizar una obra civil que muestre una forma de valorizar localmente estos ecoladrillos, construyendo un contrapiso en el predio del centro juvenil. Finalmente se pudo concretar la obra gracias a la participación de muchos vecinos.
Además queríamos poner en marcha una compostera comunitaria que nos permita revalorizar los restos orgánicos y producir compost para abonar la huerta. La visita que hicimos al basurero a cielo abierto nos impactó y nos comprometió aún más.
Al mismo tiempo recibir a un grupo de jóvenes de la obra salesiana de Congreso, Buenos Aires, fue un buen incentivo para comenzar la compostera comunitaria. El trabajo de varios hermanos hizo que se pueda construir con pallets. Los chicos del taller de arteterapia le dieron su impronta. Y el proyecto llegó al Concejo Deliberante, que lo declaró de interés municipal.
Gracias al asesoramiento de la gente del INTA local, la huerta de primavera-verano se va llenando de vida, y el sueño del invernadero cada vez se hace más cercano. La Dirección de Medio Ambiente municipal celebra este emprendimiento y nos ofrece su colaboración. No depende sólo de nosotros transformar la realidad angustiante que producen la contaminación y el cambio climático, pero estamos felices de sumar nuestro granito de arena.
* Con la colaboración de la Oficina de Planificación y Desarrollo y el Equipo de Comunicación de Argentina Sur.
BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – NOVIEMBRE 2022