Es un escenario terrible el que se presenta en la capital Katmandú, incluso en algunos pueblos limítrofes, donde alrededor del 70% de los hogares fue completamente destruido. Es el terremoto más fuerte de los últimos 80 años en la región y ya se registraron más de tres mil víctimas fatales. Incluso se encuentran afectadas algunas zonas de la India, China, Bangladesh y del Tíbet. En este contexto, los salesianos que viven en el lugar procuran ayuda de emergencia a los afectados, al tiempo que varias Procuras Misioneras Salesianas ya han puesto en marcha campañas de solidaridad.
El miedo y el caos se han apoderado de las zonas más afectadas por el terremoto. Las réplicas y los hospitales colapsados obligaron a muchas personas a dormir a la intemperie. » La gente tiene mucho miedo porque siguen sintiéndose réplicas; todo el mundo duerme al aire libre, incluso los chicos, por el miedo a que se repita”, explica el misionero salesiano Jacob Punneli, que trabaja en el valle de Katmandú.
Los salesianos están presentes en varias localidades del país, pero dado que la mayoría de los daños se concentran en el valle de Katmandú, los religiosos, el personal de sus obras y algunos exalumnos están trabajando en 4 pueblos de esa zona, ayudando a cerca de 400 familias. Allí parece no haber víctimas, pero casi todas las casas fueron arrasadas. Para colaborar con las necesidades más urgentes son distribuidos alimentos, algunos medicamentos y material para hacer refugios temporales.
“Se necesitan alimentos, mantas, medicinas, tiendas de campaña, ropa de abrigo… Mucha gente lo perdió todo y la lluvia complica más aún la búsqueda de supervivientes y la asistencia a los damnificados”, añaden los salesianos, que abrieron sus instalaciones, a pesar de los daños que sufrieron, para poder atender a la población. “Muchas otras personas no han tenido nuestra misma suerte”, concluyen.
De acuerdo a lo que informaron las Procuras Misioneras Salesianas que se encuentran colaborando en el lugar actualmente las campañas están destinadas a las necesidades más inmediatas y a socorrer a quienes están en situaciones más comprometidas. Las necesidades de la reconstrucción sólo se considerarán una vez que la situación de emergencia haya pasado.
Fuente: www.infoans.org