Decilo freestyle

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Jóvenes sin filtro que rompen la escena musical.

Por Majo Colombo //

mcolombo@donbosco.org.ar

Luz, micrófono y un beat. Históricamente las juventudes se valen de diferentes manifestaciones culturales para hacer escuchar su voz y exteriorizar su percepción del mundo. El grafitti, el trap, el rap, la escritura poética, la danza, el teatro, las intervenciones en la vía pública, la generación de contenido artístico para subir a las redes, son lenguajes a través de los que las y los jóvenes se posicionan ante la sociedad como generadores de cultura y sujetos políticos activos.

Cazzu, Wos, Trueno, Nicki Nicole, María Becerra, Duki, Louta, Bizarrap son jóvenes argentinos que encontraron en la música urbana el medio para atreverse a hablar sin filtro, rompiendo récords en el mundo en lo que respecta a cantidad de reproducción y de seguidores. 

Con micrófono o sin él, en competiciones o en estilo libre, en grupos o de manera individual, en la calle, en una plaza o en un estadio… las formas y los contextos pueden variar, pero todos estos artistas llevan en la sangre y en su obra el arte de la improvisación, el Freestyle

Y aunque se trata de un género o estilo musical nacido en Estados Unidos, ellos y ellas supieron asumir el desafío de traerlo a nuestro país y utilizarlo con un sello nacional para contarle al mundo lo que somos y las historias que tenemos. 

“¿De qué lado de la mecha te encontrás?”

Las letras de sus producciones también pueden variar, aunque en general, como en la mayoría de las letras de Freestyle, aparecen de manera recurrente la denuncia y la lucha contra las injusticias. Pero no de cualquier modo, sino en lenguaje y códigos juveniles, trayendo palabras del cotidiano, y otras, incluso inventadas.

«En el corazón de cada joven está el anhelo de transformar la sociedad. Cuando me junto con otros artistas está implícito eso todo el tiempo.», expresó Louta en una entrevista. 

Wos también comparte esta idea y explica: “Algo que viene del freestyle es que, además de ser escritor, sale primero el instinto, lo que está en relación al contexto, lo que estás sintiendo. No tenés opción. Estás rimando, improvisando y te viene una palabra y después otra palabra… Una sensación te va llevando a la otra y yo confío en esa primera sensación que te va conduciendo en diálogo con la música y que te va llevando”

A otras artistas como Cazzu y Nicki Nicole el freestyle les dio la posibilidad de expresarse sobre temas de los que antes no se hablaban. A través de sus canciones han podido decir verdades que incomodan, aunque también por eso, han sufrido críticas en las redes sociales. Pero como ellas lo expresan: «No hay nada más débil que guardarse lo que uno siente».

El trampolín de los sueños

Como en muchos otros casos, la carrera musical de estos artistas argentinos tuvo un momento bisagra, que los convirtió en figuras públicas y reconocidas dentro de la escena musical contemporánea.

En la mayoría de los casos, ese salto está vinculado con la presencia y circulación de sus producciones por plataformas de streaming, redes sociales y soportes audiovisuales que funcionan como replicadores y expansores de su trabajo.

María Becerra, Trueno y Nicki Nicole comenzaron a hacerse conocidos publicando y generando contenido audiovisual para sus canales de Youtube y redes sociales. Luego, incursionaron en la industria musical. El aumento en el número de reproducciones de sus videos y de seguidores en sus canales, hizo que productoras de la industria empezaran a auspiciar y financiar sus trabajos.

Bizarrap, productor musical, comenzó en 2017 subiendo a Youtube  ediciones de batallas freestyle argentinas, mezcladas con ediciones y remezclas. Estos trabajos incrementaron su reconocimiento hasta posicionarlo como el artista argentino más escuchado en Spotify alrededor del mundo. Los videos de sus Music Sessions y sus BZRP Freestyle Sessions –sesiones que realiza junto a otros artistas– no sólo le han dado a él reconocimiento como artista, sino que también han fomentado el crecimiento y viralización de muchos artistas que hasta el momento eran poco conocidos. Dicho por sus propios compañeros: “Biza busca gente que necesita crecer y acompaña esas búsquedas”.

Las claves del éxito

Pero la composición junto a otros no es una característica exclusiva de Bizarrap, sino que parece ser identitaria de este grupo de artistas. En este tipo de música, la edición y la producción son dos herramientas claves no sólo en el post sino también en el durante. Como dice Trueno, “la clave está en rodearse de gente que ‘le mete cabeza musical’ a lo que uno piensa y tiene ganas de decir”.

Para Wos es esencial que el proceso creativo sea compartido ya que “uno está mucho más tiempo en el proceso que lo que muestra después como resultado”. Ahí aparece entonces la combinación de sonidos, mezclas, ensambles, la utilización del autotune para generar sonidos nuevos, beats, instrumentos o bandas en vivo y todo lo que  aporte calidad y novedad.

Grabar sus álbumes a partir de presentaciones en vivo, con improvisaciones que vayan surgiendo en el momento, es también una característica identitaria de este nuevo género musical. Muchos de sus grandes éxitos han sido elaborados de esta manera, por lo que este tipo de composiciones le otorga a los shows en vivo una particularidad: la vivencia, tanto para el artista como para el público, de una presentación única e irrepetible. “Salió ese freestyle y quedó. Si mañana hay otro show, seguro lo que pase sea distinto”.

 “¿Y a eso le llaman música?”

Ante las expresiones de estos nuevos artistas, se abre un desafío muy grande para los adultos: entender y aceptar sin prejuzgar. Mejor dicho, el desafío está en conocer estos lenguajes y códigos ajenos e interesarse por ellos para ver cómo el aporte de los jóvenes puede ampliar su mirada sobre el mundo.

Hay una tendencia adulta a limitar o no aprobar las posibilidades de expresión de los jóvenes. En el caso de la música, por la “superficialidad” o el carácter transgresor de los mensajes, por el vocabulario que se utiliza o por lo ambiguo del contenido. Frases como: “¿y a eso le llaman música?”, “música era lo de antes, ahora no se entiende nada lo que dicen”, son claros ejemplos. Aún así, los jóvenes insisten en buscar distintas alternativas, como históricamente lo ha hecho la juventud de cada tiempo. El desafío está en cómo legitimar esas formas que surgen, en cómo comprenderlas reconociendo que en ellas hay una voz legítima que le da forma estética a conductas y lenguajes propios.

Esta voz trae consigo una dimensión social y política que no debe desconocerse. Desde ella se critica, se afirma o se descalifica. En ella se acentúan o atenúan las tensiones que los jóvenes viven en sus relaciones con el medio. Esa voz también tiende un puente, en muchos casos, hacia sus primeras experiencias colectivas de participación y convivencia. A través de su voz y mensaje, pueden reconocerse y ser reconocidos como ciudadanos capaces de comprometerse.

Podemos decir entonces, que la música siempre ha sido una forma de expresar y denunciar situaciones, sentimientos y acciones. Estos artistas, que han surgido durante los últimos años, nos invitan a probar, explorar e improvisar en nuestra cotidianidad. Es tiempo de animarse a vivir la vida sin ensayos, de estar abiertos a recibir reflejos y aportes de los demás, y de trabajar en equipo para ser más fuertes y llegar más lejos.

Y por supuesto, apoyar la música nacional hará que muchos chicos y chicas que hoy sueñan con un “trampolín” que los empuje a vivir de lo que más anhelan, alcancen sus metas y nos regalen nueva música para acompañar el camino de nuestros propios deseos.

BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – JUNIO 2023

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