Seis letras, un milagro

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Cinco formas de cultivar la gratitud.

Por Carmen Laval
Boletín Salesiano de Italia

Hay un nuevo tipo de tratamiento. Su eficacia contra enfermedades es impresionante. No tiene efectos secundarios… aparte de hacerte más feliz. Pero pasarán años antes de que la medicina oficial lo recete porque tiene un gran defecto: ¡no genera dinero para nadie!

Este remedio sencillo y gratuito consiste simplemente en decir con frecuencia una simple palabra: gracias.

La ciencia es clara. Innumerables estudios científicos demuestran la extraordinaria eficacia de la gratitud. No es el dinero ni el éxito lo que hace que la vida sea plena y significativa. Lo que nos nutre y nos hace verdaderamente felices es la calidad de las relaciones humanas. Las relaciones cálidas y afectuosas nos dan una profunda sensación de bienestar. 

¿A quién no le gusta que lo aprecien y celebren? Ese es precisamente el significado de la gratitud: celebrar a las personas en nuestras vidas que nos hacen felices y nos apoyan. Pero es en la salud donde el impacto de la gratitud resulta más sorprendente. La gratitud también cura las enfermedades del corazón. Tiene efectos beneficiosos sobre el sueño, la ansiedad o la depresión.

La gratitud tiene efectos beneficiosos sobre el sueño, la ansiedad o la depresión.

Incluso todo empezó con felicidad: Dios creó el paraíso como principio y fin de la vida humana. No hace falta estudiar con bata blanca para comprender que la gratitud es un sentimiento maravilloso que merece ser cultivado. Y basta mirar a nuestro alrededor para comprobar que las personas agradecidas suelen estar más satisfechas.

Registrar cada momento

Llevar un diario de gratitud es un primer paso simple y fácil en su viaje de gratitud. Simplemente hay que escribir tres cosas por las que te sientas agradecido y las emociones que te provocaron. Algunos estudios han demostrado que llevar un diario durante un periodo relativamente corto de dos o tres semanas aumenta la sensación de bienestar.

Aprender a compartir más

Expresar emociones positivas como la gratitud, la ternura o el humor fortalece las relaciones. Las relaciones sólidas te invitan a compartir aún más, fomentando vínculos aún más fuertes.

En 2015 los psicólogos de Londres demostraron que las personas que expresan un poco de gratitud todos los días duermen mejor y tienen una presión arterial más baja después de dos semanas. Expresar gratitud a quienes nos rodean, incluso por las pequeñas cosas de la vida, es una forma sencilla de enriquecer el vínculo entre las personas que se aman.

Escribir cartas de agradecimiento

¿Cuándo fue la última vez que recibiste una postal o una carta escrita a mano? En la era de los correos electrónicos, los mensajes de texto y los mensajes directos, tomarse el tiempo para escribir a mano realmente marcará la diferencia.

Las investigaciones han demostrado que escribir una carta de agradecimiento a alguien que nos ayudó es tan bueno para quien lo recibe como para quien lo envía. De hecho, el acto de escribir ayuda a validar la experiencia y revivir las emociones positivas asociadas a ella. No es necesario que sea largo. Un simple “gracias por su atención, significó mucho para mi” puede tener un gran impacto en nosotros mismos y en los demás.

Visitas de agradecimiento

Escribir un agradecimiento es genial, ¡pero expresarlo en persona es aún mejor! Di lo que te hizo feliz, te conmovió y te ayudó sobre la actitud de la otra persona hacia ti. Aunque para algunos es lo más difícil de hacer, se ha demostrado que es eficaz.

Mostrarse vulnerable frente a los demás es una señal de sinceridad y su gesto será aún más apreciado por ello. Fue la práctica lo que trajo más alegría y lo que se destacó en los participantes del estudio. Esta felicidad también se debe a la ternura mutua expresada a través de actos físicos, como los abrazos.

Crear rituales de gratitud

Creando “momentos de gratitud” en el día, por ejemplo durante el café de la mañana o cuando te acuestas por la noche, aumenta la sensación de bienestar. Intentá dar gracias por las cosas que das por sentado. Por ejemplo, levantarse de la cama y decir gracias por la mañana es algo que la mayoría da por sentado. Sin embargo, muchas personas enfermas no pueden hacerlo. Gracias a la vida por su bondad.

La gratitud es preciosa porque nos lleva a reconocer. La vida nunca es perfecta y a veces es cruel. Pero siempre hay alegrías, momentos que vale la pena vivir. La gratitud nos invita a celebrar estos momentos, a reconocer lo bueno de nuestras vidas en lugar de insistir en lo malo, a decir que nos centramos en los aspectos positivos y no en los negativos.

Lo que nos nutre y nos hace verdaderamente felices es la calidad de las relaciones humanas.

La gratitud también ayuda a bloquear emociones tóxicas como la envidia y el resentimiento. En lugar de envidiar a quienes más tienen, la gratitud nos hace valorar lo que tenemos. Es un nivel más profundo, la gracia nos aleja de nosotros mismos y nos abre a los demás. Reconocemos que le debemos a los demás, al menos algo de felicidad es parte de las bendiciones que recibimos. 

Este cambio nos afecta a todos, cada día: agua corriente, calefacción, la posibilidad de comer tres veces al día, todo esto representa una comodidad  extraordinaria en comparación con lo que la humanidad ha experimentado durante milenios.

¡Es tan fácil decir “gracias”! Empezaré: gracias por leer mi artículo hasta el final. Les agradezco mucho por su buena atención.

BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – DICIEMBRE 2023

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