El aporte de los Bonetti al programa estético de la acción misionera en Buenos Aires.

Por: José Emilio Burucua e Iván Ariel Fresia
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En 1883 el arzobispo Aneiros colocó la piedra fundamental del templo de San Juan Evangelista en La Boca. De inmediato comenzó la construcción sobre la base de los planos de Pablo Bessana, quien también se encargó de la dirección del proyecto. Tres años más tarde, el 17 de junio, el mismo prelado inauguró el nuevo edificio, aunque faltaban todo el revoque, los altares laterales y aun no se disponía del órgano.
En 1886 se colocó la estatua monumental del Santo Patrono tallada por Américo Bonetti. En 1887 el P. Pedro Bonacina realizó el púlpito. En 1891 el marmolista Mauro Messina construyó los altares de Ntra. Señora de la Guardia, Ntra. Señora del Carmen, el Sagrado Corazón y el Santo Cristo.
Una fotografía de 1905 muestra el exterior de la Iglesia ya terminada. Se trata de un cuerpo de tres naves con un pórtico neoclásico exterior de cuatro columnas toscanas y una serie continua de arcos en el muro exterior oeste sobre la calle Martín Rodríguez. En el eje principal de la fachada se alzan una tribuna con balaustrada y una sola torre esbelta, que es al mismo tiempo campanario. La cúpula del crucero era achatada y la coronaba una linterna cuya altura compensaba ese achatamiento.
A partir del nombramiento de Valentín Bonetti como párroco en 1910, tras el fallecimiento del P. Bourlot en noviembre de ese año, se inició una larga tarea de renovación arquitectónica y edilicia. Al mismo tiempo se estableció un plan general de decoración del templo que incluyó la adquisición de grandes cuadros para colocar en los paños de muros entre los altares y apoyar en las cornisas de la cúpula o de la larga bóveda de la nave principal. Lo llamamos programa estético de la acción salesiana en el barrio de La Boca para comprender el valor del arte sagrado en la obra de Américo Bonetti en particular, en el marco de la acción evangelizadora de la Congregación.
En 1911 el artista italiano Sr. Quintín Piana recibió el encargo de planificar aquella decoración “para dar al Templo un sabor artístico adecuado al estilo arquitectónico del mismo”¹. En 1924 el diario La Verdad señaló la intervención del arquitecto salesiano Ernesto Vespignani como encargado del diseño general de la obra decorativa². Recuérdese que Vespignani fue quien diseñó y construyó las majestuosas iglesias de San Carlos en Almagro, del Santísimo Sacramento en Retiro, de Nuestra Señora de los Buenos Aires en Flores, también la pequeña y acogedora iglesia parroquial de San Pedro en La Boca es de su autoría.³
Algunos de los hitos principales de los trabajos en San Juan Evangelista que se sucedieron entre 1911 y 1916 bajo el directorado de Valentín Bonetti son los siguientes:
1911- La Sra. Cándida Garibaldi encargó la estatua del Sagrado Corazón de Jesús en los Talleres del tallador austríaco Christian Mahlknecht.⁴
1911- El Sr. Lloret dirigió los trabajos de estucado imitación mármol de todas las columnas interiores.⁵
1911- Colocación de los vitrales ejecutados por la Casa Mary de Buenos Aires con dibujos de Quintín Piana correspondientes al Ángel Custodia, San Luis Gonzaga, Santa Cecilia y el “Venerable” Don Bosco.⁶
1913- En junio, colocación de la cabreada o armadura de la nueva cúpula.⁷
1913- Terminación de la cúpula y del campanario modificado según plano del arquitecto Ernesto Vespignani. Nuestra hipótesis es que Vespignani dibujó los planos de ambas cúpulas, la del crucero y la de la torre del campanario.⁸
1914- En junio se descubren los doce medallones dibujados por Quintín Piana y pintados por Enrico Reffo que adornan la cúpula y exhiben símbolos cristianos: la religión, la fe, la esperanza, la caridad y las ocho bienaventuranzas expuestas en el sermón de la montaña.⁹
1914- En octubre llegan y se colocan los dos grandes cuadros del transepto diseñados por Piana y ejecutados por Reffo en Turín que representan la Comunión de la Virgen y San Juan reclinado sobre el pecho de Jesús.
1914- Finalizan los trabajos de restauración de la bóveda del presbiterio.¹⁰
1914- Se colocan en los extremos del transepto los medallones de San Felipe y Santiago el Mayor y de San Juan y San Andrés, pintados por el artista italiano Enrico Reffo.¹¹
1915- En noviembre se cuelga un cuadro de la Crucifixión sobre el altar mayor. Y un gran cuadro con la imagen del patrono de la iglesia en acto de contemplación de la Trinidad “llena la bóveda central”. Ambas obras fueron pintadas por Enrico Reffo en Turín.¹²
1916- Ornamentación del Baptisterio: cuatro medallones que representan el bautismo de Jesús en la bóveda del Baptisterio.¹³
1916- En noviembre llega al puerto de Buenos Aires el vapor Principessa Iolanda que transporta la espectacular balaustrada en mármol de Carrara ejecutada por los Hermanos Baratta en esa localidad de Italia.¹⁴
De la consideración del listado parece lícito pensar que el P. Valentín Bonetti tuvo in mente una suerte de programa estético destinado a acompañar la irradiación religiosa y espiritual del templo de La Boca, un cultivo de las artes plásticas capaz de alimentar la imaginación cristiana y definir claramente los contornos de una noción de la belleza asociable a la prédica salesiana por su fuerza comunicativa, por su enraizamiento en la tradición iconográfica y, al mismo tiempo, por su sensibilidad frente a ciertas novedades en ese plano (adviértase la recuperación de una imagen antigua, discutida desde el punto de vista mariológico, como es el cuadro de la Comunión de la Virgen)¹⁵ amén de varios alardes técnicos presentes, por ejemplo, en la representación de los pliegues y la textura del paño, ejecutado en mármol para la balaustrada del altar mayor.
Si bien la estatua monumental de San Juan Evangelista fue realizada por Américo mucho antes de la puesta en marcha del programa aludido, que habría concebido y llevado a la práctica su hermano sacerdote Valentín a partir de 1910, resultaría lógico que éste haya visto en la imagen del santo patrono el punto de partida de una alianza duradera entre la religión y el arte en Buenos Aires y La Boca.
El lazo entre los Bonetti –Américo y Valentín– dio lugar al diseño de una suerte de programa estético, organizado alrededor de la parroquia, consagrado a consolidar las posiciones eclesiásticas en aquel territorio espiritualmente disputado que fue el barrio porteño del Riachuelo.
Lo global y lo local se unían así en el arte cristiano de este lugar y de su época en el marco de la acción evangelizadora de los salesianos. El lazo entre los Bonetti –Américo y Valentin– dio lugar al diseño de una suerte de programa estético, organizado alrededor de la parroquia, consagrado a consolidar las posiciones eclesiásticas en aquel territorio espiritualmente disputado que fue el barrio porteño del Riachuelo.
- La Verdad, Año IV, n 200, 9 de abril de 1911, p. 1.
- La Verdad, Año XIII, n 33, 28 de diciembre de 1924, p. 2.
- Lázara, Juan Antonio, Ernesto Vespignani y la arquitectura sagrada, Buenos Aires: Ediciones Don Bosco, 2021, p. 120-127, 136 y 196.
- La Verdad, Año IV, n 210, 18 de junio de 1911, p. 1.
- La Verdad, Año V, n 220, 26 de agosto de 1911, p. 2.
- La Verdad, Año V, n 238, 31 de diciembre de 1911, p. 2.
- La Verdad, Año VII, n 311, 8 de junio de 1913, p. 1.
- La Verdad, Año VII, n 318, 27 de julio de 1913, p. 2.
- La Verdad, Año VII, n 367, 24 de junio de 1914, p. 2.
- La Verdad, Año VII, n 385, 25 de octubre de 1914, p. 2.
- La Verdad, Año VII, n 390, 29 de noviembre de 1914, p. 1.
- La Verdad, Año IX, n 24, 21 de noviembre de 1915, p. 2.
- La Verdad, Año IX, n 33, 23 de enero de 1916, p. 2.
- La Verdad, Año X, n 23, 19 de noviembre de 1916, p. 2.
- Schenone, Héctor, Iconografía del arte colonial. Santa María. Buenos Aires: Educa, 2008, p. 222-223.
BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – AGOSTO 2025