Celebraron los 150 años del Instituto Hijas de María Auxiliadora en la Ciudad de Córdoba.
El fin de semana largo de octubre, un nutrido grupo de más de trescientos adolescentes, jóvenes animadores y adultos referentes de todas las comunidades educativas de la inspectoría ARO de las Hijas de María Auxiliadora – que abarca las zonas de la Pampa, el Litoral, NEA, NOA, Centro y Cuyo – se encontraron en la ciudad de Córdoba, corazón del país, para celebrar la vida compartida de su movimiento, que va transitando caminos insospechados y descubriendo nuevos modos de seguir encarnando la Espiritualidad Juvenil Salesiana, en su profunda diversidad de expresiones.
La fiesta de los 150 años de vida del Instituto de las HMA conmueve, sostiene e impulsa a abrazar los sueños de aquellas mujeres que supieron ‘gastar’ su vida en los patios y talleres de Mornés y a hacerla presencia en encuentros como éste.
El encuentro inspectorial del MJS, que tomó forma de campamento, recibió el nombre de este pequeño pueblito de Italia que vio nacer a Maín y pudo cobijar su sueño, un sueño que hoy recorre el mundo. El clima de espontaneidad, confianza, servicio y alegría que sostenía el día a día en la casa de los Mazzarello son la identidad que, también, los acompaña.
Como movimiento, compartieron y renovaron sus experiencias de fe, que como expresa su carta de identidad, se vive en comunidad siendo “familia de puertas abiertas que valora, recibe, acompaña y promueve la vida; preferentemente la de los jóvenes más vulnerados”. (núcleo de identidad 9)
Su identidad fue fortalecida a partir de talleres en los que expresaron desde sus lenguajes, poniendo en juego lo corporal y musical, volviendo sobre las experiencias de vida juvenil salesiana y descubriendo los sueños y desafíos que movilizan a seguir involucrándose en sus comunidades.
Este encuentro, que vistió el patio de fiesta, alegría y baile, dejó testimonios que conmueven: “El encuentro me dejó como enseñanza que ningún proyecto es inalcanzable. Todo comenzó hace 150 años como un sueño que parecía imposible y, finalmente, se convirtió en esta gran obra” y “Apenas llegamos, nos saludamos con los chicos de las otras comunidades como si nos conociéramos de toda la vida. En los talleres salieron a flote nuestras habilidades y proyectos. Volví a mi casa, con la idea de hacer un mundo mejor”; expresaron, emocionados, dos animadores del Movimiento Juvenil Salesiano.
“Tendremos que soñar entonces sueños nuevos… ¿El oratorio, el taller? Sueños nuevos… los mismos… Sueños de antes, sueños de ahora. ¿Qué sueños podemos soñar juntos? ¿Qué se necesita para soñar? Creer que hay futuro… un futuro que merece ser vivido… Construyamos con ellos sueños nuevos”. Estas palabras, que se escucharon de Don Bosco y Maín en pleno encuentro cautivaron y laten en nuestros corazones como impulso de vida.
El sueño loco los sigue abrazando, conmueve e impulsa a seguir buscando nuevos modos de encarnar la EJS que nos es propia: “Como una experiencia de Dios en la vida cotidiana, y en ella nos encontramos con Jesús, Buen Pastor, que nos anima a vivir con optimismo y alegría” y a ofrecerla como reflejo de su amor. (núcleo de identidad 3, Carta de identidad MJS Argentina)
Fuente: MJS ARO (Hijas de María Auxiliadora ARO).
BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – NOVIEMBRE 2022