Además, en la misma celebración, tres argentinos también pasaron a integrar el colegio cardenalicio.
Con la colaboración de INFO-ANS Agencia de Noticias Salesiana.
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El sábado 30 de septiembre en el consistorio ordinario convocado por el papa Francisco fue creado oficialmente Cardenal el Rector Mayor de los Salesianos de Don Bosco, el padre Ángel Fernández Artime. Además entre los otros 20 cardenales se destacan los argentinos Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe; Ángel Rossi arzobispo de Córdoba; y el padre Luis Pascual Dri.
Frente a ellos el Santo Padre pronunció la fórmula oficial de creación de los 21 nuevos cardenales, luego cara a cara les impuso el casquete y birrete morados, el anillo cardenalicio y a don Ángel le asignó públicamente el diaconado «salesiano» de la iglesia de Santa María Auxiliadora de Via Tuscolana. La alegría de las doce mil personas presentes se multiplicó entre los seguidores e integrantes de la Familia Salesiana dispersos por el mundo y también entre los argentinos que siguieron de cerca este importante acontecimiento.
“La diversidad es necesaria, y para ello es fundamental escucharse unos a otros”, recordó Francisco
El momento posterior del abrazo del cardenal Ángel Fernández Artime al papa Francisco fue un hermoso gesto simbólico, signo de fidelidad en el servicio eclesial, pero también expresión de una concreta cercanía y afinidad entre ambos pastores.
Por su parte el cardenal Robert Francis Prevost, Prefecto del Dicasterio para los Obispos, fue el encargado de dirigir un mensaje de homenaje y agradecimiento al pontífice en nombre de todos. Subrayó los honores del cardenalato, pero sobre el sentimiento de insuficiencia ante la grandeza del servicio al que ahora están llamados. Sin embargo, con espíritu de confianza en la Divina Providencia y en la clarividencia del pontífice, renovó la adhesión de todos a la tarea asignada.
“Una Iglesia sinfónica y sinodal”
Tras la lectura del Evangelio, el Santo Padre ofreció algunas indicaciones a los nuevos cardenales, válidas también para todos los miembros del Colegio Cardenalicio.
«Antes de ser apóstoles -sacerdotes, obispos, cardenales-, somos ‘partos, medos, elamitas’. Y esto debe despertar en nosotros asombro y gratitud por haber recibido la gracia del Evangelio en nuestros respectivos pueblos de origen. Creo que esto es muy importante y no debe olvidarse», dijo el Papa, exhortando a los recién ordenados a conservar el «estupor y la gratitud» por la acción del Espíritu Santo que ha llegado a ellos en sus lenguas y pueblos, a través de la mediación de tantas personas: padres, abuelos, catequistas.
Por eso, continuó Francisco, casi como sugiriendo un estilo pastoral de proximidad y sencillez, es importante recordar que «la fe se transmite en dialecto», y que antes de ser evangelizadores todos han sido evangelizados.
La última mención de Francico fue a la universalidad del colegio cardenalicio, expresión de una «sinfonicidad» y «sinodalidad» propia de toda la Iglesia. «La diversidad es necesaria, es indispensable. Pero cada sonido debe contribuir al proyecto común. Y para ello es fundamental escucharse unos a otros. Y el director de la orquesta está al servicio de esta especie de milagro que representa cada ejecución de una sinfonía».
Y es precisamente la imagen de la orquesta la que enseña «siempre mejor a ser una Iglesia sinfónica y sinodal, en la consoladora confianza de que tenemos como maestro al Espíritu Santo: el maestro interior de cada uno y el maestro del caminar juntos», concluyó Francisco.
“Eucaristía en familia”
El domingo 1° de octubre el padre Ángel Fernández Artime presidió la solemne celebración eucarística del XXVI Domingo del Tiempo Ordinario, acompañado por un largo elenco de concelebrantes: cuatro obispos, numerosos inspectores y superiores salesianos de todo el mundo, el Rector Mayor Emérito, Padre Pascual Chávez Villanueva, así como miembros del Consejo General.
Al introducir la Eucaristía, el Vicario del Rector Mayor, Stefano Martoglio, pronunció un discurso de saludo y mencionó tres indicios: «el asombro ante la acción imprevista e imprevisible de Dios; la importancia del término «creación como Cardenal»; y la entrega de su persona: “encomienda que habla de la centralidad de la presencia de Dios, que es entonces tu lema».
En la continuación de la misa, el Cardenal Ángel Fernández Artime ofreció el pensamiento de la homilía, en la que habló con el corazón abierto ante la verdadera sorpresa de su nombramiento, que acogió con espíritu de disponibilidad y servicio. «A Dios le encantan las sorpresas. Habitualmente en la Biblia Dios dice: ‘apartaos, el camino será revelado’. Y esto estoy convencido de que vale para todos, consagrados y laicos… Pero Don Bosco también nos ha dejado algo importante, recordándonos que nada debe turbarnos y que debemos confiar en la Providencia de Dios».
Luego, refiriéndose a otros ejemplos ilustres de encargos eclesiales confiados a los Salesianos por Don Bosco, recordó el episodio «entre los más bellos de la vida de Don Bosco» relativo a la consagración del primer obispo salesiano; y con esto también la profecía de Don Bosco, cuando dijo: «Veo cada vez más el futuro glorioso que se prepara para nuestra sociedad, la extensión que tendrá y el bien que podrá realizar«.
Tras la Eucaristía, la celebración familiar continuó con un tiempo reservado para las felicitaciones, fotos y abrazos de muchos fieles y amigos con el recién nombrado Cardenal; y la jornada concluyó con un momento de ágape fraterno.
BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – OCTUBRE 2023