Toda vida es sagrada

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El día 13 de junio, la Cámara de Diputados de la Nación debatirá en una sesión especial el proyecto legislativo de despenalización del aborto. Por este motivo, compartimos la declaración de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina junto con algunos destacados del escrito difundido por el equipo de curas villeros. Ambos aportes ayudan a entender la postura que siempre tuvo la Iglesia a favor de la vida.

Como parte de la Iglesia, la Familia Salesiana apoya el valor de toda vida, comprometiéndose de modo especial en la evangelización y educación de los muchachos y chicas, priorizando a quienes más lo necesitan.

Sin agotar lo mucho que se ha publicado sobre la cuestión, estos escritos buscan motivar la reflexión profunda y serena en los hogares, familias y comunidades.

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“Proponemos una mirada amplia: Vale toda vida”

Declaración de la 115° Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina

En esta preocupación nos unimos a todos los argentinos, sean o no creyentes, que defienden la vida humana desde la concepción. (…)

Una Nación democrática, moderna y progresista debe tener la capacidad, el ingenio y la creatividad de buscar soluciones nuevas que resuelvan los problemas sin necesidad de matar o “interrumpir” vidas de seres humanos.

¡Ojalá podamos defender hasta tal punto los derechos humanos, que no se los neguemos a los más débiles y vulnerables! Vale toda vida. Aún hay mucho por hacer para acompañar y ayudar a las mujeres que viven un embarazo inesperado, en malas condiciones —desnutrición, diabetes, otras dificultades obstétricas no controladas debidamente, situaciones de violencia—. Muchas de estas realidades tienen que ver con la pobreza no resuelta.

Esperamos que este debate nos permita dirigir la mirada de manera amplia a diversas situaciones que no deberíamos separar: la defensa del niño por nacer, el respeto a la mujer y el cuidado de su vida, el inmenso valor de la familia y la vida amenazada de tantos argentinos que se debaten en la pobreza y la miseria. Tanto la Iglesia como la sociedad no hemos hecho lo suficiente al respecto. Tampoco hemos acompañado de la mejor manera a las mujeres que han abortado en medio de sufrimientos y límites, y padecen en soledad las consecuencias de esta decisión.

Es indispensable recordar la síntesis que nos propone el papa Francisco, quien nos invita a mirar a todos desde los más pequeños: “La defensa del inocente que no ha nacido, por ejemplo, debe ser clara, firme y apasionada, porque allí está en juego la dignidad de la vida humana, siempre sagrada, y lo exige el amor a cada persona más allá de su desarrollo. Pero igualmente sagrada es la vida de los pobres que ya han nacido, que se debaten en la miseria, el abandono, la postergación, la trata de personas, la eutanasia encubierta en los enfermos y ancianos privados de atención, las nuevas formas de esclavitud y en toda forma de descarte. No podemos plantearnos un ideal de santidad que ignore la injusticia de este mundo, donde unos festejan, gastan alegremente y reducen su vida a las novedades del consumo, al mismo tiempo que otros solo miran desde afuera mientras su vida pasa y se acaba miserablemente” (Gaudete et Exsultate 101).

Alentamos a nuestros legisladores a que se atrevan a soñar una Argentina más grande, superadora de recetas de cuarenta años atrás y a que sean capaces de proponer leyes innovadoras que tutelen tanto la vida y los derechos de la madre como la vida y la dignidad del hijo.  Nos duele que algo tan grande y esencial como defender la vida nos pueda enfrentar o dividir todavía más. Este momento histórico nos exige luchar codo a codo por los más frágiles de nuestra querida Argentina.

19 de abril de 2018

 

“Con los pobres abrazamos la vida”

Extractos del mensaje del equipo de curas villeros

(…) Nuestra opción es por “la vida como viene”, sin grises. Especialmente la vida amenazada en cualquiera de sus formas.  Por eso hemos hablado a favor de los inmigrantes, de la lucha por la justicia, de que nadie a raíz de la desnutrición tenga su futuro hipotecado, que nadie muera por enfermedades que podrían curarse, como por ejemplo la tuberculosis. Por eso estamos en contra del gatillo fácil. Por eso hemos apoyado las manifestaciones de “Ni una menos” contra los femicidios. Y a esta opción la confirmamos con acciones comunitarias concretas.

(…) Muchas veces donde el Estado no llega, donde la sociedad mira para otro lado, la mujer sola o atravesada por la marginalidad encuentra en las redes de amor que se generan en nuestros barrios su ayuda y su esperanza, para ella y sus hijos.

En esta línea hay muchos ejemplos de mujeres que saben cuidar a los niños como si fueran sus propios hijos. Creemos que debería ser más sencillo el camino para adoptar un niño. Somos testigos de que muchos matrimonios de la villa fueron marginados de la posibilidad de adopción porque no tenían por ejemplo el título de su vivienda.

Algunos planteos de otros sectores sociales —y creemos que este es uno de ellos— toman a los pobres como justificativo para sus argumentos. Se habla de la tasa de mortalidad por aborto de las mujeres de los barrios más pobres. Lo primero que hay que hacer en nuestros barrios es luchar contra la pobreza con firme determinación y en esto el Estado tiene las mejores herramientas. Con casi un 30% de pobres —detrás de los cuales hay rostros e historias— hay discusiones que debieran priorizarse.

Muchas veces miramos a los países poderosos y “desarrollados” de nuestro mundo. En muchos de ellos está legislado el aborto. Y en muchos casos se descarta así a los niños que van a nacer con síndrome de Down. ¡Cuánto nos enseñan estos niños a los que tenemos atrofiada la capacidad de amar! La lógica de los poderosos, de los fuertes, que deciden sobre los que menos posibilidades tienen, es la lógica dominante. Y esto también, de alguna manera, se traslada al tema de la niña o niño por nacer.

(,,,) Han muerto catequistas, religiosos y sacerdotes por la dictadura. Por el tráfico de armas y de drogas continúan las muertes de adolescentes y jóvenes. No necesitamos agregar más muertes. Nuestros barrios necesitan propuestas de vida digna. Y una sociedad que proteja al más débil.

16 de marzo de 2018

 

BOLETIN SALESIANO – JUNIO 2018

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